1.1 - La Ignorancia 1.2 - ¿Qué ignoramos? 1.3 - Consecuencias de la Ignorancia 1.4 - Escapar de la Ignorancia
CONSECUENCIAS DE LA IGNORANCIA
La ignorancia que pudiéramos tener de nosotros mismos, de nuestro Cuerpo y de nuestra Mente,
no es inocua, es nociva,
tiene sus consecuencias, nos afecta directamente.
Consecuencias:
A-El conflicto y sufrimiento que pudiéramos padecer
B-La Verdad o mentira que exista en nuestra vida
C-Nuestro grado de Libertad, de ataduras, autonomía, independencia
D-La Consciencia, la Inteligencia, la Sabiduría, la riqueza o pobreza interior
A-Conflicto
- La Ignorancia sobre nuestro interior deja las puertas abiertas al conflicto, discordia, error, confusión, desarmonía...,
que se traducen en formas de sufrimiento.
Este sufrir, además de afectarnos a nosotros mismos
también repercute en quienes nos rodean.
Ejemplo:
Por desconocimiento, por ignorancia, nos dañamos y dañamos a los demás cuando somos arrastrados por un sentimiento que no vemos ni controlamos. O por un deseo o interés egoísta. O por un pensamiento fruto de una actitud intransigente. ...
- Ignorar como vivir, internamente, en equilibrio, en armonía, nos conduce frecuentemente al estrés, ansiedad, insatisfacción..., arrastrándonos al sufrir inútil.
- La ignorancia, personal, es la causa de la división (-separar, desunir- dentro de nosotros y con los demás), de la injusticia (iniquidad, abuso...), del egoísmo..., de los prejuicios
B-Verdad
La verdad siempre es relativa porque nuestro conocimiento está rodeado de ignorancia (falta de datos, de conocimiento).
Debido a nuestra parcialidad, condicionamiento..., ignorancia,
el Conocimiento, Verdad, Realidad..., están muy lejos de nosotros
La Ignorancia es una falta, deficiencia, carencia, ausencia,
tanto de datos o conocimiento,
como de aplicación óptima de ellos.
La Ignorancia es conocimiento en la sombra, es decir, no realizado, no manifestado, dormido, en letargo.
La mente produce fragmentos, no enteros,
relativos, no absolutos,
desequilibrios, no equilibrios,
parciales, no imparciales,
división, no unión
Nuestra Mente, lo que contiene, su funcionamiento, su capacidad,
es limitada, siempre parcial, nunca imparcial.
Además no puede evadirse de multitud de condicionamientos,
tanto internos, de la propia mente (interés, percepción incompleta, estado de ánimo, sentimiento no trascendido...),
como externos, de otras personas, de las circunstancias, de cuanto le rodea.
Esto determina que el conocimiento, la verdad, la realidad
no puedan ser globales, integrales,
sino siempre limitados, parciales y condicionados.
Son esas faltas, inexistencias, omisiones, la parte de ignorancia que la rodea.
La conclusión, el resultado al que llega la mente,
al que llegamos nosotros debido a ella,
siempre es relativo, contingente, accidental..., temporal, no definitivo, no concluyente, no total.
No Real, no cierto, no verdadero.
Nunca poseemos LA VERDAD, sino fragmentos de Ella.
Una verdad a medias (poseer fragmentos de LA VERDAD) puede resultar ser una falsedad y por tanto error.
El pensamiento, que todo lo escruta, indaga, examina, ignora todo sobre sí,
cómo nace y se hace,
a qué está condicionado,
cuáles son sus consecuencias, efectos, resultados...
Lo no recibido, lo omitido, lo ignorado por el pensador, tiene completa influencia sobre su pensar.
Y es el pensamiento lo que determina tanto la acción, como el estado de ánimo del pensador,
su armonía o desarmonía,
la base de su vida interior.
El pensamiento condiciona y determina lo que somos, hacemos, sentimos.
Todo conocimiento -y experiencia- lleva ignorancia, y de ese suelo nace el pensamiento .
Del suelo del conocimiento (explícito),
con su ignorancia (implícita),
nace el pensamiento.
Nuestra vida está condicionada a lo que pensamos,
el pensamiento es el mayor condicionamiento de nuestra vida
C-Libertad
La Ignorancia personal impide ser libre, es incompatible con la libertad.
La Mente es el panel de control, el cuadro de mandos, los instrumentos de navegación de nuestra vida. Creemos conocer y manejar los instrumentos y vivimos como si así fuera. Sin embargo ignoramos cuestiones esenciales:
-Cómo manejar adecuadamente los pensamientos, particularmente los compulsivos, que son los que condicionan nuestros estados, nuestra vida
-Cómo gobernar emociones, sentimientos, estados de ánimo que con frecuencia nos zarandean caprichosamente
-Cómo administrar los gustos y disgustos, los juicios y prejuicios, el interés y desinterés, las ganas y desganas...
No hay un experto en el panel de control, un jefe en el cuadro de mandos, un capitán en la nave.
No hay una autoridad competente para regir la Mente.
A lo sumo hay un ego, hombre de paja, marioneta de las circunstancias, representante ficticio que aparenta ser el que manda.
La Ignorancia de cómo funciona la Mente y la ausencia de autoridad sobre ella nos hace dependientes, prisioneros, vasallos de su tiranía, de sus oscilaciones. No hay libertad. Pero como siempre hemos vivido así, y a todos los que nos rodean les ocurre lo mismo, no nos damos cuenta de nuestro estado de esclavitud. ...y tendremos que crecer mucho (pasar muchos siglos quizás) para darnos cuenta de nuestro subyugado estado. Las cadenas no son fáciles de ver, aunque están ahí, a la vista.
No soy esclavo de nadie, porque la Mente, el Sistema Psicológico, también soy “yo”.
Soy esclavo de mi mismo,
eso sí, sin saberlo, sin darme cuenta, inconsciente, involuntariamente, pero esclavo, cautivo, prisionero, tiranizado
y además obediente, sumiso.
No soy libre aunque vivo en la ilusión, en la falsa creencia de serlo.
D-Consciencia
Mientras la oscuridad o ignorancia cubra cuanto toca la Mente, la Consciencia, que es Luz no podrá resplandecer
Mientras psicológicamente continuemos en la ignorancia, no tenemos posibilidad de acceso a la Realidad Consciente.
Sin comprender que somos básicamente ignorantes
no hay posibilidad de crecimiento, de transformación,
de entrar en la dimensión de la Consciencia.
La Luz (bien, sabiduría, armonía, verdad...) no es compatible con la oscuridad, ignorancia.
Para que se manifieste la Consciencia, para que despierte el Ser auténtico que somos, ha de realizarse el proceso de evolución de la Mente.
Así,
- Si hay Conflicto, que en definitiva lo produce la Mente,
- Si la Verdad es una quimera, fruto de la incompetencia de la Mente,
- Si estamos impedidos de Libertad, atrapados por los límites, parcialidad, condicionamientos de la Mente,
la Consciencia permanecerá inactiva, detrás del velo, esperando el momento adecuado para manifestar su esplendor.
La Luz de la Consciencia se replegará mientras el Poder de la oscuridad, Ignorancia, mantenga su hegemonía.
No obstante, a medida que progrese la Mente, la Consciencia irá tenuamente despertando.
Irán surgiendo chispas ocasionales de intuición, de comprensión, de Gozo, de Verdad, de Libertad...
Actualizado: 00:59 30/07/2013
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