Santi Santamaria
Bronca en la alta cocina.
Santi Santamaría arremete contra los chefs mediáticos como Adrià al ganar el Premio de Hoy de ensayo con 'La cocina al desnudo'.
«Basta ya de tanta absurdidad y de tanta tontería en los fogones y los manteles. Comer tiene que alimentarnos, hacernos felices y legitimar hábitos saludables antes que ser un espectáculo mediático». Así se pronunciaba el cocinero Santi Santamaría (Sant Celoni, 1957) tras declararse ganador del Premio de Hoy de ensayo dotado con 60.000 euros.
El vencedor hizo de su victoria un alegato contra lo que juzga falsa sofisticación de la cocina y cargó las tintas contra su colega Ferrán Adrià, para muchos el mejor cocinero del mundo. Santamaría expresó todo su respeto hacia él, pero se colocó en las antípodas de su manera de entender la profesión que comparten. «Le tengo un enorme respeto y aprecio a Ferrán Adrià. Le conozco muy bien y hemos coincidido en muchos lugares, pero, como todo los matrimonios que no se entienden, lo mejor entre nosotros es optar por el divorcio; un divorcio que en mi caso es ético, conceptual y de ideas», sentenció.
Cambio chef por tomates
«Mi manera de hacer se caracteriza por un respeto brutal hacia el agricultor, el pescador y los mercados, mientas que Adrià lucha en un camino que es contrario a mis convicciones», agregó sobre la cocina «molecular y tecnoemocional» de su colega catalán.
Planteado el morboso divorcio entre los dos grandes gurús de la cocina española, Santamaría, el primero en conseguir tres estrellas Michelín, disertó sobre la esencia de la cultura culinaria, que está en la base del ensayo con el que se adjudicó este nuevo premio. «Trato de explicar con sinceridad qué es lo que siente un chef ahora que los de nuestro oficio hemos engrosado el espectáculo mediático. Este libro es una defensa del oficio, el de cocinero, que algunos han querido convertir en el bufón del siglo XXI, echando por tierra un respeto que nos costó mucho ganar», se lamentó Santamaría.
«Hemos de volver a lo natural. A lo salvaje, en el mejor sentido del término....». «Los cuadros han de estar en los museos y no en los platos. Hacer esculturas o pintar cuadros en un plato es una cosa ridícula» prosiguió el galardonado.
Una parodia
«Hemos agotado y quemado los referentes culturales y hemos hallado una forma lúdica de parodiarnos. Cuando la cocina nos da risitas es que está cautiva de la banalización, que falla lo sustancial», planteó el también fundador de los restaurantes Evo y Tierra. Aprovechó, además, para denunciar el uso de ingredientes químicos de dudosa salubridad, como la metilcelulosa,
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