El reloj Ieyasu

El reloj de Ieyasu, un símbolo de la amistad centenaria de Japón y España - Shizuoka (Japón)

El reloj de Ieyasu, un símbolo de la amistad centenaria de Japón y España

Existe un emblemático reloj español que cautivó hace más de 400 años a uno de los señores feudales más poderosos de Japón. Este símbolo de la amistad entre los dos países ha protagonizado hoy la última jornada de la visita del rey Felipe VI y la reina Letizia al país asiático.

Custodiado habitualmente en el santuario sintoísta Kunozan, entre el verdor de la cima del monte Kuno en Shizuoka (unos 170 kilómetros al sudoeste de Tokio), el reloj ha sido desplazado al complejo Fugetsuro con ocasión de la visita de los reyes, quienes lo admiraron en compañía de los emperadores de Japón, Akihito y Michiko.

Ha sido un monje superior del santuario Kunozan, Hidekuni Ochiai, el encargado de mostrar a los monarcas el reloj de mesa de unos 20 centímetros de altura, que ha calificado de "símbolo de la amistad entre España y Japón".

La pieza de cobre, que el emperador Akihito ha observado con mucho detenimiento, fue un regalo de Felipe III a Ieyasu Tokugawa, considerado el unificador de Japón y el primer "shogun", la dinastía de caudillos militares que dominaron el país entre 1603 y 1868.

El reloj fue uno de los presentes con los que el monarca español agasajó a Tokugawa en agradecimiento por la ayuda prestada en el rescate de la tripulación del galeón español San Francisco, que naufragó el 30 de septiembre de 1609 frente a las costas de Onjuku (unos 75 kilómetros al sudeste de Tokio) tras ser azotado por un tifón.

La tormenta acabó con 56 de los 373 tripulantes que capitaneados por el que fuera gobernador de Filipinas, Rodrigo de Vivero, partieron de Manila hacia Acapulco (México).

La actuación de los habitantes de Onjuku, entonces una aldea de 300 residentes llamada Iwawada, salvó cientos de vidas.

Los relatos cuentan que en el rescate participaron las "ama", las "sirenas" japonesas que buceaban a pulmón para recoger moluscos, y quienes se lanzaron a las aguas gélidas para salvar a los náufragos.

Conmovido por el relato, en 1611 Felipe III entregó el pequeño reloj junto a otros regalos a Tokugawa, a través de una misión encabezada por Sebastián Vizcaíno, el primer embajador español en Japón.

Designado por el Gobierno nipón como bien de interés cultural, el denominado "Reloj Occidental de Ieyasu" se guarda en Kunozan, uno de los santuarios Toshogu consagrados a la figura de Ieyasu y donde reposan sus restos.

El de Ieyasu es el reloj mecánico más antiguo que se conserva en el país asiático y se cree que fue fabricado en 1581 para Felipe II.

Obra del relojero flamenco Hans de Evalo (1530/35-1598), el reloj conserva casi todas las piezas originales del siglo XVI y su autoría ha sido puesta en duda por varios estudios.

En 2012, el conservador del Museo Británico David Thompson hizo una investigación en la que desveló la existencia de una segunda firma: Nicolaus de Troestenberch, hecho en 1573 en Bruselas.

El hallazgo no ha hecho sino rodear de misterio al reloj, que ha sido visitado por varios embajadores de España en el país asiático, explicó a Efe una portavoz del Museo de Toshogu en el que se expone.

La visita de más alto nivel se produjo hoy, la de Felipe VI y la Reina Letizia, la primera de unos monarcas españoles.

Existen tres réplicas del reloj de Ieyasu. Una de ellas descansa desde enero de 2016 en la embajada española en Tokio y otra fue donada al Museo de las Culturas de México en enero de este año.

La tercera es una réplica del interior del reloj que se exhibe desde septiembre de 2015 junto al original para que los visitantes puedan admirar su corazón mecánico centenario.

¿Por qué el reloj más antiguo de Japón está fabricado en el Madrid del siglo XVI?

Prefacio: el autor de este artículo es japonés. Ya nos gustaría a nosotros escribir en japonés tal y como lo hace él en español, sin embargo entendemos que a algún seguidor le resulte extraño o insuficiente su forma de expresarse, pero consideramos que, el que un ciudadano japonés escriba en nuestro idioma aspectos tan desconocidos de nuestra propia historia merece ser publicado.

Esta semana los Reyes de España están de visita oficial en Japon. Algunos medios hablan de que van a visitar la provincia de Shizuoka a 170km de Tokio y uno de los motivos de la visita es para ver el reloj más antiguo de Japon que está guardado en un templo Shintoista que hay en la montaña de Shizuoka que Felipe III regaló al Shogun Tokugawa en 1611.

El artículo se trata de la historia del reloj tan desconocido durante siglos por todo el mundo pero parece que con esta visita de los reyes de España van a ser algo más reconocido a partir de ahora por lo menos para los japoneses y los españoles.

¿Por qué el reloj más antiguo de Japón está fabricado en el Madrid del siglo XVI?

Existen dos relojes en el mundo cuyas piezas son de 100% originales con sello de fabricación en Madrid de Felipe II. Uno en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y otro en un santuario casi desconocido Kunouzan Toshouguu que está en la cima de una montaña de la provincia de Shizouoka a 170km de Tokio.

La historia se remonta a principios del siglo XVII, concretamente 1608 cuando el buque español San Francisco que navegaba de Manila a Acapulco se naufragó en la costa del Japon y sus tripulantes fueron rescatados por los pescadores de la zona y se salvaron sus vidas gracias a los cuidados de los locales. De los 374 tripulantes unos 50 fueron desaparecidos en el mar y otros 324 llegaron a la costa ahogados. Rodrigo Vivero, el Gobernador interino de Manila era uno de ellos que iba en camino de vuelta a Nueva España después de terminar su mandato en Filipinas.

El Shogun de entonces, Ieyasu Tokugawa envió su consejero para asuntos españoles Anjin(William Adams) a la zona para dar ayuda necesario y cuidar a los españoles naufragados ofreciendo comidas, ropas y residencias para que se recuperen de su salud y después el buque para que puedan seguir su viaje de vuelta a Nueva España. El Shogun tenía gran interés en recuperar buenas relaciones con España.

Rodrigo Vivero despues de entrevistarse con el Shogun que proponía intercambios comerciales con España solicitando la concesión de la tecnología para la construcción de buques para la navegación oceánica y tambien la técnica de tratamiento para la extracción industrial de la plata. Una vez llegado a Nueva España Rodrigo Vivero envía informe sobre lo ocurrido a Madrid. La Corte de Madrid dirigida por el Duque de Lerma en nombre de Felipe III decide regalar el reloj fabricado en Madrid en 1581 por Hans Evalo, el relojero de Felipe II. Sebastian Vizcaino se nombra como Embajador de Felipe III para Japon y llega a Uraga (Puerto cercano a EDO)en 1611 como misión diplomática para estrechar las relaciones con el gobierno de Shogun Tokugawa y entre otras cosas trae el reloj como regalo del Rey de España.

El reloj en realidad no servía prácticamente para nada ya que el sistema horario utilizado en Japon de entonces no coincidía con el horario occidental de modo que el reloj fue guardado junto con otros objetos del Shogun en un almacen del Templo sintoísta de KUNOUZAN TOSHOUGUU en la montaña de la provincia de Shizuoka y desde entonces hasta hace poco tiempo no se conocía nada sobre el.

Durante este tiempo el almacén fue sufrido robos y los objetos guardados como recuerdos del Shogun fueron saqueados y entre ellos el reloj pero el ladrón no mostró interés por tratarse de un reloj antiguo y lo tiró en basurero. Afortunadamente el reloj se recuperó gracias a la ignorancia del ladrón y se pudo volver en mano del Templo. Personal del Templo se interesó por el reloj y comenzó a investigar consultando con especialistas de antigüedades y llegaron a solicitar ayuda al Museo Británico que tiene expertos en relojes antiguos. Los ingleses ofrecieron comprar el reloj para exponer en el Museo Británico pero el Templo no lo aceptó sino la investigación sobre el reloj si era original o falso. Llegaron los expertos ingleses al templo y empezaron a desmontar el reloj. La sorpresa de los ingleses fue que el reloj era una pieza única y original del siglo XVI y que las piezas eran todas originales que aunque hoy existen modelos parecidos en manos privadas todas están totalmente renovados y no conservan piezas originales de la época. Dan valor al reloj en 3-4 millones de euros ya que hoy solo existen dos piezas en el mundo, uno en el Monasterio de El Escorial, y otro es este reloj que estaba perdido en el Templo sintoísta de la montaña de Shizuoka a 170km de Tokio.

Aquí tambien se demuestra el olvido de España, el reloj fue regalo del Rey de España al Shogun Tokugawa Ieyasu a principios de siglo XVII y la gente del Templo, en lugar de consultar a España, lo hace a Gran Bretaña ya que desconocían cosas de HISPANIA y no entendían que Spain e Hispania eran el mismo país y entonces como Hispania ya no existe y por tanto no se enteraron de que España fue quien regaló el reloj a Shogun y se le ocurrieron consultar a Gran Bretaña que ofrecía confianza y fiabilidad