Técnicas versus estrategias
Las técnicas de aprendizaje son acciones, trucos concretos que ponemos en marcha en un momento determinado para, como quien dice, salir del apuro.
Las estrategias van más allá; suponen una toma de decisión consciente, una planificación minuciosa a fin de incorporar e interiorizar técnicas varias, de tal manera que nos lleven a aprender a aprender (autorregulación de las condiciones de aprendizaje).
En ese sentido, las técnicas de aprendizaje deberían evolucionar hacia estrategias de aprendizaje.
Aprende a aprender
Estrategias que permiten que uno pueda regular las condiciones de su aprendizaje (evaluando el proceso, modificando aquello que va mal...), y así aprender a pensar, seguir aprendiendo. Por decirlo de una forma sencilla, el aprender a aprender convierte a una o a uno en su propio maestro a fin de seguir aprendiendo.
Las estrategias de aprender a aprender son de varios tipos:
Cognitivas:
-De elaboración: aprender a resumir un texto, por ejemplo.
-De organización: haciendo un cuadro sinóptico a partir de un resumen...
-De recuperación de información.
Metacognitivas: referidas al “caer en cuenta” de diferentes procesos cognitivos, implementando el más adecuado para la tarea en cuestión.
Según investigaciones recientes, cada proceso ejecutivo dispone de su propio mecanismo metacognitivo.
Metacognición ejecutiva
La propuesta se debe al neurocientífico Javier Tirapu.
Define la metacognición ejecutiva como la predicción que hace cada función ejecutiva sobre su capacidad de funcionamiento. Es la cognición que cada uno de nosotros elaboramos sobre un determinado proceso cognitivo.
Así que cada función o proceso ejecutivo va equipado con su propio radar: con la metacognición para ese proceso cognitivo.
Pero todo ello aún posee una mayor envergadura, ya que por encima de cada metacognición, hay una conciencia de la metaconciencia, o habilidad metacognitiva del "yo" que nos da información de cómo estamos en el mundo, de cómo nos sentimos, de cómo nos relacionamos. Una conciencia que nos aporta patrones con los que hacer predicciones y así poder anticiparnos al futuro.
Estamos hablando de algo tan importante como de la conciencia del yo. A través de ella vamos forjando nuestra identidad, ese guión simbólico de quienes somos, y que se mantiene más o menos estable a lo largo del tiempo.