Orígenes de la psicología
Orígenes de la psicología
Filósofos griego
SÓCRATES (470 - 399a.c )
Sócrates buscaba el concepto absoluto como la verdad, la belleza…
Según Gimeno (2018) las aportaciones que Sócrates dio a la psicología son el interés en la psique y los métodos: el método inductivo y el socrático.
Escultura de Sócrates, obra de arte romana del siglo I d. C.
El interés en la psique: Sócrates y su discípulo Platón trabajaron y reflexionaron respecto a la existencia de la psique, lo que ellos consideraban el alma. La influencia de este hecho sobre la actual ciencia de la psicología es evidente, siendo su nacimiento producto de la reflexión sobre los contenidos de nuestra mente derivados de éstos y otros autores.
El método inductivo: Sócrates es considerado uno de los precursores en lo que se refiere a la creación del método inductivo, al pretender que las personas accedieran al conocimiento de la verdad a través de su experiencia en vez de partir de conocimientos supuestos y dados por buenos. Este método es de gran importancia a su vez a la hora de generar el método científico, caracterizado por el razonamiento hipotético-deductivo.
El método socrático: El diálogo socrático es una estrategia basada en la mayéutica de Sócrates que se sigue empleando incluso hoy en día en la práctica de la psicología, siendo básico en múltiples terapias. Se basa en la realización de preguntas de corte inductivo: el terapeuta va realizando diferentes preguntas con el objetivo de hacer reflexionar al sujeto y encontrar su propia respuesta a lo planteado.
PLATÓN (428-347a.c)
Platón discípulo de Sócrates, se interesó por cuestiones que actualmente juzgaríamos psicológicas.
A finales del s. XVIII surge la influencia de las llamadas ciencias del hombre, esto hizo dejar de lado la psicología filosófica.
Según Regader (2015). Las aportaciones que Platón dio a la psicología son:
Fundación de la Akademia: Dedicando su vida a la enseñanza de la Filosofía. Para él, el conocimiento era eterno e inmutable y, por tanto, no hay conocimiento de las cosas perecederas.
Teoría de las ideas: Denominó Formas o Ideas a los objetos del conocimiento inmutable. Hay una Forma para cada clase de objeto para el que existe un término en el lenguaje (por ejemplo, “gato, “redondo”). Platón creía que los objetos percibidos eran copias imperfectas de estas formas, ya que aquellos se hallan en cambio permanente y son relativas al que las percibe.
Estructura psíquica: Dividía el alma, o mente, en tres partes. Primero estaba el alma inmortal o Racional, localizada en la cabeza. Las otras dos partes del alma son mortales: El alma Impulsiva o animosa, orientada a conquistar el honor y la gloria, se localiza en el tórax, y el alma Pasional y apetitiva, interesada en el placer corporal, en el vientre .
Motivación: Tiene una pobre concepción del placer o herencia pitagórica, es decir, el cuerpo busca el placer y evita el dolor, esto sólo obstaculiza la contemplación del bien. En sus últimos escritos, algunos placeres, como el goce estético que se obtiene de la belleza, se consideran saludables, rechazándose la vida puramente intelectual como demasiado limitada. La motivación es casi freudiana, poseemos una corriente de deseos pasionales que pueden encauzarse hacia cualquier parte del alma, hacia el placer, las consecuciones personales o el conocimiento filosófico y la virtud. Los impulsos pueden motivar la búsqueda del placer transitorio o el ascenso filosófico al mundo de las Formas.
Busto de Platón del siglo IV a. C., copia romana de un original griego (Museo Pio-Clementino del Vaticano)
DESCARTES (1596-1650)
Descartes cambió su dualismo, para él, mente y cuerpo son dos cosas de naturaleza completamente diferente pero interdependientes. ” La mente solo podía ser estudiada mediante la reflexión (psicológica) filosófica y quedaba fuera del campo de la ciencia”
A partir de Descartes la filosofía se hará cada vez más psicológica, buscando conocer la mente a través de la introspección, hasta la aparición de la psicología como disciplina científica independiente, en el siglo XIX, basada en el estudio de la conciencia mediante el método introspectivo (aunque sólo para la primera generación de psicólogos).
Descartes afirma la existencia de dos tipos de ideas innatas: de un lado las ideas principales, aquellas de las que no cabe dudar, aunque son ideas potenciales que requieren de la experiencia para ser actualizadas. Pero también habla de ideas innatas respecto a ciertas formas de pensar, lo que ahora llamaríamos procesos, sin contenidos específicos, sólo formas de operar. Por ejemplo, la transitividad. Esta segunda clase de innatismo será desarrollado en el siglo XVIII por Kant, con sus juicios sintéticos a priori. Gimeno(2018).
Busto del filósofo René Descartes en su casa natal, en el pueblo francés que lleva su nombre.
En la glándula pineal sitúa Descartes el punto de contacto entre el espíritu (res cogitans, sustancia pensante) y el cuerpo, ejerciendo una doble función: control sobre los movimientos desmesurados (pasiones) y, sobre todo, conciencia. Dado que Descartes no distingue entre conciencia y consciencia, dedujo que los animales, que no poseían alma, eran como máquinas perfectas sin dimensión psicológica, es decir, sin sentimientos ni consciencia. Ya Gómez Pereira había negado la cualidad psicológica de la sensación en los animales, dejando reducidos sus movimientos a complicadas respuestas mecánicas de los nervios actuados desde el cerebro.
El resultado fue que una parte del alma, asociada tradicionalmente al movimiento, entraba a formar parte inteligible de la naturaleza y, por tanto, de la ciencia. El conductismo psicológico, que define la conducta psicológica como movimiento, es deudor del mecanicismo de Descartes. El psiquismo se configuraba, por otra parte, únicamente como pensamiento, posición que reaparecería más tarde con la psicología cognitiva, si se define ésta como ciencia del pensamiento. Para Descartes, sin embargo, el pensamiento era indisociable de la consciencia. Gimeno(2018).