Servicio a la sociedad

III EDICIÓN BECAS EUROPA

Saint Catherine’s College, Oxford, 21 julio 2008

Servicio a la sociedad

Amalia Faná

Sobre la Universidad podemos preguntarnos qué es, cómo se hace, por qué se hace Universidad… y también ¿para qué la Universidad? Conviene pensar la mejor respuesta. La Universidad es un agente de cambio social, primeramente por su misma misión: gracias a que hay buscadores de la verdad hay progreso, ser universitario requiere buscar la explicación última de las cosas, formarse integralmente (mente sana en cuerpo y corazón sano) y llevar a cabo síntesis de saberes, esto es, llegar a ser una persona unida y equilibrada para juzgar el mundo y emitir juicios propios.

Pero, además, la Universidad tiene como reto asumir una identidad responsable y trascendente para cambiar la sociedad, porque los jóvenes entran en la Universidad como estudiantes y también ciudadanos. ¿Aprovecha la Universidad esto? Sabemos que es el lugar donde surgen las grandes preguntas: ¿qué soy? ¿cuál es el sentido de nuestra vida? ¿qué debo hacer? La vocación universitaria tiene una dimensión social, en tanto que es una inquietud por cambiar el mundo, adherirse a la causa de otros y transmitir a la sociedad el bien que eres.

1. Qué es servicio a la sociedad

La solidaridad es una adhesión vital y profesional, una actitud de vida para promocionar una sociedad mejor. ¿Cómo? Conociéndola, preparándose, ganando cultura. El saber adquirido no se puede guardar para sí. Todos estamos llamados a crecer para otros y ahí se enclava el gran reto del universitario, que es llegar a ser hombre y mujer integral e integrado, con criterio firme y opiniones estables.

Por otra parte, el compromiso social no debe limitarse a nuestro campo profesional. La inquietud por el otro forma parte de la naturaleza personal, y tanto ahí como en el aprender a mirar el pasado, presente y futuro con una mirada abierta y responsable nos jugamos el cambio social y nuestra felicidad.

Tener criterio consiste en ver-juzgar-actuar, analizar en el plano de los hechos y en el de las ideas, mirar al futuro como algo por explorar y lleno de posibilidades. Sólo si sé quién soy puedo saber qué debo hacer y por qué debo ser agente del cambio social.

2. ¿Por qué es necesario el compromiso social?

Para preocuparse por los demás hace falta sensibilidad, pero no sólo. Los motivos afectivos no son suficientes, la voluntad necesita mejores motivos. Tampoco sirve un cálculo consecuencialista. Hay razones más sólidas, pero sólo a condición de reconocer en el otro a alguien valioso, alguien amable, digno de ser amado.

¿Por qué puedo querer lo mejor para los demás? Porque reconozco en ellos una dignidad, un valor, porque reconozco un sujeto, una persona, y admito el valor que poseen no para mí, sino en ellos mismos. También, así, veo que la posibilidad de cambiar es real.

3. ¿Cómo lograr este cambio?

El cambio se puede buscar a nivel institucional, social o personal. Este es el más necesario: traducir el compromiso social en un cambio en las actitudes. La solidaridad subraya la adhesión al otro, que me necesita, y reclama un cambio importante en la organización social. La solidaridad no es un sentimiento de compasión, sino el convencimiento de que todos debemos ser responsables de todos. Más aún, la solidaridad empieza cuando uno deja de verse en el espejo y es una necesidad humana, como el amor y ¿quién no quiere amar y ser amado? Si no hacemos nada, jamás habría ningún resultado (Gandhi).