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EL DÍA EN QUE LA HIDRÁULICA ESTUVO A PUNTO DE PERDER LA H
Carta de opinión de Eduardo Salete (@EduardoSalete)
"OS HEMOS FALLADO"
Quiero que mi primera carta vaya dirigida a los Ingenieros (con mayúscula) que este año han salido de la Escuela con su título bajo el brazo. Lo hacen en muy mal momento y eso me duele, y me duele porque son víctimas de todos nosotros. Unos por acción y otros por omisión les hemos fallado, me explicaré:
Comenzamos con la manifiesta incompetencia de los últimos gobiernos que hemos padecido: “no hay crisis, tan sólo desaceleración”, “¡coño! Brotes verdes”, “en cuanto que subamos Europa nos tratará de otra forma”, ah… y “bajaremos los impuestos”, etc., etc.
Y podemos seguir con la incompetencia de sus ministros/consejeros (ministrines en bable, ¡que grandes estos asturianos!) que promulgan leyes y más leyes (“virgencita que me quede como estoy”).
Sin la más mínima consulta-seria ni consenso, crean universidades, arruinan universidades (dinero como madre no hay más que uno), permiten que se creen universidades/negocios sin garantías académicas, permiten la proliferación de títulos (en algunos y MUY DOLOROSOS casos, que nos afectan, con la manifiesta complicidad, por no decir patrocinio, de ¿nuestro? Colegio, de ingenieros “prestigiosos” y hasta de profesores, que no me atrevo a calificar por si algún niño llega a leer esto).
¿Qué decir de la inoperancia y apego al puesto (¿qué tendrá?) de responsables universitarios pelotas, incapaces, cómplices o simplemente acomodaticios, que no son capaces de enfrentarse a “sus mayores”, ni mucho menos de dimitir cuando no pueden, o no les dejan cumplir con su obligación (no digo ya con sus compromisos electorales, pues tampoco quiero que esto sea una página cómica)?
Pero lo que más me confunde es la responsabilidad pasiva de muchas personas de mi colectivo, el de los profesores. A veces parece que nos preocupa más nuestra paga de Navidad que la suerte de nuestros estudiantes y olvidamos que nuestro trabajo debe ser vocacional y que si cobramos nuestro sueldo es por ellos. ¿Pensamos que con dar las clases hemos cumplido ya?, ¡pues no! Existen, al menos, dos cosas que NUNCA deberíamos olvidar:
· Empezaré con la famosa “libertad de cátedra”, que no consiste en dar lo que nos salga de “ahí”, como muchos parecen pensar, a tenor de cosas que he tenido que oír. Consiste en saber interpretar lo que tenemos que contar, a la luz de una máxima: “lo mejor para nuestros alumnos y su formación”. Aquí hemos empezado a fallar, si no estamos de acuerdo con la forma en que se nos intenta imponer la enseñanza (léase cambios de planes –Bolonia- o interpretación de la ley que lo ampara –Rectorado- debemos pelear con uñas y dientes para no permitir la imposición. Me acuerdo de cuando nos negamos a cambiar NUESTRO plan de seis años y hasta hoy. ¿Es que ahora somos menos capaces? ¿más conformistas?
· Formamos a nuestros alumnos para que salgan a ganarse el pan con lo que han aprendido y con el sudor de su frente -salvo que se hagan políticos- . ¿Cómo podemos permitir que su título sea arrastrado por los suelos por las universidades (con minúscula) que lo venden en los mercadillos de fin de semana?, ¿PARA CUÁNDO LO VEREMOS OFERTADO EN CCC?
§ La Escuela tiene la obligación de facilitarles el camino, e incluso ¿por qué no? buscarles salidas (podíamos aprender de FECC y ¡MIRA QUE NUESTROS MEDIOS INSTITUCIONALES COMO ESCUELA SERÍAN INFINITAMENTE SUPERIORES!).
§ La Escuela tiene la obligación de empujar al inane Colegio, cada vez más inane y cada vez menos Colegio, para que luche y no sólo con medios legales (inoperantes) sino usando mucho más efectivos: campañas de prensa, coordinando la reacción de las escuelas, presionando a las grandes empresas del sector. TODO menos no hacer NADA ¿ES QUE NO TIENE EL COLEGIO A NADIE CON IMAGINACIÓN (Y ALGO DE MALA LECHE)?
De la corrupción partido-sindicalista no vamos a hablar, ¿para qué?, además aunque gravita sobre todos nuestros problemas, su afección a nuestra profesión, que vive fundamentalmente de trabajar para la Administración, es tan grande que necesitaría toda este número de la revista para empezar a esbozar el problema. Y abusón no soy.
Bueno, para empezar yo creo que ya está bien, un fuerte abrazo a todos