Universidad, sabiduría y ciencia

Objetivos

1. Aprender a escribir e investigar.

2. Distinguir y definir los sentidos de "ciencia".

3. Relacionar lecturas y ofrecer un juicio fundamentado acerca de la propuesta orteguiana sobre el lugar de la ciencia en la Universidad.

Requisitos

1. Leer Misión de la Universidad, de José Ortega y Gasset (especialmente la lección V).

2. Leer "¿Qué es la ciencia", de George Orwell, y "La ciencia como ética", de John Ziman.

3. Leer "Universidad: sabiduría y ciencia", de Octavio Arizmendi.

4. Una vez leídos estos materiales, poner por escrito un trabajo que aúne reflexión e investigación personal en torno a la siguiente pregunta: ¿en qué sentido y para qué me conviene, en tanto que estudiante universitario, ser sabio y en qué sentido y para qué me conviene ser científico? La redacción del trabajo puede seguir el orden y formato que se desee. En todo caso no debe faltar una breve presentación y la respuesta a las siguientes cuestiones:

- ¿En qué sentido habla Ortega y Gasset de ciencia y dónde lo hace?

- ¿Por qué, para Ortega, la Universidad debe enseñar ciencia pero no tiene obligación de producirla?

- ¿En qué lugares, que no sean la Universidad, puede producirse conocimiento científico?

- ¿Qué tipo de conocimiento es el que la Universidad debe inculcar necesariamente?

- ¿Qué relación hay entre "sabiduría" y "ciencia"?

- ¿A cuál de estas dos se parece más la "cultura" tal como la entiende Ortega y Gasset?

Justificación de la actividad

"Ciencia" es una palabra que puede decirse, al menos, en dos sentidos:

    • como sustantivo, se refiere a una actividad: lo que hacen los científicos, que es investigar.

    • como adjetivo, califica a un tipo de conocimiento: el conocimiento científico (episteme), que es aquel conocimiento cierto basado en razones y evidencias.

En el lenguaje corriente mezclamos a menudo los dos sentidos porque sobreentendemos que los científicos se dedican a producir... conocimiento científico, y no otra cosa. Pero se nos olvida que uno puede tener conocimientos científicos y que puede enseñarlos (esto es, uno puede tener ciencia y enseñarla) sin ser por ello necesariamente un científico (esto es, sin ser alguien que se dedica a la investigación).

Cuando Ortega y Gasset habla de "ciencia" en Misión de la Universidad también mezcla ambos sentidos, aunque se refiere primordialmente al primero. Por eso dice que "ciencia" es, sobre todo, investigación: formular preguntas y resolver problemas. Es en este sentido que hay que entender su afirmación de que la Universidad se nutre de la ciencia, esto es, de los resultados de la investigación científica (resultados que lo que ofrecen es conocimiento cierto acerca de algún asunto). Pero Ortega añade que, aunque se nutre de la ciencia, la Universidad no tiene por qué encargarse de producirla, esto es, no tiene por qué ser la que investigue y genere conocimiento científico nuevo. Lo que debe hacer, sobre todo, es enseñar bien esos conocimientos nuevos que la ciencia produce (los produzca fuera o dentro de la Universidad).

Es un tema de prioridades. No todo el mundo tiene vocación de científico. Pero la Universidad, por su misma esencia (porque enseña ciencia), a veces ha insistido e insiste mucho en formar gente enamorada del saber y de la producción de saber, sea del tipo que sea. De ahí que, por ejemplo, hoy proliferen tantos estudios de posgrado y que haya tanta gente realizando tesis doctorales (pues una tesis no es otra cosa que una investigación científica sobre algún asunto, sea en humanidades o en ciencia natural).

Lo que Ortega nos llama la atención es sobre el hecho de que insistir tanto en esto es desvirtuar la esencia de la Universidad, que no es formar científicos ni investigadores, sino gente culta, gente que tenga una idea de lo que es el mundo y lo que valen las cosas. El riesgo es formar gente muy preparada en lo científico, muy hábil para investigar pero desconocedora del resto, sin sentido ético ni formación cultural. Es el riesgo del que ya advertía George Orwell en "¿Qué es la ciencia?" (1945) y del que, más recientemente, se hace eco John Ziman en "La ciencia como ética" (1999) cuando describe los modos en que se hace ciencia hoy en día.

Ahora bien, en la Universidad de hecho surgen ideas y conocimiento novedoso, y es inevitable que ocurra. La educación universitaria se basa en la relación entre dos grupos de personas (maestros y discípulos) y las relaciones humanas, para ser auténticas, se apoyan en la libertad, la iniciativa espontánea y la creatividad. Pero si resulta que esta relación entre personas no tiene como objetivo prioritario la formación de hombres de ciencia, entonces ¿qué tipo de persona está llamada a generar? O, si se prefiere, ¿qué tipo de conocimiento es el que, sí o sí, surge o debería surgir de la relación educativa en la Universidad? El texto de Octavio Arizmendi, "Universidad: sabiduría y ciencia" es un buen intento de comprender y aclarar los niveles de conocimiento que pueblan la Universidad.

Entrega y evaluación

a) El trabajo debe estar paginado e incluir, al principio, autor y título. A continuación se redactará el texto del trabajo, sin necesidad de portada adicional, y se finalizará con la bibliografía empleada. El texto contendrá 1.000 palabras como máximo.

b) Se entregará al correo electrónico del profesor (j.serra.prof@ufv.es). El título del archivo soporte del trabajo debe ser: dos apellidos en mayúsculas separados por espacio, nombre en minúscula, guión y Ortega. Por ejemplo: BARREDA PÉREZ, Juan - Ortega.

c) No se tolera el plagio. En el momento que sea detectado, el trabajo se calificará con “0” y se avisará a la dirección de la carrera. Más información sobre el plagio en la web: <http://www.indiana.edu/~wts/pamphlets/plagiarism.shtml#original>.

d) Se trata de una actividad voluntaria. Subirá la nota final en función de la calidad del escrito y del resto de actividades que, de modo voluntario, realice el alumno durante el cuatrimestre.