Puede bajarse el texto de esta carta en PDF en el enlace:
https://www.dropbox.com/s/ef3wijyeypp8wyu/La%20Justicia%20Distributiva%20Enero%202013.pdf?dl=0
EL DÍA EN QUE LA HIDRÁULICA ESTUVO A PUNTO DE PERDER LA H
Carta de opinión de Eduardo Salete (@EduardoSalete)
LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA
Queridos lectores, reconozco que hoy tengo un día algo raro. Me temo que también me salga hoy rara la carta que os dirijo, por favor tened paciencia y caridad literaria y leedla aunque coincidáis en que así sucede.
Resulta que hace muchos años, a principios del siglo XX, un joven rey con, poca formación, que se creía César, decidió o permitió que España y su Ejército se metiesen en una aventura en África, sin los medios necesarios para hacerla frente. En 1907, a menos de diez años del desastre del 98, nuestro país se queda, cedido por Francia, con un 5% del protectorado que este último país se apropió en el norte de África, concretamente alrededor de 20.000 km2, que incluían la región del Riff.
Se ha escrito mucho sobre esta aventura colonial que duró alrededor de cincuenta años y no pretendo aportar nada nuevo, tan sólo quiero mencionar a un simple soldado, Pedro, cuya edad desconozco pero debió de ser muy joven, casi un niño, cuando la estupidez de un rey la incompetencia de Silvestre, general de opereta que condujo a sus tropas y a España a la catástrofe de Annual y la cobardía de Navarro, otro general que rindió la plaza de Monte Arruit para salvar el pellejo propio, perdió la vida el día nueve de agosto de 1921 asesinado, una vez desarmado, a manos de los rifeños. Casi veinte mil muertos tuvo España en diez días.
De Pedro no sabríamos nada hoy de no ser porque quiso el destino que su cuerpo insepulto quedase momificado por el calor del desierto y apareciese, casi cien años después, en las excavaciones arqueológicas que se hicieron en la fortaleza durante los meses de abril y mayo del pasado año.
En los restos del uniforme de Pedro había una carta cuidadosamente doblada y todavía legible, que dedicaba a María, su novia malagueña y comenzaba con una petición a quien encontrase su cadáver pues ya se temía lo que le esperaba:
Hermano de armas, si lees esto será porque yo habré muerto. Por favor, cumple la última voluntad de este soldado español que ha caído por la Patria y haz llegar esta carta a María […] que vive en Málaga en la calle […]. Sus padres se llaman Manolo y Antonia.
La carta es preciosa, al menos para mí y la podéis descargar de la dirección:
https://www.dropbox.com/s/ac9cqw0oe3jg4gh/Hermano%20de%20armas%20Monte%20Arruit.pdf?dl=0
Quizás os preguntéis a que ha venido esto y que tiene que ver con la Justicia Distributiva. Voy a intentar organizar mi cabeza.
Cuando yo era aún un niño y cursaba bachillerato me hicieron estudiar una asignatura que se llamaba F.E.N., siglas que no voy a traducir porque es posible que hoy hieran alguna sensibilidad. La asignatura mencionada era bastante infumable, aunque reconozco que aportaba alguna lectura interesante y dejó además en mi cabeza un concepto que me pareció tan razonable que pensé que debería ser la guía de nuestros políticos y empresarios:
“Justicia distributiva es dar a cada uno lo que por derecho propio le corresponde”
Me equivoqué.
Nuestro ya amigo Pedro, el soldado de Monte Arruit recibió como pago a su esfuerzo y patriotismo las consecuencias de la incompetencia y cobardía de su rey y de sus mandos.
Ahora es posible que penséis que me he puesto melodramático, quizás tengáis razón, ya os he dicho que tengo un día raro, pero creo que no. Salvando las distancias mi generación ha visto como la Justicia Distributiva era una utopía: los políticos, los sindicatos, los empresarios y nosotros mismos con nuestra pasividad hemos hecho que España sea un nido de golfos y que la sinrazón aparezca allí donde miremos.
Los que hoy desprecian y se ríen de comportamientos como el de Pedro, dispuesto a dar su vida por España, no se han contentado con ello, sino que han procedido a un expolio sistemático del País y no sólo hablo de dinero, hablo del mérito: sencillamente les molesta o les estorba.
Y no pensemos que nosotros nos hemos quedado al margen de este comportamiento; nuestro colectivo es el gran culpable de lo que nos ha pasado y vosotros estáis siendo perjudicados: proliferación de escuelas con el beneplácito, cuando no impulso, del Colegio para mayor gloria de algún ¿compañero?
Se os niega la Justicia Distributiva y se os iguala por abajo.
El Colegio y esos ¿compañeros? colaboraron así con las diferentes administraciones en su acción continua de muchos años minusvalorando, en prestigio y retribuciones, a nuestra profesión.
Y para muestra dicen que basta un botón: lo mejor acaba de ocurrir, resulta que una empresa andaluza de ingeniería, Ayesa, presidida por un ingeniero de caminos, ha impugnado una oferta presentada por el consorcio Intermetro, también español, en Colombia. ¿Motivo? muy sencillo, dejémosles hablar:
“... queremos reiterar una vez más que a los profesionales presentados por el CONSORCIO INTERMETRO para los cargos de Director General, Coordinador Técnico, Coordinador de Planteamiento, Coordinador de Instalaciones y Coordinador de Material Rodante no se les debe reconocer el título de posgrado pues efectivamente jamás lo obtuvieron…”
Eran tan sólo… Ingenieros de Caminos Canales y Puertos (esto lo he añadido yo).
En los siguientes enlaces podéis ampliar detalles:
http://blogs.elconfidencial.com/economia/valor-anadido/2014-01-07/los-ingenieros-de-caminos-espanoles-apestados-en-america_73395http://www.ecestaticos.com/file/ce3d4a01b5636d1b3bc3b93008227a88/1389107037.pdf
http://www.ecestaticos.com/file/ce3d4a01b5636d1b3bc3b93008227a88/1389107037.pdf
http://sigoteniendosuenos.blogspot.com.es/2013/10/caso-ayesa-epilogo.html
Resulta que el fundador, dueño y presidente de la empresa “chivata” tiene en su haber la medalla de Honor del Colegio, amén de ser, o haber sido, catedrático de estructuras… en la escuela de arquitectura de Sevilla
Vivir para ver.