LIBROS RECOMENDADOS
PARA NIÑOS DE 6 A 8 AÑOS
RESEÑADOS POR MERCEDES DÍAZ MARCOS
Profesora del Colegio San Estanislao de Kostka
Profesora del Colegio San Estanislao de Kostka
Mientras la barca atestada de gente en la que viene Ziba se mueve a merced del viento, ella recuerda su vida en su país, en su aldea, en su casa: las risas, los colores, los olores...lo que hacían su madre, su padre, sus tías... Mientras el barco va a la deriva, también sus pensamientos vienen y van...
Sentada en el regazo de su madre, en el barco, escucha sus cánticos llenos de esperanza... ¿será verdad que llegarán a un lugar donde podrán ser libres?
Preciosas ilustraciones de Robert Ingpen que, como los vaivenes del mar, nos llevan del agua a la tierra, de la huida de la guerra al oleje embravecido, de la desesperación al anhelo de algo nuevo y bueno. Con poco texto e imágenes potentes, el libro puede ayudar a comprender a los niños, entre 6 y 8 años, lo difícil que es dejar atrás tu tierra, tus costumbres, tu familia para adentrarte en un mar incómodo que te lleva hacia un mundo incierto donde nada es seguro.
Mercedes Díaz Marcos
Juan nació en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial. El libro-álbum ilustrado va acompañando al protagonista cuando ya tiene ocho años. Nos sitúa en una ciudad media en el año 1953. Observamos la vida de Juan, de sus padres, de sus vecinos, abuelos, amigos: cómo vivían, dónde estudiaban, cómo trabajaban, su forma de vestir, de jugar…
Las ilustraciones, llenas de detalles, nos colocan estupendamente en la época, son elocuentes, nuestros niños aprenderán cómo fue la vida de sus mayores en un momento en el que no había televisión, ni juegos electrónicos, ni tarjetas de crédito, ni tantas cosas como ahora tenemos.
Recomendado a partir de 8 años, pero es un buen libro para leer en familia, seguro que los abuelos disfrutan explicando a sus nietos e hijos lo que vivieron y sintieron en su infancia, también servirá para valorar todo lo conseguido.
Su formato grande y apaisado nos permite disfrutar aún más de las ilustraciones realizadas por el propio autor y coloreadas por su mujer, Nicole. Mercedes Díaz Marcos
Helena y Adrián son amigos. Ella es rubia, tiene la piel clara, él es moreno, su tez es oscura. Viven tranquilamente en su pueblo, van a la misma escuela, juegan y charlan junto a un viejo roble. Un día empiezan a sentir que las calles del pueblo dejan de ser acogedoras y que pasear por ellas encoge el corazón. Más tarde, algunos mayores, construyen un muro que separa la parte alta de la parte baja, la parte nueva de la parte antigua; quieren alejar a los diferentes, a los de otro color, a los de otra religión, a los que apenas tienen riquezas. Los dos amigos quedan separados por la valla, pero intentarán no perder el contacto. Seguirán buscando formas de permanecer unidos, aunque solo sea viendo volar libremente las cometas bajo un cielo que protege y ampara a todos.
Interesante libro para lectores a partir de 7 años que habla de la importancia de las personas, nos dice que las diferencias tienen que servir para enriquecernos, todos con la misma dignidad y disfrutando de las mismas oportunidades para crecer, sin barreras que nos separen.
Al final del libro aparecen imágenes con muros, unos ya desaparecieron, como el de Berlín, pero otros siguen ahí, incluso ampliándose, esperando que la humanidad se ponga en marcha para derribarlos.
Mercedes Díaz Marcos
Conmovedor relato escrito en primera persona que narra el viaje que una familia acomodada emprende para huir de la guerra y buscar un futuro lejos del caos y la destrucción.
El libro tiene poco texto, son las delicadas ilustraciones las que nos introducen en la vida de esta mamá y sus dos hijos, las que ayudan a comprender la angustia y el miedo por el que pasan tantos refugiados en los distintos países del mundo. Son los tonos oscuros de la ilustración los que nos acercan a lo más doloroso y los tonos verdes y azules los que nos muestran la esperanza. No sabemos cómo acabarán los protagonistas. Cada niño que invente su final. El libro servirá para explicar a los lectores de 6 a 8 años qué sienten las personas cuando tienen que huir, dejar sus casas y todo lo que conocen para adentrarse en un camino incierto que les lleva a un lugar que no saben si les acogerá.
Lenguaje sencillo, natural, directo, lleno de sentimientos, que ayuda a empatizar con los otros.
En esta narración se funden historias reales, la autora conoció a personas de un campo de refugiados de Italia y de este encuentro salió el libro, lo considera un modo de denunciar lo que está pasando y de pedir a Europa que se mueva, que haga algo para que esta situación revierta. A nosotros también nos puede pasar.
Esta obra ha sido galardonada con diversos premios: Medalla de Oro en la Sociedad de Ilustradores de Nueva York 2015, Premio Llibreter 2016 y Premio Kiriko 2017.
Mercedes Díaz Marcos
Hugo es tartamudo, su dificultad le acarrea problemas, además de quedarse “atascado” mientras habla y no poder decir lo que quiere, los otros se ríen de él. Sobre todo Vicente, el matón de la clase. Cuanto más nervioso se pone, más se agudiza “su atasque”. Se entera de que otro de sus compañeros, Bernardo, es disléxico. Se hacen amigos. Empiezan a pensar que pueden formar un club: el club de los raros. En él podrán sentirse más acompañados y seguros. Cuando el resto de compañeros se entera de la existencia de este club, empieza a pedir formar parte del mismo, al fin y al cabo cada uno tiene sus torpezas, sus diferencias, sus rarezas, sus limitaciones...
El libro es un canto a la diversidad. Todos conviviendo juntos, aportando lo mejor de cada uno para apoyarse y acompañarse: gordos, delgadísimos, pecosos, poco hábiles...Entre todos lograrán hacer frente al que les tenía acosados.
El libro plantea la solución de manera fácil, posiblemente no sea así de sencillo, pero sirve para acercar esta realidad a lectores a partir de 8 años para que se den cuenta de que pueden vencer las dificultades, que lo mejor es aprender a reírse de uno mismo para salir adelante. Una historia en la que ganan los buenos.
Simpáticas ilustraciones de Tomás Hijo.
Mercedes Díaz Marcos