La Sangre

La sangre

La sangre es un tejido líquido que recorre el organismo, a través de los vasos sanguíneos, transportando células y todos los elementos necesarios para realizar sus funciones vitales. La cantidad de sangre está en relación con la edad, el peso, sexo y altura. Un adulto tiene entre 4,5 y 6 litros de sangre, el 7% de su peso. La sangre de los vertebrados está formada por una parte líquida, el plasma sanguíneo y otra celular, los elementos formes. En los humanos representa el 7% y el 8% de la masa corporal.

1.-El plasma: Es un líquido de color amarillo, es la parte líquida de la sangre y es muy rica en proteínas, entre las cuales destacan como las más importantes: La albúmina, los factores de la coagulación y las inmunoblubinas. Contienen:

-Agua: Alrededor del 90%

-Sustancias disueltas, como: Aminoácidos, glucosa, enzimas, anticuerpos, hormonas, desechos, proteínas plasmáticas, sales minerales y gases (oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno)

2.- Los elementos formes son:

-Glóbulos rojos o eritrocitos: Son las células más numerosas de la sangre. Se encargan de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta el resto de los tejidos. La proteína que se encuentra en el interior y que une el oxígeno se llama hemoglobina. La hemoglobina es una proteína globular, que se encuentra en grandes cantidades dentro de los glóbulos rojos y es de vital importancia fisiológica, para el aporte normal de oxígeno a los tejidos. Varios son los genes que determinan su biosíntesis. El estudio de su estructura molecular y fisiológica ha llamado la atención de innumerables investigadores; de su estudio se han conseguido grandes descubrimientos de gran utilidad

-Glóbulos blancos o leucocitos: Los glóbulos blancos forman parte del sistema inmunológico encargados de combatir contra los gérmenes. Son una especie de guerreros que flotan en la sangre esperando poder atacar a invasores, así como los virus y las bacterias. Existen varios tipos de glóbulos blancos y cada uno de ellos tiene una función especial en la lucha contra diferentes tipos de gérmenes que enferman a la gente. Ciertos tipos de glóbulos blancos producen anticuerpos, unas proteínas especiales que reconocen los materiales o microorganismos extraños que entran en el cuerpo y ayudan a este último a destruirlos o neutralizarlos. Cuando una persona tiene una infección, su concentración de glóbulos blancos en la sangre suele ser más elevada que cuando está sana porque su cuerpo produce una mayor cantidad de este tipo de células para combatir la infección. Una vez el cuerpo de una persona se enfrenta a un determinado tipo e agente infeccioso o germen, sus linfocitos recuerdan como fabricar los anticuerpos específicos que permitirán atacar rápidamente a ese tipo de germen en cuanto vuelva a entrar en el cuerpo.

Las plaquetas: Son fragmentos celulares que participan en la protección de la pared de los vasos sanguíneos, forman un ´´tapón plaquetario´´para impedir el sangrado en el lugar de la lesión y producen sustancias que ayudan a la cicatrización de las heridas. Desempeñan un papel muy importante en la coagulación de la sangre. La sangre también contiene unas proteínas denominadas factores de coagulación, que son cruciales en el proceso de coagulación. A pesar de que las plaquetas bastan para taponar pequeñas roturas de vasos sanguíneos y frenar temporalmente el sangrado, para que se forme un coágulo sólido y estable, es necesaria la participación de los factores de la coagulación. Las plaquetas y los factores de coagulación trabajan conjuntamente para formar coágulos sólidos que permitan cerrar heridas, cortes y rasguños, así como impedir posibles hemorragias tanto en el interior como en la superficie del cuerpo. El proceso de coagulación es como un puzzle de múltiples piezas interconectadas. Cuando se coloca la última pieza en su sitio, se produce el coágulo pero si falta alguna pieza no podrá completarse el puzzle y el coágulo no se formará correctamente.

Grupos sanguíneos:

A pesar de que la sangre cumple las mismas funciones en todos los individuos, no es idéntica en todos. Existen diferentes tipos de sangre. Esta característica es genética, es decir, nacemos con una sangre que pertenece a un determinad grupo. Por lo tanto, nuestro organismo acepta sólo la sangre del mismo grupo(la sangre compatible) y rechaza la de los grupos, con reacciones que pueden llegar a ser muy graves. Los sistemas de grupos sanguíneos más conocidos son el sistema ABO (grupo A , grupo B, grupo AB, y grupo O) y el sistema Rhesus conocido como factor Rh (positivo o negativo). Estos sistemas están presentes simultáneamente en todos los individuos. Cuando se habla de grupo y factor nos referimos al sistema ABO y Rh.

Centrifugado de la sangre en un tubo de ensayo:Este mapa mental nos representa sangre centrifugada en un tubo de ensayo; lo que nos permite percibir mejor una separación de los elementos formes, como no formes de la sangre, plasma que contiene en su mayoría de agua, gases como oxígeno o bióxido de carbono, proteínas y nutrientes. Los elementos celulares sedimentados que son los eritrocitos, leucocitos y trombocitos o plaquetas.