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EL DÍA EN QUE LA HIDRÁULICA ESTUVO A PUNTO DE PERDER LA H
Carta de opinión de Eduardo Salete (@EduardoSalete)
"A LA PROMOCIÓN DEL 2013"
Esta segunda carta va dirigida, de nuevo, a los alumnos que termináis la Carrera este año.
Dentro de poco la Escuela organizará un acto solemne en el que se os entregará el título de Ingeniero de Caminos y vuestras personas queridas podrán sentirse orgullosas, con motivo, de lo que habéis logrado, ya que nadie os ha regalado nada.
Me gusta que sea así y me gusta que sea solemne porque tantos años de trabajo duro es lo menos que se merecen.
A este acto vendrán invitadas personas de fuera: el Rector, representantes del Colegio, del Ministerio, de la Asociación, de las grandes empresas y quizás alguien más. Casi todos ellos os dirigirán bonitas palabras, es raro que a ciertos cargos se llegue sin saber hablar, pero en algunos casos tan sólo serán eso: bonitas palabras, pues ni las pensarán ni las creerán.
Prefiero coger el toro por los cuernos y hablar de la realidad que todos conocéis perfectamente: la situación de España es mala y la de nuestra profesión no es mejor. Sin embargo, quiero aportaros optimismo pues yo SÍ CREO que nuestro país se recuperará, lo ha hecho siempre y siempre a pesar de los políticos.
La situación que vivimos no es del todo nueva. Allá por el año 1974 terminé la carrera, era un año también de crisis y un ingeniero agrónomo, apellidado Matut había escrito un informe sobre las ingenierías en España que no podía ser más demoledor, pues pronosticaba que todas ellas se verían a corto plazo con cifras escandalosas de paro. Pasaron más de treinta años y ha tenido que ser la conjunción de varios sucesos planetarios, que diría Pajín (la crisis mundial, el suceso ZP y la política restrictiva de Rajoy), la que nos ha conducido hasta donde nos encontramos.
Lo cierto es que yo no tuve fácil encontrar trabajo y el que encontré lo fue en un sector muy diferente de mi vocación, las centrales nucleares. Obviamente tuve que luchar y seguir estudiando -eso siempre os va a tocar-, pero finalmente puede encontrar un lugar dentro de lo que a mí me gustaba hacer. Estoy seguro de que a vosotros os va a suceder lo mismo.
Para ello contáis con una buena base de conocimientos adquirida en VUESTRA Escuela y habéis demostrado capacidad intelectual, de estudio, de esfuerzo y de sacrificio: todos vosotros encontraréis vuestro lugar en el mundo de la Ingeniería Civil y algún día recordaréis esta carta, que os escribo ahora, con una sonrisa.
Los que habéis compartido con nosotros viajes de prácticas habéis podido ver una de las grandes virtudes de nuestro colectivo: el compañerismo, manifestado en el cariño y la atención con que nuestros compañeros de la Administración y de la Contrata nos han tratado siempre, sin obligación alguna de hacerlo.
Quisiera que mi última lección de este curso versara precisamente sobre eso, el Compañerismo, escrito con mayúsculas y la clase va a consistir en cinco peticiones personales que me permito haceros:
· Os pido que siempre os tratéis como lo que sois, profesionales con una formación común, que han compartido ratos buenos y malos en vuestra Casa Común, la Escuela.
· Os pido que siempre os prestéis ayuda entre vosotros.
· Os pido que, sobre todas las cosas, veáis un compañero en cualquier Ingeniero de Caminos formado en la Escuela y un amigo en los que compartieron alguna vez aula con vosotros.
· Os pido que defendáis siempre los intereses de quien os contrate pero que, al terminar la jornada de trabajo, el ingeniero que estaba en frente en la mesa de negociaciones, vuelva a ser el amigo de la Escuela.
· Os pido finalmente que no permitáis jamás que se perpetre una injusticia con un compañero.
Por último quiero agradeceros vuestra ayuda en todo momento, habéis hecho mi trabajo muy fácil y muy agradable puedo deciros que he disfrutado todas las clases que os he impartido.
Con mi deseo de todo lo mejor para vosotros, un fuerte abrazo y hasta siempre
Eduardo