El Proceso Sensorial es el procedimiento neurológico de organizar la información que tomamos de nuestros cuerpos y del mundo que nos rodea para usarla en la vida diaria.
El 80% del sistema nervioso se dedica a procesar y organizar las entradas sensoriales, cuando nuestro cerebro procesa sensaciones eficientemente, respondemos automáticamente con respuestas adaptativas, acciones o pensamientos que nos ayudan a realizar nuevos retos y aprender nuevas lecciones y que nos ayudan a dominar el medio ambiente.
Es un proceso mediante el que se transmite y nos llega la información, intervienen diferentes elementos:
ESTÍMULO: cualquier forma de energía, que afecta a un receptor. Como las onda de luz, las sonoras… Los estímulos deben llegar con intensidad (se conoce como umbral) para que puedan ser detectados por el receptor.
SENTIDO: la forma fisiológica en la que respondemos a una determinada forma de energía mecánica, química, térmica...
SENSACIÓN: permite la detección e identificación de estímulos del entorno.
RECEPTOR: Célula nerviosa especializada en captar una determinada forma de energía. Transmite la señal captada hasta el cerebro, a través del sistema nervioso.
Para un desarrollo del proceso sensorial se necesita:
Sentido del tacto: Habilidad para modular sensaciones a través del tacto, especialmente lo inesperado y a discriminar entre las propiedades físicas de los objetos por el tacto.
Sentido vestibular: Habilidad para ajustarse al cambio gravitacional en el cuerpo de uno y a sentirte confortable moviéndote en el espacio.
Sentido propioceptivo: Habilidad para tener conocimiento de las partes del cuerpo de uno mismo.
Habilidad para usar las dos partes del cuerpo (coordinación bilateral) de una manera cooperativa.
Habilidad para interactuar exitosamente con el ambiente físico.
Llanas (2013).
La información se recibe a través de los cinco sentidos: sonido, tacto, gusto, vista y olfato. Además de estos sentidos comunes hay otros dos menos conocidos que pueden ser afectados, propiocepción, que es el sentido de conciencia corporal, y el sentido vestibular, que involucra el movimiento, el equilibrio y la coordinación. Lee (2020).
La psicofísica a la rama de la psicología cuyo principal objeto de estudio es la relación entre la estimulación externa y sus cualidades y la percepción de un sujeto de dicha estimulación, es decir, es la relación entre el aspecto físico de un estímulo y nuestra percepción mental del mismo, y su finalidad es establecer una conexión entre el mundo físico y el mental. Examina nuestra sensibilidad a los estímulos y cómo los cambios en ellos afectan la forma en que los percibimos.
Encontramos que hay estímulos de muy baja amplitud que no tienen valor sensorial, y estímulos de muy alta amplitud que no tienen valor sensorial, pero la sensibilidad se traduce en dolor. Los límites en los que ocurren estos fenómenos se llaman umbrales absolutos y umbrales terminales. Castillero (2020).
Umbral Absoluto
El umbral absoluto define los límites de nuestra percepción. Para que podamos captar un estímulo éste debe poseer un mínimo o un máximo de magnitud. Los umbrales absolutos definen los límites perceptuales.
-Umbral absoluto mínimo: es la magnitud mínima que debe tener un estímulo para que se pueda percibir. Algunas investigaciones parecen demostrar que por debajo de este umbral hay aún cierta tipo de estímulos que pueden ser captados por nuestra mente, aunque no de forma consciente, y que pueden afectar de un modo u otro al sujeto (la llamada percepción subliminal).
-Umbral absoluto máximo: es el máximo en la magnitud del estímulo y que es soportable o perceptible por el sujeto.
En algunas modalidades sensoriales como el sonido cuando el estímulo tiene una magnitud muy alta tampoco podemos percibirlo. No todas las especies tienen el mismo umbral, e incluso se pueden apreciar diferencias entre los distintos individuos.
Se ha demostrado que, en condiciones ideales, los sentidos humanos son capaces de percibir estímulos tan sutiles como sus equivalentes estimados en la vida real, por ejemplo: la llama de una vela vista desde 27 kilómetros de distancia o el tictac de un reloj a 6 metros de distancia...
La expresión en condiciones ideales ya es importante, y nuestras alteraciones sensoriales dependen del nivel de fondo de los estímulos. (Ejemplo: en condiciones de silencio, el el tictac del reloj a 6 metros).
Echegoyen (2020).
Umbral diferencial
El umbral diferencial es el rango de intensidad mínimo requerido para que se pueda percibir la diferencia entre dos estímulos. También conocida como diferencia mínima percibida (DMP). Describe cuál es la intensidad mínima en la que debe aumentar un estímulo para que nosotros notemos su incremento; por ejemplo, si tenemos en la mano un objeto que pesa cien gramos, en qué cantidad debe aumentar dicho estímulo para que notemos un incremento en la sensación de peso.
Se observa que para cada modalidad sensorial el umbral diferencial es distinto, dependiendo de factores como la fatiga o la motivación, siendo la modalidad visual la más sutil en la captación del incremento y el olfato la más grosera.
Esta relación entre el estímulo original y cualquier aumento o disminución se conoce como la ley de Weber (1795-1878) fue uno de los primeros investigadores en utilizar el método experimental para el estudio de los límites de la percepción, notó que cuanto mayor es el estímulo, mayor es el cambio percibido. (por ejemplo, se puede distinguir como el cambio de intensidad más pequeño en estéreo fuerte).
Echegoyen (2020).
Las personas que tienen problemas de procesamiento sensorial experimentan demasiada o muy poca estimulación a través de estos sentidos. Es posible que también tengan dificultad para integrar la información que están recibiendo. Puede ser muy difícil para ellos sentirse cómodos, funcionar eficazmente y estar abiertos al aprendizaje y a la socialización.
Muchos niños con autismo también tienen problemas sensoriales, como algunos niños contrastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH y trastorno obsesivo-compulsivo o TOC . También ocurren en niños que no tienen otro diagnóstico. Los problemas de procesamiento sensorial tienden a presentarse en dos tipos: baja sensibilidad y alta sensibilidad, aunque un niño puede experimentar ambos tipos.
Los niños hiposensibles tienen una baja sensibilidad, lo cual hace que busquen más estimulación sensorial. Ellos podrían: Tener una necesidad constante de tocar a personas o texturas. No entender el espacio personal. Tener una tolerancia sumamente alta para el dolor. No entender su propia fuerza. Ser muy inquietos e incapaces de quedarse quietos. Amar actividades relacionadas con saltar, darse golpes y chocar. Desear movimientos rápidos, de vueltas o intensos. Les gusta ser lanzado al aire y saltar sobre muebles y trampolines.
Los niños hipersensibles son sumamente reactivos a la estimulación sensorial y pueden sentirla abrumadora. Ellos podrían: Ser incapaces de tolerar luces brillantes y ruidos fuertes como sirenas de ambulancias. Negarse a llevar ropa porque sienten que raspan o irritan o zapatos porque se sienten demasiado “apretados”. Ser distraídos por ruidos de fondo que otros parecen no escuchar. Ser temerosos de contactos sorpresivos, evitar abrazar o acurrucarse incluso con adultos que conocen. Ser demasiado temerosos de columpios y otros juegos del parque. Tener problemas a menudo para entender en qué lugar está su cuerpo en relación con otros objetos o personas, lo que hace que tropiecen con cosas y parezcan torpes. Tener problemas para medir la cantidad de fuerza que aplican, por ejemplo, pueden rasgar el papel al borrar, pellizcar demasiado fuerte o apoyar objetos de golpe...
Lee (2020).
FASES POR LAS QUE PASA EL PROCESO SENSORIAL
Fuente: Martínez (2021)
Según Cabrera (2016):
TRANSDUCCIÓN: es el proceso de conversión de la energía física, química en impulso nervioso (naturaleza eléctrica).
TRANSMISIÓN / PROCESAMIENTO: del impulso nervioso (naturaleza eléctrico-química) llega al cerebro.
ELABORACIÓN / REACCIÓN: del impulso nervioso por el celebro, es decir, ocurre cuando el estímulo es reconocido por el cerebro.
El tiempo de reacción o latencia de la respuesta es el periodo de tiempo entre la aparición del estímulo y el comienzo de la respuesta.
Un fenómeno muy común en los procesos sensoriales es la adaptación sensorial, que implica una reducción del nivel de respuesta de los receptores sensoriales que se encuentran continuamente estimulados.
Los tiempos de adaptación varían, según el tipo de receptores implicados y la intensidad del estímulo.
El grado de adaptación altera o afecta los procesos sensoriales.