En el espacio no hay gravedad

En la edición de hoy, una Falacia de lo más extendida (en formas más o menos burdas): En el espacio no hay gravedad.

El origen de esta idea está muy probablemente en las imágenes que se ven de astronautas en naves o estaciones espaciales en órbita. Se los ve “flotar”, y si sueltan una pelota, ésta no cae al suelo sino que flota a su lado. ¿La conclusión? Están en condiciones de “ingravidez”, porque “en el espacio no hay gravedad”. He llegado incluso a oír lo siguiente: “si quitásemos todo el aire de esta habitación flotaríamos, porque en el vacío no hay gravedad”, como si el aire tuviera algo que ver.

Absolutamente absurdo.

En primer lugar, supongamos que, efectivamente, en el espacio no hubiera gravedad. En ese caso, lo que se vería en el interior de la nave espacial sería precisamente eso – los astronautas y la pelota flotando. Pero, visto desde fuera, la situación sería bien diferente: esa nave espacial que se supone está en órbita alrededor de la Tierra se alejaría de ella en línea recta, perdiéndose en la inmensidad del espacio. Porque, por supuesto, la razón de que la nave esté en órbita no es otra que la gravedad terrestre.

Entonces, ¿por qué flotan los astronautas y no cae la pelota? Si hay gravedad, ¿por qué no se caen al suelo?

La respuesta, por supuesto, es que se caen. Se están cayendo todo el tiempo, pero el suelo también se está cayendo al mismo ritmo, de modo que parece que no está pasando nada. La situación es la misma que si tú estuvieras en un ascensor, en el piso más alto de un edificio. Si sueltas una pelota, ésta cae debido a la aceleración de la gravedad, y como el ascensor y tú estáis sujetos y no os movéis, véis cómo la pelota baja.

Astronauta en caída libre debido a la gravedad terrestre.

Si se cortase la cuerda del ascensor y empezase a caer, notarías “que no hay gravedad”: si soltaras la pelota, ésta “flotaría” junto a tu mano, y tú no notarías tu propio peso, porque no tendrías contra qué sentirlo. ¿Quiere esto decir que dentro de los túneles de los ascensores no hay gravedad? No. Al soltar la pelota, ésta caería – pero como el suelo del ascensor está cayendo al mismo ritmo, nunca se acercarían, de modo que parecería que la pelota “flota”. No es que flote, sino que el suelo “cae bajo sus pies” de modo que nunca llega a alcanzarlo.

Esto es lo mismo que ocurre en las naves espaciales en órbita: están cayendo debido a la aceleración de la gravedad, y todo lo que hay dentro (los astronautas, la pelota, etc.) cae al mismo ritmo, de modo que parece que no hay gravedad. Una manera más correcta de describir la situación en el interior de la nave es decir que es una situación de caída libre, no de ingravidez. Al menos, podemos decir que es una ingravidez aparente – desde luego que hay gravidez, o la nave, como hemos dicho antes, no giraría alrededor de la Tierra.

La siguiente pregunta entonces es, si la nave está cayendo, ¿por qué no desciende y se estrella contra la Tierra?

Para entender esto, recordemos los conceptos básicos que están en juego en esta situación. Si ignoramos cualquier otra influencia (de otros planetas o el Sol), para simplificar el problema, la nave espacial sufre una única fuerza: la fuerza gravitatoria debida a la Tierra, que se dirige hacia el centro de nuestro planeta.

La situación es análoga a la siguiente: Tengo un cuenco de madera y una canica. Si suelto la canica en el borde del cuenco, sufre una fuerza hacia el centro del cuenco, de modo que baja hasta llegar al fondo. Lo mismo hace una nave si la soltamos a cierta altura sobre la superficie.

Pero puedo darle un golpe a la canica de modo que se mueva a lo largo del borde. De hecho, puedo darle un golpe inicial con la velocidad exacta para que recorra el borde realizando una circunferencia y, si no hay rozamiento, seguirá dando vueltas para siempre. No estoy haciendo ninguna otra fuerza sobre la canica, el impulso inicial es suficiente para que esto ocurra indefinidamente.

Lo mismo ocurre con una nave espacial: si le doy la velocidad inicial justa, se quedará dando vueltas a esa altitud para siempre (en la realidad no es así, porque hay otras fuerzas que no tenemos en cuenta, pero la diferencia es muy pequeña). Sin embargo, la única fuerza que actúa sobre ella es la gravedad, de modo que está cayendo hacia la Tierra. ¿Cómo puedo decir que cae si no pierde altitud? Imagina que la Tierra fuera plana. Entonces, la nave espacial caería debido a la gravedad y la distancia entre el suelo y la nave iría disminuyendo hasta que se tocarían, y la nave se estrellaría.

Pero la Tierra no es plana. La nave cae hacia el “suelo”, pero la curvatura de la Tierra hace que el suelo se curve “hacia abajo” de modo que si la nave, al moverse una distancia determinada, ha perdido 100 metros de altitud, el suelo ha “descendido” 100 metros por debajo de ella porque la Tierra es redonda, y cuando la nave pierda otros 100 metros el suelo habrá hecho lo mismo. Soy consciente de que esta explicación no es demasiado clara, pero creo que si ves un dibujo no te quedará duda de lo que quiero decir. Aquí están las dos situaciones, la primera (la “intuitiva”) y la real:

Como puedes ver, la razón de que la nave no se estrelle no es que no esté cayendo: es que tiene la velocidad justa para avanzar lo suficiente sobre la Tierra de modo que la curvatura del planeta sea justo la misma que la curvatura de su trayectoria de caída. ¿El resultado? Está cayendo todo el tiempo, pero su altitud nunca varía, y seguirá dando vueltas y vueltas para siempre, cayendo sin descender.

Pero el quid de la cuestión, y sé que me repito, es el siguiente: en el espacio sí hay gravedad. Cuando se ven astronautas “flotando” lo que está sucediendo realmente es que están cayendo a la vez que la nave, de modo que no se percibe que estén cayendo unos respecto a otros. Desterremos esta idea absurda de una vez por todas.