Hay sitios en los que los coches ruedan “cuesta arriba”

En la edición de hoy de Falacias, una sugerida por Álvaro (¡gracias!). La había oído antes, pero la verdad es que cuando he mirado en internet a ver cómo de extendida estaba, me ha dejado impresionado. Hay diversas variaciones, pero el núcleo de la falacia es el siguiente: Hay lugares en la Tierra en los que, si dejas un coche en punto muerto, empieza a rodar “cuesta arriba” debido a anomalías gravitatorias o magnéticas.

En muchos lugares se trata de una carretera que se supone que es cuesta abajo, pero si dejas una pelota o un coche en ella, empiezan a moverse cuesta arriba. En algunos, se supone que es simplemente por una “anomalía” de algún tipo. En otros la leyenda va más allá, y afirma que hubo algún tipo de accidente y que los fantasmas de los muertos en él “empujan” los vehículos (en algunos casos, para sacarlos de un paso a nivel que se supone es horizontal). Hay muchísimos sitios que pretenden ser “antigravitatorios”, y mucha gente parece estar ganando dinero con ello debido a los turistas ingenuos.

¿El magnetismo te hace ir cuesta arriba? Mentira.

Esta idea de “rodar cuesta arriba” es absurda, y podemos desmontar la Falacia de dos maneras: teórica y empíricamente.

En primer lugar, pensemos en qué significa “cuesta abajo”. Significa “a favor de la gravedad”. De modo que decir que algo rueda “cuesta arriba” es decir que se mueve en contra de la gravedad terrestre. Lo único que podría explicar eso, según los que proponen que es posible, es una “anomalía magnética”, pero esta explicación es absolutamente absurda – si fuera un fenómeno magnético no afectaría a una pelota de goma que se deja en la carretera, y esto sí ocurre. En todos los sitios que he visto que pretenden ser “antigravitatorios” el efecto se produce sobre un coche, pero también una pelota, un monopatín…no sólo objetos ferromagnéticos.

Además, el campo magnético que haría falta para mover un coche partiendo del reposo en una carretera es inmenso…pero inmenso de verdad. Si puede mover un coche de 1000 kg hasta 50 km/h en unos cuantos metros (como ocurre en muchas de estas zonas “antigravitatorias”), la gente que tuviera clavos o grapas quirúrgicos en su cuerpo, o un aparato dental, o las llaves en el bolsillo, sufriría una gran sorpresa. “¡Mira, mamá! ¡Mi aparato dental vuela por el aire!”.

Una vez eliminada la explicación “magnética”, ¿qué nos queda? La explicación más común es que hay una “anomalía gravitatoria”, de modo que en una zona determinada la gravedad se invierte, o al menos no va en la dirección que debería de modo que una “cuesta arriba” se convierte en “cuesta abajo”.

Esto es absurdo: piensa que el valor total de la gravedad en un sitio cualquiera de la Tierra se debe a la masa de todo el planeta. Para que en un sitio la gravedad se “invirtiera”, haría falta el equivalente a la Tierra tirando de ti “hacia arriba”. Por mucha densidad que tengan las montañas a tu alrededor o por muy altas que sean, su masa es tan minúscula comparada con el planeta completo bajo tus pies que lo más que van a hacer es variar el valor de la gravedad en una milmillonésima parte – puede medirse con aparatos muy precisos, pero no hay manera humana de que tú puedas notarlo. Notar una anomalía gravitatoria local con nuestros sentidos es absolutamente imposible.

Además, cuando la gente dice que en un sitio lo que es “cuesta arriba” realmente es “cuesta abajo”….¿cómo saben que debería ser “cuesta arriba”? ¿Qué tipo de percepción extrasensorial tienen para saber cómo debería ser la gravedad en un sitio? La manera en la que percibimos esto es, en primer lugar, con el oído interno, que nos dice (de ahí el sentido del equilibrio) qué está “arriba” y “abajo”…pero el oído interno utiliza la gravedad, de modo que no podría saber cómo “debería estar” la cuesta – nos dice cómo es la gravedad de verdad.

La otra manera en la que percibimos que algo es “cuesta arriba” o “cuesta abajo” es mirando el entorno: cómo crecen las plantas, cómo son las montañas a nuestro alrededor…En algunos de estos lugares “anómalos”, que son turísticos, han llegado a construir edificios intencionadamente inclinados para que parezca que algo raro está pasando (hay gente con pocos escrúpulos), pero en otros lugares no es así, y simplemente es un efecto natural. En uno y otro caso, de todas formas, se trata de una ilusión óptica: nuestro cerebro ve la forma de la montaña, o la dirección en la que crecen las plantas (dependiendo de dónde viene el Sol y de si por un lado está bloqueado por un monte, por ejemplo) y le parece que algo está inclinado cuando no lo está, o que está inclinado hacia donde no lo está.

Es muy fácil demostrar que estos lugares son falsos: basta con tener un peso con una cuerda, para ver hacia dónde va la gravedad, y un palo largo para medir la sombra cuando el Sol se encuentra en un punto determinado desde un punto de la supuesta “cuesta arriba” y desde un punto “normal” cercano para comparar ambos. Esto, de hecho, se ha hecho en varios de los supuestos lugares “anómalos”, y en todos los casos se ha demostrado que la supuesta “cuesta arriba” es una “cuesta abajo”.

En resumen: nuestras percepciones de lo que es “evidentemente cierto” son a veces totalmente falsas, y no podemos fiarnos de ellas sin más (de ahí que, en ciencia, se midan las cosas cuidadosamente y se comprueben las hipótesis). Cuando tu coche baja la cuesta, es porque la cuesta es hacia abajo.

Por cierto – recuerda que, si tienes alguna Falacia que proponer, o alguna cosa que has oído o visto y no sabes si es cierta, puedes enviárnosla. Esta sección se alimenta fundamentalmente de vuestras sugerencias.