[…] Hemos visto cuatro defectos en el tratamiento del hecho histórico que quisiéramos mencionar sumariamente para, en lo posible, no volver a ellos y descartar toda obra que esté inmersa en esa particular manera de encarar los temas. La forma intencionada de introducir el propio momento en que vive el historiador tanto en el relato como en el mito, en la religión y la literatura, es un caso; otro es el de la manipulación de las fuentes; otro el de la simplificación y la estereotipia y, finalmente, el de la “censura” por antepredicativos epocales. No obstante, si alguien hiciera explícitos o manifestara la ineludibilidad de tales errores podría ser considerado con interés por cuanto su presentación se ha hecho reflexiva y puede asistirse racionalmente a su desarrollo. Afortunadamente, este caso es frecuente y nos permite una discusión fecunda.(10)
(10) Muchos historiadores han razonado en otros campos como Worringer, con su Abstraction und Einfühlung, aplicada al estudio del estilo en el arte. Como tal estudio debe apelar, indefectiblemente, a una concepción del hecho histórico, este autor psicologiza a la historia del arte (y psicologiza a las interpretaciones históricas de lo artístico), haciendo una violenta pero consciente declaración sobre su propio punto de vista. “He aquí la consecuencia de un error profundamente arraigado sobre la esencia del arte en general. Este error tiene su expresión en la creencia, sancionada por muchos siglos, de que la historia del arte es la historia de la capacidad artística, y que el fin evidente y constante de esa capacidad es la reproducción artística de los modelos naturales. De esta manera, la creciente verdad y naturalidad de lo representado fue estimada como progreso artístico. Nunca se planteó la cuestión de la voluntad artística, porque esa voluntad parecía fija e indiscutible. Sólo la capacidad fue problema de valoración; nunca, empero, la voluntad. Creyóse, pues, realmente, que la humanidad había necesitado milenios para aprender a dibujar con exactitud, esto es, con verdad natural; creyóse, realmente, que la producción artística queda en cada momento determinada por un progreso o un retroceso en la capacidad. Pasó inadvertido el conocimiento –tan cercano sin embargo y hasta tan obligado para el investigador que quiera comprender muchas situaciones en la historia del arte– de que esa capacidad es sólo un aspecto secundario que recibe propiamente su determinación y su regla de la voluntad, factor superior y único determinante. Mas la actual investigación en la esfera del arte no puede ya – como hemos dicho– prescindir de ese conocimiento. Para ella ha de ser axiomática la máxima siguiente: se ha podido todo lo que se ha querido, y lo que no se ha podido es porque no estaba en la dirección de la voluntad artística. La voluntad, que antes pasaba por indiscutible, se convierte ahora en el problema mismo de la investigación, y la capacidad queda excluida como criterio de valor”. La esencia del estilo gótico. G. Worringer, Revista de Occidente Argentina, Buenos Aires, 1948, pp. 18 y 19.
en: «Discusiones Historiológicas», Silo
Capitulo I. Lo pasado visto desde el presente, 1. La deformación de la historia mediata
Crítico literario, historiador, historiador del arte y filósofo
1881 Nace en Aquisgrán el 13 de enero.
1901-06 Estudió historia del arte, filosofía y arqueología en Friburgo, Berlín y Múnich.
1907 Se doctora en Berna con la disertación Abstracción y empatía, que más tarde se publica como libro.
1908 Abstracción y empatía, obra seminal de la teoría del arte.
1915-20 Profesor de Historia del Arte en la Universidad de Bonn.
1928 Profesor en la Universidad de Königsberg.
1933 Destituído por los nacionalsocialistas por «falta de fiabilidad política».
1945 Profesor en la Universidad de Halle.
1950 Trasladado de la RDA a la RFA.
1965 Falecido en Múnich el 29 de marzo.
Temas
Wilhelm Worringer fue un influyente historiador de arte y filósofo que se centró en la motivación psicológica de los estilos artísticos. En su obra principal Abstracción y empatía (1907), analizó el contraste entre las formas artísticas naturalistas y abstractas. Sostenía que el arte abstracto se veía favorecido en épocas de incertidumbre cultural, mientras que el arte naturalista dominaba en épocas de estabilidad y armonía.
Los temas principales de su investigación fueron
Examinar las tendencias artísticas contrastadas en la historia del arte.
Analizar cómo influyen los factores culturales y psicológicos en la recepción del arte.
Problemas de la forma en el arte: exploración de la importancia de los aspectos formales en el arte de distintas épocas.
Arte e historia cultural de la Edad Media - centrarse en la importancia del arte medieval y su abstracción.
Obras Principales
Abstracción y empatía, una contribución a la psicología del estilo, 1907, (disertación en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Berna)
Problemas de forma en el arte gótico, 1911
La antigua ilustración alemana de libros, 1912
Arte egipcio - Problemas de su valoración, 1927
Escritos, ed. Hannes Böhringer, Helga Grebing, Beate Söntgen, Múnich, 2004
Influencia
Su disertación «Abstracción y empatía» influyó en artistas y grupos de artistas del Expresionismo, como Emil Nolde, la «Brücke» de Dresde, el movimiento de teoría literaria y crítica literaria británico y estadounidense «Nueva Crítica», André Malraux.
Worringer influyó significativamente en la comprensión del arte moderno y sus fundamentos sociales y psicológicos.
¿Por qué le menciona Silo en HD?
El propio Silo justifica la mención de Worringer en la nota 10 (ver arriba)
En sus reflexiones sobre la historia del arte, Worringer reconoce cómo el dominio de la oOficio manual de una artesanía ha sido siempre el punto de partida para contemplar el arte, pero no lo que loe precede: la intención ( el querer) del artista. Y es esta reflexión autocrítica sobre el «ojo del espectador» lo que Silo destaca como una interesante contribución al debate crítico sobre la representación de la historia, es decir, el cuestionamiento del espectador.