Tema 5: La prudencia

0. Ética especial, no general

— No tanto conocer el bien “en general”, sino saber cuál es el modo en que yo he de actuar para ser bueno (y, lógicamente, hacerlo).

1. Virtud

— Clave del desarrollo como persona:

o Max Scheler, Ética

— Definición:

o Hábito conforme a la razón que ordena las tendencias del ser humano para conseguir el fin que le es propio como persona (resumiendo, hábito operativo bueno).

— Virtud no es lo mismo que:

o cualidad

o habilidad o destreza

— Virtud es:

o un rasgo de carácter…

o … que se adquiere “haciendo”, esto es, mediante la repetición de actos. Michael Sandel, Justicia, ¿hacemos lo que debemos?

o …que coordina en la misma dirección razón, voluntad y afectividad: lo que creo que debo hacer, mi determinación a hacerlo y el sentimiento de agrado con que lo hago.

o un hábito que da uniformidad en el obrar, facilidad para realizar la acción buena y que hace que la acción resulte agradable de hacer (Tomás de Aquino).

— Tipos de virtudes

o Intelectuales: perfeccionan la inteligencia para que busque la verdad.

o Morales perfeccionan la voluntad para que busque el bien.

2. La prudencia

— Definición:

virtud que dispone la a la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo

— Virtud que, en parte, es intelectual y, en parte, es moral.

o ¿Intelectual? Perfecciona la inteligencia para que conozca y forme un criterio sólido sobre quién es el ser humano, cómo está hecho y a qué aspira.

o ¿Moral? Perfecciona la voluntad para que, orientada por el criterio que suministra la inteligencia, busque el bien en la circunstancia concreta en la que se encuentra el agente.

o Por esta razón, prudente es aquella persona que juzga bien en la situación concreta acerca de cuál es el fin que le perfecciona, y de cuáles son los medios más adecuados para alcanzarla.

— Pasos para ejercer la prudencia:

o Formación de un criterio sólido a partir de una mirada realista sobre lo que es el mundo y el ser humano. Se trata de conocer qué bien nos corresponde en cuanto seres humanos (bien integral y no meramente particular).

o Discernir los medios más adecuados para alcanzar el fin que me perfecciona en cada situación concreta. Para ello, hace falta imaginación y creatividad junto con un conocimiento suficiente de cómo es el mundo (adquirido tanto por teoría como por experiencia).

o Adoptar la determinación acertada para hacer el bien concreto con los medios aptos.

— Modos de razonamiento ético contrarios a la prudencia:

o El existencialismo: contrario a la prudencia porque niega que haya una naturaleza humana. Corre, además, el riesgo de justificar cualquier tipo de acción, pues no hay para el existencialista fines ni medios buenos o malos, tan sólo auténticos o inauténticos.

o La moral formalista: contrario a la prudencia porque niega que podamos conocer el bien universal que debemos perseguir, de ahí que proponga como bueno sólo el comportamiento que se pueda universalizar. Corre, además, el riesgo de subjetivismo y de llevar a conflictos irresolubles entre absolutos.

Bibliografía

Agejas, J. A., Oliver, I. y Parada, J. L., La tarea de ser mejor: curso de Ética, Universidad Francisco de Vitoria, Madrid, 2007.

Aquino, T. de, Suma de Teología [1266-1273], II-II, q. 47 (BAC, Madrid, 1990, 399-415).

Pieper, J., Las virtudes fundamentales, Rialp, Madrid, 1976, 33-82.