3.1 Automatismo de Cuerpo y Mente 3.2 Los sistemas 3.3 Triple proceso
3.4 Acción subconsciente 3.5 ¿Libre albedrío, Voluntad?
Poderes invisibles
LA MECANICIDAD PSICOLÓGICA
Parte IV
Subconsciente - Rutinas
Imposición de rutinas e instintos
Las rutinas son funciones, mecanismos del Sistema Psicológico.
Intervienen en todo.
En el pensar, en el hacer, en el relacionarse..., en la vida.
En todo momento, lugar, circunstancia...
La Mente actúa en obligado cumplimiento a sus rutinas e instintos
(Comúnmente fue llamado "el subconsciente e inconsciente", respectivamente)
Cuerpo y Mente dependen, están supeditados, condicionados, limitados, dependientes
de sus instintos-inconsciente y rutinas-subconscientes.
La Mente no puede ser libre, no puede hacer nada voluntariamente porque se le escapan los resortes que actúan desde la subconsciencia-rutinas e inconsciencia-instintos que son los que en realidad la gobiernan.
Cuando vemos las rutinas que hay en nuestra vida diaria, en nuestras conversaciones, relaciones con los demás, ideas preconcebidas, prejuicios, gustos y caprichos... nos asombramos de la mecanicidad en la que vivimos, en lo lejos que estamos de la libertad. Vemos claramente que estamos en una prisión.
Pero todo esto no puede ser detectado sin INVENTARIAR nuestras rutinas.
Además de carecer de conciencia de rutinas, ignoramos su existencia.
La Mente no tiene ojos para verlas.
Para verificar la mecanicidad de la Mente, personalmente, basta con identificar media docena de rutinas.
Esto es fácil, aquí se da una idea de cómo extraer algunas (Pinchar vínculo).
Una vez seleccionadas, cuando una de esas rutinas se ponga en marcha intentar no cumplirla o contrariarla.
Observar lo que sucede y sacar consecuencias.
La Mecanicidad se expresa por medio del ego-mental
Casi todas las rutinas se canalizan a través de la formación ficticia con la que estamos identificados, el ego, ese al que continuamente nos referimos como "yo", con varios seudónimos, "mi", "me", "conmigo", ....
Lo hacen en forma de:
-Prejuicios
-Convicciones,
-Creencias de todo tipo -ideológicas, religiosas, esotéricas, seudocientíficas, políticas, culturales, nacionales, económicas, filosóficas...-
-Criterios, juicios, opiniones, pareceres...
-Conductas, manías, caprichos, obsesiones, testarudez, tenacidad, austeridad...
-Costumbres, tradiciones, usanzas, tabúes...
-Gestos, dejes, maneras, posturas...
-Miedos, desconfianza...
-Temores, timidez, desaliento...
-Astucia
-Orden, desorden
-Aficiones
-Sensibilidades,
-Gustos
-Desganas
-Disgustos
-Determinadas emociones
-Queja
-Culpa,
-Crítica
-Sentido de víctima
-Ilusiones, fantasías
-Rememoración del pasado
Etcétera, etcétera...
Y todo esto acaece, irremediablemente, al pensar, hablar, comer, trabajar, descansar...
El ego es un nido de rutinas, una máquina compulsiva, ciega, ignorante...
Toda nuestra vida está limitada, condicionada, determinada por nuestras rutinas. Esto es algo sencillo, verificable..., pero la Mente ciega no lo ve. Nadie lo ve y así como un analfabeto en medio de analfabetos pasaría desapercibido, también el que no ve sus rutinas pasa desapercibido. Vive contento en su cárcel, es más, adora sus barrotes, sus muros, sus gustos, sus criterios, sus desconfianzas, sus costumbres, sus creencias... ¡ Ignorante !
Dentro de las variedades de "yo" que tenemos, cada uno de ellos tiene sus propias rutinas. Cada yo mecánico está formado por un conjunto de rutinas.
-Incluye particular emoción, pensamiento, sentimiento, deseo, interés...
-Me hace hacer, decir, sentir, pensar... según su criterio, sus ganas, sus rutinas.
Cada yo tiene sus rutinas.
Cada rutina pertenece a un yo.
Los yoes mecánicos, que también podríamos llamar trenes de rutinas, se ponen al frente, imponen su ley.
Más que el ego acuda a las rutinas,
son las rutinas las que impulsan la acción del ego
Las rutinas las llevamos a todas partes,
siempre van con nosotros las creencias, las asociaciones fijas, vicios y virtudes, tabúes, hábitos...
Vivir sumido en la mecanicidad de las rutinas no es bueno ni es malo.
Es vivir como si fuéramos una máquina, retaceada la libertad.
Las rutinas nos atan de pies y manos
impidiendo nuestro crecimiento interior, desarrollo, evolución de la Mente, despertar de la Consciencia.
Debido a la mecanicidad de las rutinas deformamos la recepción de las impresiones, ajustamos el mundo a nosotros, creamos una realidad ficticia (La Mente crea "su" realidad, y en esto tienen mucho que ver las rutinas del subconsciente). Todo esto tiene consecuencias no deseables para un vivir en armonía, paz, bienestar interior...
La Mente en su conjunto y cada uno de los elementos que la forman (percepción, pensamiento, deseo, estado de ánimo...) son movidos por la acción mecánica, automática, compulsiva, de las rutinas.
Algunas consideraciones generales
El lenguaje o idioma que hablamos y escribimos está archivado en las rutinas, no en la memoria.
Los llamados vicios, igual que las virtudes, son estructuras rutinarias formadas, prácticamente imposibles de desobedecer
Las rutinas están asociadas a la alimentación psicológica
Nos condicionan el mundo, las personas, los sucesos, pero sobre todo las rutinas con las que cargamos.
No permitimos que las personas existan fuera de nuestras asociaciones sobre ellas.
No vemos el hecho, lo que es, el ahora; lo enturbiamos con nuestras rutinas.
No vemos nuestras rutinas como rutinas sino como verdades.
Nos mueven las rutinas, no la razón ni la verdad.
Parte I - Cuerpo y Mente son sistemas automáticos
Parte III - El ineludible triple proceso psicológico
Parte V - ¿Libre albedrío, Voluntad?
Originado: 19:20 del 2 Septiembre 2013
Actualizado: 13:03 del 6 Septiembre 2013
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