Durante muchísimos años no fue usual la limpieza dental, pues la crema dental no existía. Antiguamente, cuando las personas se hacían mayor, se les iba cayendo los dientes a trozos, lo que era muy doloroso y para librarse del dolor de dientes, se los tenían que sacar. Al final las personas aprendieron que era necesario e importante lavarse los dientes, utilizando diversas formas:
Los egipcios hace muchísimos años (4000 años), para limpiar los dientes hicieron una mezcla con piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, uñas de buey, cascara de huevo y mirra. Esta mezcla tenía un sabor muy intenso y era llamada Clister.
Los griegos y romanos se lavaban los dientes con orina humana, debido a sus propiedades blanqueadoras provenientes del amoniaco que contiene. Ellos creían que esto era muy saludable. Tiempo después un médico romano llamado Escribonius Largus inventó una pasta para limpiar los dientes, su fórmula era una mezcla hecha con vinagre, miel, sal y cristal muy machacado con lo que se lavaban los dientes.
.En otros lugares del mundo utilizaron:
Sal
Zumo de limón
Tiza o carbón en polvo
Ceniza (ya sabes, lo que queda tras un incendio)
Una mezcla de tabaco y miel.
Arena y piedra pómez (dañaban el esmalte del diente)
Ramitas de menta
Los chinos se limpiaban los dientes con huesos de pescado
Hace solo 100 años aproximadamente se inventó la crema dental que hoy en día conocemos. Las cremas dentales actuales se elaboran con flúor y calcio. Estas pastas hacen más grata la limpieza de los dientes y brindan una sensación refrescante.