El crimen de Polop

Crimen de Polop:

"El alcalde no llega vivo a fin de año"

El asesinato se orquestó en un club de alterne, según la investigación, concienzuda y precisa, de la UCO.El sumario del 'caso Polop' atribuye el asesinato del alcalde al ansia de poder de quien fuera su 'mano derecha'

A Juan Cano le repateaba no desfilar con la vara de mando en las procesiones de su pueblo. Quería ser alcalde pero era concejal de Urbanismo por lo que se tenía que conformar con procesionar en segunda fila. Quería mandar y Alejandro Ponsoda le estorbaba.

Nunca apartó su mirada distraída del asiento de la Alcaldía, no le bastaba con ser la mano derecha del primer edil, hasta que la consiguió. Fue dos semanas después de que a su compañero de partido le mataran a tiros a la puerta de su casa de Xirles.

El alcalde asesinado de Polop, Alejandro Ponsoda E.M.

La relación entre ambos comenzó a tensarse porque Cano no soportaba el papel de segundón. Y así, según las pesquisas del Grupo de Homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se fraguó un asesinato, el de Ponsoda, que habla de prostíbulos, alcohol, sicarios, testigos protegidos y ansias de poder.Sobre todo ansias de poder. Sucedió en Polop en 2007 y el asunto está ya -por fin- a las puertas de juicio.

EL MUNDOha tenido acceso a un sumario que revela los bajos instintos de la política en un escenario sórdido como pocos se recuerdan. El documento suma 40 tomos y presenta a Cano como a un cacique; un hombre violento, bebedor y asiduo a locales de alterne cuyo único objetivo era ser alcalde. Sin más. En el prostíbulo se le soltaba la lengua y esa fue su perdición. Hay una frase reveladora: «El alcalde no llegará a fin de año».

Un testigo protegido asegura que Cano la pronunció mientras tomaba unas copas en el club Mesalina de Benidorm-el local en el que presuntamente se diseñó el crimen- junto al resto de imputados: un empresario local, el dueño del club y los tres presuntos sicarios. Y Ponsoda no terminó 2007.

El sucesor de Ponsoda, Juan Cano. E.M.

Aquel 19 de octubre el ensayo de los viernes de la banda de música de Polop se acabó cuando un hombre irrumpió en la sala agitando las manos y casi sin aliento. Al alcalde le acababan de dar dos tiros en la puerta de su casa en la vecina pedanía de Xirles. Su pulso a la muerte duró una semana.

En ese tiempo, todos fueron culpables en el pueblo. ¿Quién y por qué quería matarle? La UCO convirtió Polop en una prioridad y dos años después, los agentes detuvieron a Cano. Fue en 2009 y en julio de 2010 salió de la cárcel tras pagar una fianza de 20.000 euros. Desde entonces espera el juicio.

Las pruebas eran contundentes. Su arresto era fruto de una investigación precisa y muy concienzuda (como demuestra la amplitud del sumario) que ha resistido los innumerables intentos de dinamitarla. Pronto se descartó que el asesinato obedeciera a un móvil sexual o urbanístico. Todo era mucho más sencillo.Alejandro Ponsoda murió porque Juan Cano quería su puesto. Esa fue la conclusión a la que llegaron los agentes y que, después, validó el juez encarcelando al principal sospechoso.

El supuesto sicario del crimen. E.M.

Su ingreso en prisión causó una gran conmoción en el pueblo y sus simpatizantes no dejaron de mostrarle su apoyo. De hecho, cuando abandonó el centro penitenciario Alicante II, en Villena, donde permaneció unos meses, una legión de fieles esperaban para recibirle. Después, ese caluroso recibimiento se trasladó al pueblo. Lejos de intentar ocultarse, Cano tuvo ganas de dejarse ver. No evitó las fotos en ningún momento y se mostró relajado, como si llevara toda su vida entrando y saliendo de la cárcel.

El asunto nunca ha estado parado en el juzgado de Villajoyosa en el que recaló pero los constantes recursos por parte de las defensas han contribuido a su ralentización. No ha sido un trabajo fácil. La ingente cantidad de testimonios han colaborado a que haya experimentado cierto retraso. Tampoco ayuda el hecho de que el órgano judicial que lo instruye sea mixto, es decir, que conozca de causas civiles y penales indistintamente.

La otra cara de esta historia, Cano, jura y perjura que él no hizo el encargo, que no tuvo nada que ver con el crimen de quien en otro tiempo fuera un estrecho colaborador. Que es inocente. Y muchos en el pueblo le creen. Lo hacen a pie juntillas, con pleno convencimiento. Ahora son las hijas de Ponsoda las que viven en territorio hostil. La gente afín a Cano no les perdona. Las señaladas son ellas. Al fin y al cabo, mucha gente en Polop está en deuda con él por haber colocado a sus hijos en algún trabajo. El abogado de Ponsoda, Vicente Guerri, da fe de la situación que viven. «Un día Juan cano incluso se atrevió a increpar a una de ellas en su propio puesto de trabajo», recalca. La convulsión de la noche del crimen todavía resuena en la familia Ponsoda, para muchos el enemigo.

El alcalde que amaba la normalidad

Por desgracia, el modesto municipio alicantino de Polop de la Marina, de 3.636 habitantes, ha saltado a la actualidad por la forma en la que ha muerto su alcalde: asesinado de varios disparos, sin que todavía se conozca el autor o autores de los hechos.

No hay duda de que, en un municipio de estas características, la muerte violenta de su alcalde ha sorprendido a todos, incluido a sus propios enemigos, si es que Alejandro Ponsoda los tenía, pues a juzgar por su trayectoria política y personal, desde que tomó posesión del cargo, todo había transcurrido bajo una normalidad inmaculada.

Hijo de una familia modesta, procedente de la pedanía polopina de Xirles, Alejandro Ponsoda Bou accedió a la política a finales de los años 80, cuando se afilió al Partido Popular. En 1991 decidió encabezar la lista municipal de los populares, pero se quedó a un solo voto de la mayoría absoluta, por lo que el PSOE y una lista independiente pudieron prorrogar su estancia en el consistorio durante cuatro años más.

Ponsoda tuvo que dimitir, pues desde los 16 años era auxiliar administrativo del Ayuntamiento de Polop y no podía mantener la doble condición de funcionario y concejal. Los cuatro años transcurrieron con normalidad, aunque con Alejandro preparando ya su asalto a la alcaldía, algo que lograría en los comicios de 1995, esta vez, ya con una holgada mayoría absoluta: seis concejales de los 11 que conforman la corporación.

La llegada del PP al poder municipal supuso la consecución de muchas ayudas de la Generalitat y de la Diputación Provincial, con las que Ponsoda logró dotar al municipio de un nuevo centro de salud, unas dependencias municipales con centro social para los jubilados y un auditorio, y, sobre todo, espacios para convertir a Polop en un centro de atracción de visitantes que se aprovechara de filón de turistas que cada día hacen el trayecto Benidorm-Castell de Guadalest.

Quizás el Mirador del Castellet y el aumento de la oferta de restaurantes y hoteles con encanto hayan sido otros de sus objetivos, cumplidos con creces. A todo ello se ha sumado el desarrollo urbanístico que durante los últimos 12 años ha vivido el municipio, sobre todo, en la Serra de Ponoc, desde el que se contempla un amplio paisaje que comprende desde la Bahía de Altea hasta los estribos de la Cala de Finestrat. Hoy en día, Ponoc está poblado de miles de viviendas unifamiliares.

Alejandro Ponsoda albergaba la gran ilusión de dotar al pueblo de un colegio de enseñanza primaria, logro que ya no podrá ver cumplido.

Alejandro Ponsoda Bou nació el 26 de noviembre de 1952 en Guadalest (Alicante) y falleció el 27 de octubre de 2007 en la capital alicantina.

SIGUE SIN SABERSE QUIÉN LO HIZO

Muere el alcalde de Polop de la Marina ocho días después de ser tiroteado

La Guardia Civil cree que hubo dos agresores ya que había dos tipos de casquillos

Ponsoda, de 55 años, estaba casado y tenía dos hijas, de 25 y 27 años de edad

El Ministerio del Interior descartó pocas después del tiroteo de que fuera un atentado

Fotografía de archivo del alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda.

MADRID.- El alcalde de Polop de la Marina,Alejandro Ponsoda, ha fallecido esta madrugada en el Hospital General de Alicante donde estaba ingresado desde hace ocho días, cuando fue tiroteado en la puerta de su casa, según ha informado la Policía Local de la localidad.

El Ayuntamiento de la localidad alicantina de Poloptiene previsto celebrar un pleno extraordinarioesta mañana, y la capilla ardiente se instalará previsiblemente esta tarde en el salón de plenos de Consistorio.

El suceso se produjo alrededor de las 22:30 horas del pasado 19 de octubre, cuando el alcalde detuvo su vehículo frente a la puerta de acceso al garaje de su vivienda, ubicada en la pedanía de Xirles, en Polop.

Al parecer, una o varias personas realizaron diversos disparos al alcalde, si bien aún está por determinar si estos se produjeron cuando éste ya había salido de su coche o por el contrario aún permanecía en su asiento.

Al lugar de los hechos se desplazó una unidad del SAMU, que trasladó a Ponsoda al mencionado hospital, donde ingresó en estado de inconsciencia y fue operado para extraerle la bala alojada en la cabeza, informaron fuentes sanitarias.

Hasta el momento, la Guardia Civil ha realizado diversos interrogatorios dirigidos a esclarecer este tiroteo, aunque todavía no ha practicado ninguna detención. La Guardia Civil ha localizado dos tipos de municiones, por lo que sospecha de dos agresores. El Ministerio del Interior ha descartado que se trate de un atentado, aunque se multiplican las líneas de investigación.

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ha concluido que en el tiroteo se utilizaron dos pistolas, ya que se han encontrado casquillos diferentes incompatibles entre sí, lo que supone que hubo dos agresores. Una de las pocas certezas que mantiene la Guardia Civil es que le estaban esperando.

Ponsoda, de 55 años, estaba casado y tenía dos hijas, de 25 y 27 años de edad, una de ellas embarazada. Llegó al cargo en 1995 como sucesor de Juan Gadea (CDS) y desde entonces ha sido reelegido en dos ocasiones, la última de ellas con el 51,9% de los votos.

El municipio alicantino, situado al norte de Benidorm, tiene una población de 3.636 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del año pasado.