"El oído nunca se cierra, nunca duerme"
La audición es uno de los sentidos continuos, y que permite al ser humano estar siempre en alerta. Nos permite percibir la voz única del otro, y la propia, y colabora en la comunicación y en la composición integral de los ambientes.
Los niños reciben y crean permanentemente estímulos sonoros con sus cuerpos, al deslizarse, al frotar los objetos, al golpearlos, al soplar.... Perciben las melodías de la naturaleza y las recrean con materiales y elementos cotidianos, emulan sonidos de otros seres vivos, viajan a mundos nuevos a través de los tañidos y los susurros....
En esta unidad, identificamos con los niños las diversas "capas" de sonidos que los rodean, identificándolos por sus cualidades e intensidades. En una aventura que implicó estar disponibles para capturar estímulos en forma de ruido o sonido, los niños desarrollaron su agudeza auditiva y registraron por diversos medios sus bitácoras sonoras. Indagaron la amplificación ¿Cómo podemos hacer que un sonido se amplifique?, los cambios de las ondas ¿Cómo viaja el sonido en diversos medios?, y cómo son captadas por el oído para ser procesadas como información en el cerebro ¿Cómo trabaja nuestro oído para recibir e interpretar los sonidos?.