El Príncipe Potemkin

El Príncipe Potemkin

El Príncipe (Reichsfürst) Grigory Aleksandrovich Potemkin-Tavricheski (en ruso: Григорий Александрович Потёмкин-Таврический, pronunciado Patyomkin pero conocido como Potemkin o Potyomkin) fue un líder militar, estadista, aristócrata y favorito de Catalina la Grande.

Pero principalmente una de las personalidades más potentes y célebres de la Rusia Imperial. Potemkin nació en una familia noble de terratenientes. La primera vez que atrajo el favor de la emperatriz Catalina fue para ayudarla en el golpe de estado de 1762, luego se distinguió como comandante militar en la Guerra Ruso-Turca de 1768. Se convirtió en amante de Catalina primero, en favorito después y, posiblemente, como lo sugiere en por lo menos 22 cartas, su consorte secreto. Después de que su pasión enfrió, permaneció como su amigo de toda la vida y su estadista preferido. La emperatriz le otorgó el título de Príncipe del Sacro Imperio Romano entre muchos otros: era a la vez Gran Almirante y jefe de todas las fuerzas terrestres e irregulares de Rusia. La definición de los logros de Potemkin incluye la anexión pacífica de la Crimea (1783) y la exitosa segunda Guerra Ruso-Turca (1787-1792).

En 1774, Potemkin se convirtió en gobernador general de las nuevas provincias del sur de Rusia. Gobernante absoluto, trabajó para colonizar las estepas salvajes, enfrentando firmemente a los cosacos que vivían allí. Fundó las ciudades de Kherson, Nikolayev, Sebastopol e Yekaterinoslav (hoy Dnipropetrovsk). Los puertos de la región se convirtieron en bases para su nueva Flota del Mar Negro. Su gobierno en el sur está asociado con la "aldea Potemkin", un método ficticio de engaño con la construcción de fachadas pintadas para imitar pueblos reales. Potemkin fue conocido por su amor por las mujeres, el juego y la riqueza material; él fue quien supervisó la construcción de varios edificios históricos importantes, incluyendo el Palacio Táuride en San Petersburgo.

Potemkin a los 35 años, con uniforme de la Guardia Preobrazhensky

En marzo de 1774 se convirtió en Teniente Coronel de la Guardia Preobrazhensky, un puesto anteriormente en manos de Alexei Orlov, y en Capitán de los Chevaliers-Gardes. En rápida sucesión, fue nombrado Gobernador General de Novorossiya, integrante del Consejo de Estado de Rusia Imperial, General en Jefe, Vice-Presidente del Colegio de Guerra y Comandante en jefe de los Cosacos. Estos puestos le hicieron rico y comenzó a vivir lujosamente. Para mejorar su posición social le fueron concedidas las prestigiosas Órdenes de San Alejandro Nevski y de San Andrés, junto con la polaca Orden del Águila Blanca, la prusiana Águila Negra, la Orden del Elefante, de Dinamarca, y la Real Orden del Serafín, de Suecia.

En noviembre de 1783 fue ascendido a Mariscal de Campo, cuando Crimea fue anexada formalmente el mes de febrero siguiente.También se convirtió en Presidente del Colegio de Guerra. La provincia de Táuride (Crimea) fue agregada al estado de Novorossiya (lit. Nueva Rusia). Potemkin se trasladó al sur a mediados de marzo, como el "Príncipe de Tauris". Había sido el namestvo (Gobernador General) de las provincias meridionales de Rusia (incluyendo Novorossiya, Azov, Saratov, Astracán y del Cáucaso) desde 1774, expandidas repetidamente a través de la acción militar. Mantuvo su propia corte, que rivalizaba con la de Catalina: por la década de 1780 operó una Cancillería con cincuenta o más empleados y tenía su propio ministro, Vasili Popov, para supervisar los asuntos del día.

La emperatriz Catalina en la época de su relación con Potemkin

Su personalidad y reputación

Potemkin "exudaba tanto amenaza como bienvenida"; era arrogante, exigente con sus cortesanos y muy cambiante en sus estados de ánimo, pero también fascinante, cálido y amable. Se convino generalmente entre sus compañías femeninas que Potemkin estaba "ampliamente dotado con 'sex appeal'". Luis Felipe, conde de Ségur, lo describió "colosal como Rusia", "una mezcla inconcebible de grandeza y pequeñez, pereza y actividad, valentía y timidez, ambición y despreocupación". El contraste interno se hizo evidente durante toda su vida: por ejemplo, frecuentaba la iglesia por un lado, pero asistía a numerosas orgías por otro.

En la visión de Ségur, los espectadores tenían una tendencia a atribuir injustamente a Catalina los éxitos de la época y a Potemkin los fracasos. Era un excéntrico adicto al trabajo, vano y gran amante de la joyería (un gusto que no siempre recordaba pagar), pero no le gustaba el servilismo y era sensible sobre su aspecto, particularmente su ojo perdido. Sólo accedió a hacerse retratos dos veces: en 1784 y en 1791, en ​​ambas ocasiones por Johann Baptist von Lampi y desde un ángulo que disimulaba su lesión.

Su Serena Alteza, Príncipe de Táuride, con la Orden de San Andrés, la Orden de San Vladímir, la Orden de San Alejandro Nevski, la Orden de San Jorge, la Orden de Santa Ana y la Orden del Águila Blanca.

Potemkin era también un intelectual. El Príncipe de Ligne señaló que Potemkin tenía "habilidades naturales [y] una excelente memoria". Se interesaba por la historia y el conocimiento en general. Amaba la música clásica de la época, así como la ópera. Le gustaba todo tipo de cocina, tanto la campesina como la elegante; entre sus platos favoritos estaban la carne asada y las patatas. Su anglofilia significaba que los jardines ingleses estaban preparados dondequiera que iba. Práctico político, sus ideas políticas eran "la quintaesencia de Rusia", y creía que en la superioridad de la autocracia zarista (una vez describió a los revolucionarios franceses como "una manada de locos"). Una noche, en el apogeo de su poder, Potemkin declaró a sus invitados a una cena:

Todo lo que he querido, he tenido ... Quería alto rango, lo tengo; quería medallas, las tengo; me encanta el juego, he perdido grandes sumas de dinero; me gusta dar fiestas, las he dado magníficas; disfruto construyendo casas, he levantado palacios; me gusta la compra de fincas, tengo muchas; adoro los diamantes y las cosas bellas, ninguna persona en Europa posee piedras más raras o más exquisitas. En una palabra, todas mis pasiones se han saciado. ¡Soy totalmente feliz!

Grigory Potemkin en 1790

En última instancia Potemkin demostró ser una figura controvertida. Los críticos le atribuyen "la pereza, la corrupción, el libertinaje, la indecisión, la extravagancia, la falsificación, la incompetencia militar y la desinformación a gran escala", pero los partidarios sostienen que sólo "el sibaritismo [devoción al lujo] y la extravagancia... están verdaderamente justificadas", haciendo hincapié en "la inteligencia, la fuerza de la personalidad, la visión espectacular, el coraje, la generosidad y los grandes logros". Aunque no es un genio militar, estaba "seriamente versado" en asuntos militares.

Su contemporáneo Ségur se apresuró a criticar, escribiendo que "a nadie se le ocurrió un plan más rápidamente [que Potemkin], llevándolo a cabo más lentamente y abandonándolo con mayor facilidad". Otro contemporáneo, el escocés Sir John Sinclair, añadió que Potemkin tenía "grandes habilidades", pero también un "valeroso y peligroso carácter". Opositores rusos como Semyon Vorontsov estaban de acuerdo: el príncipe tenía "mucha inteligencia, intriga y crédito", pero carecía de "conocimiento, aplicación y virtud".

El Palacio Táuride en San Petersburgo (1796). Se consideró la mayor residencia de un noble en el siglo XVII en Rusiay sirvió como modelo para innumerables casas solariegas dispersas por todo el Imperio ruso.

Familia

Potemkin no tuvo descendencia legítima, aunque es probable que sí la tuviera ilegítima. Cuatro de sus cinco hermanas vivieron lo suficiente para tener hijos, pero sólo las hijas de su hermana María Elena (a veces traducida como "Helena") recibieron una atención especial de Potemkin. Las cinco hermanas solteras de la familia Engelhardt llegaron a la corte en 1775 en la dirección de su padre Vassily, viudo recientemente. La leyenda sugiere que Potemkin pronto sedujo a varias de las chicas, uno de las cuales tenía doce años en aquella época. Una aventura con la tercera mayor, Bárbara, puede ser verificada; después de que se hubo calmado, Potemkin se relacionó estrechamente -y probablemente de manera romántica- con Alexandra, la segunda mayor, y Ekaterina, la quinta.

Potemkin también tenía familiares influyentes. La hermana de Potemkin, María, por ejemplo, contrajo matrimonio con el senador ruso Nicolás Samoylov: su hijo Alejandro fue condecorado por su servicio a las órdenes de Potemkin en el ejército y su hija Ekaterina se casó por primera vez con un miembro de la familia Raevesky y luego con el rico terrateniente Lev Davydov. Ekaterina tuvo hijos con ambos esposos, incluyendo el altamente condecorado general Nicolás Raevsky, sobrino nieto de Potemkin. Su extensa familia incluye varios primos lejanos, entre ellos el conde Pavel Potemkin, otra condecorada figura militar, cuyo hermano Mijaíl casó con la sobrina de Potemkin, Tatiana Engelhardt. Un sobrino lejano, Félix Yusupov, ayudó al asesinato de Rasputín en 1916.

Aleksandra von Engelhardt (1754-1838), Condesa Branicka por matrimonio, fue probablemente amante del Príncipe Potemkin

Suvorov, el Generalísimo

Aleksandr Vasílievich Suvorov (Александр Васильевич Суворов, conocido también como Aleksánder o Alexánder), Conde Suvorov de Rímnik, Príncipe de Italia (граф Рымникский, князь Италийский), fue el cuarto y último Generalísimo del imperio ruso, reconocido como

uno de los pocos grandes generales de la historia que nunca perdió una batalla. Se hizo famoso por su manual La ciencia de la victoria y notorio por su dicho «Entrenar duro, luchar calmado».

Alexander (apodado Sasha o Sandy) nació en Moscú, en el seno de una familia noble y terrateniente que procedía de la región de Novgorod. Su familia había emigrado de Suecia en 1622. Sasha entró en el ejército a los 17 años, sirviendo contra los suecos en Finlandia en 1741 y contra los prusianos durante la Guerra de los Siete Años (1756-1763). Ya hablaba francés, alemán, polaco e italiano y en su pre-adolescencia se había dedicado con devoción al estudio de varios autores militares. Tras distinguirse repetidas ocasiones en combate, fue nombrado coronel en 1762 (tenía alrededor de 33 años).

A continuación sirvió en Polonia durante la Confederación de Bar, dispersando a las fuerzas polacas bajo el mando de Pułaski. Atacó Cracovia (1768), y alcanzó el rango de mayor general. La guerra ruso-turca de 1768-1774 vio sus primeras campañas contra los turcos entre 1773 y 1774, y particularmente en la batalla de Kozludsí, en el último año, asentó su reputación.

Imagen del General Suvorov en una moneda de 50 rublos

En 1775, Suvorov fue enviado a suprimir la rebelión de Pugachev, quien reclamaba ser el Zar Pedro III, pero llegó a la escena sólo a tiempo de conducir el primer interrogatorio del líder rebelde, el cual había sido traicionado por sus aliados cosacos y posteriormente fue decapitado en Moscú.

El azote de polacos y turcos

Desde 1777 a 1783, Suvorov sirvió en Crimea y el Cáucaso, convirtiéndose primero en teniente general y luego en general de infantería, al momento de la conclusión de su trabajo. De 1787 a 1791 luchó de nuevo contra los turcos durante la Guerra Ruso-Turca y consiguió numerosas victorias. Por la última de ellas, Catalina la Grande le otorgó el título de victoria de Conde con el nombre "Rimniksky" agregado al suyo propio y el Sacro Emperador José II lo hizo Conde del Sacro Imperio Romano.

El 22 de diciembre de 1790, Suvorov atacó la impenetrable fortaleza de Izmaíl, en Besarabia. Las fuerzas turcas tenían órdenes de mantener la posición hasta el final y declinaron de forma arrogante el ultimátum ruso. La derrota significó una catástrofe de gran magnitud para el Imperio otomano, mientras que en Rusia la victoria fue glorificada en su primer himno nacional, «Deja que suenen los truenos de la victoria».

El Conde Alexsandr Suvorov Rimniksky

Inmediatamente tras la firma de la paz con los turcos, Suvorov fue transferido de nuevo a Polonia, donde asumió el mando de uno de los cuerpos de ejército que tomaron parte en la batalla de Maciejowice, en la cual capturaron al comandante en jefe de la insurrección polaca, Tadeusz Kościuszko. El 4 de noviembre de 1794, los cosacos de Suvorov atacaron Varsovia, y en lo que se conoció como la «Masacre de Praga», por la impotencia del general de impedírselos, capturaron uno de sus suburbios. La matanza denunciada de muchos civiles rompió el espíritu de los defensores, y rápidamente se puso fin a la sublevación de Kościuszko.

El comandante ruso envió un informe a su soberana que consistía en tres palabras:Ура, Варшава наша! (¡Hurra! Varsovia es nuestra.). La emperatriz rusa respondió de una forma igualmente breve: Ура, фельдмаршал! (Felicidades, Mariscal de Campo), otorgándole el título de esa forma. El recién nombrado Mariscal permaneció en Polonia hasta 1795, cuando volvió a San Petersburgo. Pero su soberana y amiga Catalina murió en 1796 y su sucesor el zar Pablo I le despidió, haciéndole caer en desgracia.

Suvorov entrando en Varsovia (1794)

La campaña italiana

Suvorov vivió entonces algunos años retirado en su finca de Konchanskoye, cerca de Borovichí, región de Nóvgorod. Criticaba las nuevas tácticas militares y los uniformes introducidos por el emperador y algunas de sus frases más cáusticas llegaron a los oídos de Pablo. Su conducta comenzó a ser vigilada, así como la correspondencia con su esposa, que permanecía en Moscú (ya que sus relaciones matrimoniales no eran buenas). Los domingos tocaba la campana de la iglesia y cantaba con los paisanos de la aldea; entre semana trabajaba con ellos como uno más. Pero en febrero de 1799, el Emperador Pablo le convocó de nuevo para ir al campo de batalla, esta vez contra los ejércitos revolucionarios franceses en Italia.

La campaña comenzó con una serie de victorias de Suvórov (Cassano d'Adda, Trebbia, Novi), las cuales redujeron el gobierno francés a una estrechez desesperada y expulsaron a los soldados franceses de Italia, salvados por los pocos que estaban bajo el mando de Moreau, que mantuvo el equilibrio en los Alpes marítimos y alrededor de Génova. El mismo Suvorov obtuvo el rango de Príncipe de la Casa de Saboya por parte del rey de Cerdeña.

Suvorov recibe en el exilio la orden del Emperador de mandar a sus ejércitos contra Napoleón.

Pero los últimos eventos de aquel año lleno de novedades se les pusieron de cara a Rusia. Las fuerzas del general Korsakov fueron vencidas por Masséna en Zúrich. Traicionado por los austriacos, el viejo mariscal de campo, tratando de pasar a través de los Alpes hasta el Rin superior, tuvo que retirarse a Vorarlberg, donde el ejército, prácticamente deshecho, sin caballos ni artillería, tenía sus cuarteles de invierno. Cuando Suvorov se hizo camino a través de las cumbres nevadas de los Alpes, su ejército se vio sometido a una dura prueba, aunque no fue derrotado. Por tan maravillosa retirada estratégica, no conocida desde los tiempos de Aníbal, Suvorov fue ascendido al rango de Generalísimo (el cuarto de Rusia). Se le prometió oficialmente que se le darían honores militares por su triunfo en Rusia, pero las intrigas de la corte llevaron al zar a cancelar la ceremonia.

A principios de 1800, Suvorov volvió a San Petersburgo. Pablo rehusó recibirle en audiencia y, herido y enfermo, el viejo veterano murió unos días después, el 18 de mayo. Lord Whitworth, el embajador inglés, y el poeta Gavrila Derzhavin fueron las únicas personas distinguidas presentes en su funeral.

Las tropas del Generalísimo cruzando los Alpes (1799)

Suvorov está enterrado en la iglesia de la Anunciación, en el monasterio Aleksandr Nevski. Una simple inscripción en su sepulcro reza, conforme a sus propios deseos: «Aquí yace Suvorov». Pero un año después de su muerte, el zar Alejandro I erigió una estatua a su memoria en el Campo de Marte de San Petersburgo.

Su familia

El hijo de Suvorov, Arcadio (1783-1811), sirvió como general en el ejército ruso durante las guerras turcas y napoleónicas a principios del siglo XIX, y se ahogó en el mismo río Rimnik que tanta fama le dio a su padre. Su nieto, Aleksandr Arkadievich (1804-1882), fue Gobernador General de Riga entre 1848 y 1861 y de San Petersburgo entre 1861 y 1866. La hija de Suvorov, Natalia Alexandrovna (1775-1844), casó con el Conde Nikolai Zubov.

Arcadio Suvorov, hijo del Generalísimo (1809)

Títulos

Su nombre completo y sus títulos son los siguientes: Aleksandr Vasíliyevich Suvorov, Príncipe de Italia (Kniaz Italyiskiy), Conde de Rímnik (Graf Rímnikskiy), Conde del Sacro Imperio Romano, Príncipe de Cerdeña, Generalísimo de las Fuerzas Terrestres y Navales de Rusia, Mariscal de Campo de los ejércitos de Austria y Cerdeña.

Fue receptor de las siguientes condecoraciones:

· Orden de San Andrés el Primer Apóstol

· Orden de San Jorge el Triunfante Primera Clase

· Orden de San Vladimiro Primera Clase

· Orden de San Alejandro Nevski

· Orden de Santa Ana Primera Clase

· Gran Cruz de la Orden de San Juan de Jerusalén

· Orden de María Teresa Primera Clase (Austria)

· Orden del Águila Negra (Prusia)

· Orden del Águila Roja (Prusia)

· Mención al Mérito (Prusia)

· Orden de los Santos Revelados Mauricio y Lázaro (Cerdeña)

· Orden de San Guberto (Baviera)

· La Leona de Oro (Baviera)

· Órdenes Unidas de la Carmelita Virgen María y San Lázaro (Francia)

· Orden del Águila Blanca (Polonia)

· Orden de San Estanislao (Polonia)

Suvorov en su uniforme del Regimiento Preobrazhenky y el bastón de Mariscal de Campo. Lleva en su pecho 10 condecoraciones y la banda azul de la Orden de San Andrés (la primera y más alta orden de caballería del imperio ruso).

Legado

Los rusos han mimado largamente la memoria de Suvorov. Se le considera el gran capitán de la nación rusa por el carácter de su liderazgo, acorde con el carácter del soldado ruso. En una época en la que la guerra se había convertido en una acción más de la diplomacia, él restauró su verdadero significado como acto de fuerza. Tuvo una gran simplicidad de maneras y mientras estaba en campaña vivía como un soldado raso, durmiendo sobre la paja y contentándose con la paga más humilde, aunque pasó por todos los rangos del servicio militar.

Sus mofas le procuraron no pocos enemigos. Como hombre de acción, despreciaba a los favoritos ignorantes y a los caballeros ornamentales de salón, pero sus chanzas sirvieron en ocasiones para esconder y muchas otras para expresar un genio militar cuyo efecto permaneció largamente en el ejército ruso. Si las tácticas de los rusos en la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905 reflejaron demasiado literalmente algunas de las máximas de las guerras turcas de Suvorov, el espíritu de sacrificio, la resolución y la indiferencia por las pérdidas que mostraron, creó un precioso legado procedente de estas guerras. Mikhail Ivanovich Dragomirov declaró que basó sus enseñanzas en las tácticas de Suvórov, las cuales tenía como representativas de las verdades fundamentales de la guerra y de las cualidades militares de la nación rusa.

La Orden de Suvorov

En 1900 se abrió el magnífico 'Museo de Historia Militar Suvorov' para conmemorar el centenario de la muerte del general. Fuera de San Petersburgo, se erigieron otros monumentos a Suvórov en Focsani, Ochákov, Sebastopol, Izmail, Tulchin, Kobrin, Novaya Ladoga, Jersón, Timanovka, Simferopol, Kaliningrado, Konchanskoye, Rymnik y en el Paso del Gotardo en los Alpes suizos. El 29 de julio de 1942, el Presidium del Soviet Supremo de la URSS estableció la Orden de Suvorov, que se otorgaba por las acciones ofensivas exitosas contra fuerzas enemigas superiores. El pueblo de Suvorovo en la Provincia de Varna, Bulgaria, fue nombrado así por el general, así como el barco ruso que descubrió la Isla Suwarrow (en realidad, un atolón coralino) en el Pacífico.

Monumento a Suvorov en el Paso de San Gotardo en los Alpes suizos.

Los Orlov

Orlov (en ruso: Орлóв) es una familia noble de Rusia que produjo distinguidos estadistas, diplomáticos y militares. La familia obtuvo distinción en la persona de los cuatro hermanos Orlov, el segundo de los cuales fue amante de Catalina la Grande y los dos menores notables comandantes militares.

Los hermanos Orlov

El Conde Grigory Grigoryevich Orlov (1734-1783), quien creó para su familia un lugar ilustre en la historia rusa, era hijo de Gregory Orlov, gobernador de la Gran Novgorod. Fue educado en el cuerpo de cadetes de San Petersburgo, comenzó su carrera militar en la Guerra de los Siete Años y fue herido en la batalla de Zorndorf. Mientras servía en la capital como oficial de artillería enamoró a la Gran Duquesa Catalina Alexeyevna, futura zarina, y lideró la conspiración que resultó con el destronamiento y muerte del esposo de la Gran Duquesa, Pedro III, en 1762.

Catalina lo elevó entonces al rango de Conde y lo hizo General-adjunto, Director-general de ingenieros y General-en-jefe. Tuvieron un hijo ilegítimo, Alexei, que nació en 1762 y le fue dado el nombre del pueblo de Bobriki, donde vivió; de él desciende la línea de los Condes Bobrinsky. La influencia de Orlov se convirtió en decisiva luego del descubrimiento del complot de Khitrovo para dar muerte a la familia Orlov al completo. En una época la zarina decidió casarse con su favorito, pero el plan se frustró por su influyente asesor Conde Nikita Panin.

El más célebre de los hermanos Orlov, Grigory

Grigory Orlov no era estadista, pero tenía un rápido ingenio, una exacta apreciación de los acontecimientos y fue un consejero útil y comprensivo durante la primera parte del reinado de Catalina. Tanto por motivos patrióticos como económicos, se entregó con entusiasmo a la causa de mejora de la condición de los siervos y su emancipación parcial. Fue uno de los primeros propagandistas de la idea de la emancipación de los cristianos al yugo otomano. En 1771 fue enviado como primer embajador plenipotenciario ruso al congreso de paz de Focşani; pero falló en su misión, debido en parte a la obstinación de los otomanos y en parte (de acuerdo con Panin) a su propia indignante insolencia. De regreso sin permiso a su Palacio de Mármol en San Petersburgo, se encontró sustituido en el favor de la emperatriz por Grigory Potemkin, mucho más joven que él.

Con intenciones de recuperar el afecto de Catalina, Grigory le obsequió con uno de los más grandes diamantes conocidos. Con 189 quilates, era originario del sur de la India y la zarina lo bautizó con el nombre del conde, encomendando a su joyero Troitinsky la confección de un cetro –que se completó en 1784-, en el que incorporó la reliquia. Pese a todo, el conde no logró la finalidad deseada y se convirtió en persona non grata en la corte, por lo que se retiró al extranjero por algunos años. Regresó a Rusia unos meses antes de su muerte, que tuvo lugar en Moscú en 1780. Ya maduro, había contraído matrimonio con su sobrina, Madame Zinovyeva, pero no tuvieron hijos.

Salón Vestidor del Conde Orlov en el Palacio Gatchina. La propiedad y el castillo fueron vendidos a la Corona en 1783.

El Conde Alexey Grigoryevich Orlov (1737–1808), hermano del anterior, fue, por lejos, el más capaz de los miembros de la familia y también notable por su fuerza y destreza física. En la revolución palaciega de 1762 jugó un importante rol, incluso más que su hermano Grigori. Trasladó al zar Pedro III al castillo de Ropsha y lo asesinó con sus propias manos.

En 1770 fue nombrado Comandante-en-jefe de la flota enviada contra los turcos, cuya armada por lejos superior Orlov aniquiló en la batalla de Chesma, una victoria que se llamó la Revuelta Orlov y que conquistó el archipiélago griego. Por este hecho recibió, en 1774, un título de victoria honorífico, el de Príncipe Chesmensky, y el privilegio de incluir las armas imperiales en su escudo de armas personal.

Alexey Orlov

El mismo año, a requerimiento de la emperatriz Catalina, fue a Livorno a seducir y traer a Rusia a la Princesa Elizabeth Alexeyevna Tarakanova, quien se proclamaba hija natural de la emperatriz Isabel. Habiendo realizado con éxito este inusual encargo, se retiró de la vida pública y se estableció en Moscú. Allí se dedicó devotamente a la cría de ganado y produjo la “más fina raza de caballos” entonces conocida, los “Trotadores Orlov”, a través de la cruza de caballos árabes con los más pesados pero briosos Frisones holandeses y los altos, ligeros sementales ingleses de carrera. También refinó y popularizó una variedad de pollos, llamados hoy Orloff en su honor.

En las Guerras Napoleónicas durante 1806-1807, Orlov comandó la milicia del quinto distrito, que fue puesta en guerra casi enteramente a sus propias expensas. Dejó una herencia por valor de cinco millones de rublos y 30.000 siervos.

Alexey Orlov-Chesmensky corriendo con su semental Bars I, el más famoso de los Trotadores Orlov. En el siglo XIX, los “Trotadores Orlov” eran considerados los más rápidos de Europa.

Los otros Condes Orlov

El mayor y menos notable de los cuatro hermanos Orlov fue Ivan Grigoryevich Orlov (1733-1791). Después de la muerte de su padre en 1746 se convirtió en cabeza de la familia; todos los hermanos Orlov lo veían y respetaban como un segundo padre. Tuvo una existencia modesta manejando las propiedades familiares. Incluso después de la revolución de 1762, cuando los Orlov se convirtieron en condes y obtuvieron enorme fortuna, él aparentemente rehusó cualquier carrera estatal y título nobiliario y continuó viviendo en Moscú y en las fincas de la familia.

El cuarto hermano Orlov fue el Conde Fyodor Grigoryevich (1741-1796), un general que primero se distinguió en la Guerra de los Siete Años. Participó con sus hermanos mayores en el golpe de estado de 1762, después del cual fue nombrado Jefe Procurador y Senador de Gobierno. Durante la primera Guerra Ruso-Turca (1768-1774) de Catalina II sirvió bajo las órdenes del Almirante Spiridov y fue uno de los primeros en quebrar la línea turca en la batalla de Chesme. Consecuentemente, en la batalla de Hydra, destruyó dieciocho navíos turcos. Estas proezas fueron, por orden de Catalina, conmemoradas con una columna triunfal, coronada con trofeos navales, que se erigió en Tsarskoie Selo. En 1775 se retiró del servicio público. Nunca se casó, pero tuvo cinco hijos naturales, que la emperatriz Catalina legitimizó y ennobleció.

El Conde Ivan Orlov

El más joven de los hermanos Orlov fue el Conde Vladimir Grigoryevich (1743-1831). Tenía solo 19 cuando sus hermanos mayores accedieron al poder y lo consideraron tan sabio como para enviarlo a la Universidad de Leipzig. Aunque su educación fue más espasmódica que buena, la emperatriz lo nombró Presidente de la Academia Rusa de Ciencias a su retorno cuatro años más tarde. Su ignorancia del latín lo llevó a retirar ese idioma de la Academia: fue reemplazado por el alemán, en el cual Orlov era más fluido. Se convirtió en patrono de científicos alemanes como el zoologista y botánico Peter Simon Pallas e invitó a varios de ellos a Rusia. En 1767 acompañó a Catalina II durante su viaje a lo largo del Volga, documentándolo en un diario. Después que su hermano cayó en desgracia, Vladimir fue removido de su puesto y se retiró a sus poblados.

Este Orlov tuvo varias hijas, una de ellas esposa de Nikita Petrovich Panin, y un hijo -Conde Grigory Vladimirovich (1777–1826)-, quien murió antes que su padre. Grigory el Joven fue devoto de las ciencias como su padre. En 1799 casó con la Condesa Anna Saltykova y viajó a Francia, Italia y Suiza. Viviendo en París, Orlov tradujo al francés algunas fábulas de Ivan Krylov. Después de la muerte de su esposa, el Conde Orlov regresó a Rusia y desde 1809 fue miembro honorario de la Academia Rusa de Ciencias. Sus tres hijos nacieron fuera del matrimonio.

La Condesa Anna Orlova

Príncipes Orlov

El Príncipe Alexey Fyodorovich Orlov (1787-1862), hijo natural del conde Fyodor Grigoryevich, tomó parte en todas las guerras napoleónicas desde 1805 hasta la captura de París. Por sus servicios como comandante de la caballería de los Life Guards con ocasión de la rebelión de 1825 fue creado Conde y en la Guerra Ruso-Turca de 1828-1829 ascendió al rango de Teniente-general. En esta época comienza la brillante carrera diplomática de Orlov.

Estuvo presente como enviado plenipotenciario ruso al Tratado de Adrianópolis y en 1833 fue nombrado embajador ruso en Constantinopla, teniendo al mismo tiempo el puesto de Comandante-en-jefe de la flota del Mar Negro. Asimismo se convirtió en uno de los agentes de más confianza de Nicolás I, a quien acompañó durante su tour por el extranjero en 1837. De 1844 a 1856 estuvo a cargo de la Tercera Sección o policía secreta. En 1856, cuando fue uno de los plenipotenciarios que concluyó la Paz de París, recibió la dignidad de Príncipe, siendo nombrado presidente del Consejo del Estado Imperial y del Consejo de Ministros. En 1857, durante la ausencia del emperador, presidió la comisión formada para considerar la cuestión de la emancipación de los siervos, a la que era hostil. Murió en 1862 en San Petersburgo.

El Príncipe Nikolay Orlov

Su único hijo, Príncipe Nikolay Alexeyevich Orlov (1827-1885), fue un distinguido diplomático y escritor. Primero realizó una carrera militar, siendo seriamente herido en la Guerra de Crimea. Consecuentemente entró en el servicio diplomático y representó a Rusia, sucesivamente, en Bruselas (1860-1870), París (1870-1882) y Berlín (1882-1885). Como escritor se situó en la vanguardia de la reforma. Sus artículos sobre los castigos corporales, que aparecieron en “Russkaya Starina” en 1881, trataron sobre su abolición. También abogó sobre la tolerancia hacia los disidentes.

El Príncipe Alexey tenía un hermano, Mikhail Fyodorovich Orlov (1788-1842), quien tomó parte activa en las guerras napoleónicas y recibió el rango de General-mayor cuando regresó a Rusia en 1814. Amigo de Alexander Pushkin y convencido liberal, concentraría su atención en los proyectos de emancipación de los siervos y la introducción del gobierno republicano en Rusia. Desde 1818 estuvo a cargo de la sección Kishinev de la sociedad Decembrista. Cuando la revuelta falló, fue arrestado pero puesto en libertad bajo fianza a través de la mediación de su hermano. Se estableció entonces en Moscú y publicó un estudio pionero sobre el crédito estatal.

El Palacio Gatchina. El Monumento al Águila en los jardines refiere al apellido Orlov, derivado de la palabra rusa para “águila”.

Casa Romanov

La Dinastía Romanov, establecida en Moscú desde el siglo XIV, que accedió al trono en 1613 con la entronización de Miguel I, hijo del patriarca Filareto (primo de Fiódor I de Rusia) y rigió el país hasta que la Revolución de Febrero de 1917 obligó al zar Nicolás II a abdicar.

Joyas de la Corona rusa

Origen

El Patriarca Filareto, nacido Fiódor Nikitich Romanov, era hijo de Nikita Romanovich Zajarín-Yúriev, hermano de Anastasia Romanovna Zajarina (esposa favorita de Iván IV el Terrible), ambos hijos de Román Zajarín-Yúriev (del cual procede el nombre Romanov), descendiente directo de Andrey Ivánovich Kobyla, de origen lituano, boyardo del siglo XIV que estaba al servicio de Simeón I de Rusia. Algunos lo hacen descender de Julio César y es antepasado de, mínimo, 24 familias nobles, aparte de la mencionada.

Ganaron influencia durante el Gran Interregno generado por la muerte de Iván IV (1584). En 1613 una asamblea de nobles eligió zar al sobrino nieto de Iván, Miguel I, con el que se inició la dinastía. A Miguel le sucedieron su hijo Alexis I y su nieto Fiódor III, cuya muerte inició un conflicto sucesorio entre los descendientes de Alexis I, Pedro el Grande y sus hermanastros Iván V y Sofía.

Proclamación del Zar Miguel (1613)

La influencia alemana

Pedro se impuso a Iván V en 1689 e inició un reinado marcado por la modernización de Rusia, que impulso la colonización territorial y la fundación de San Petersburgo. Fue el primer monarca en adoptar el título de Zar de todas las Rusias. Pedro cambió la ley de sucesión, estableciendo que cada monarca sería libre de escoger a su sucesor.

Sin embargo, él mismo murió antes de haber establecido quién sería su sucesor. Los boyardos escogieron a su esposa, Catalina I (1725) como zarina. Al morir ésta, el trono volvió al linaje Romanov con su nieto Pedro II (1727) y su sobrina Ana Ivanovna (1730). Finalmente Iván VI, quien era alemán, se convirtió en Zar. Los Romanov volvieron al trono con la hija de Pedro I, la Zarina Isabel (1741). Con ella se extinguió el linaje y, aunque la dinastía conservó el nombre de Romanov, de hecho fue sustituida por la Casa de Holstein-Gottorp.

Blasones Holstein-Gottorp-Romanov

La coronación de Pedro III (sobrino de Isabel) en 1761, reforzó la presencia alemana en la Rusia imperial. Este zar sentía profunda admiración por Federico II el Grande de Prusia, por que una vez en el poder concertó la paz en la Guerra de los Siete Años.

Una conspiración de la nobleza y del clero obligó a Pedro III a abdicar, sucediéndole su esposa, Catalina II de Rusia (nacida en Prusia) 1762, quien usurpó el trono a su hijo, Pablo I, aunque le designó para sucederle en el Trono. Pablo murió asesinado en una conspiración encabezaba por su hijo, el príncipe Constantino en 1801. El trono recayó en el nieto de Catalina, Alejandro I (1777- 1825), y después en su hermano, Nicolás I (1825-55). Luego se siguió el orden sucesorio normal de padres a hijos, con Alejandro II (1855-81), Alejandro III (1881-94) y Nicolás II (1894-1917).

Catalina la Grande (1762-1796)

Trescientos cuatro años después de instalarse la dinastía Romanov en el trono ruso con Mijail Feodorovich como soberano de toda Rusia llegaría a un final brutal con el asesinato de Nicolás II por los bolcheviques.

Nicolás II tenía una débil personalidad y no estaba preparado para su futuro puesto como Zar. Este hombre, quien solamente le inspiraba su tranquila vida familiar, se convirtió en la cabeza de un enorme estado lleno de cambios después de la muerte de su padre. El no tenía anticipado tal cambio en Rusia y siempre reaccionaba bajo presión de los eventos, demasiado tarde, o torpemente. Además, era consciente del principio santo de su misión y que siempre defendería la monarquía cuando las concesiones fueran inevitables.

La esposa de Nicolás II era una princesa de Hesse, nieta de la Reina Victoria de Inglaterra, y se convirtió en Alejandra cuando se unió a la Iglesia Ortodoxa Rusa en preparación para su boda. El matrimonio tuvo cinco hijos: las Grandes Duquesas Olga, Tatiana, María y Anastasia y el Zarevich Alexis Nikolaievich.

La boda de Nicolás y Alejandra (1895)

El arresto de los Romanov

El gobierno de Aleksandr Kérensky retuvo a la familia imperial bajo arresto domiciliario en su palacio. Sus primeras intenciones eran mandarlos en exilio a Inglaterra, pero el gobierno no podría seguir haciéndole frente al crecimiento de poder de los bolcheviques. Para el invierno de 1917, los bolcheviques habían prevalecido sobre los mayores grupos revolucionarios y tenían bajo su control Moscú y San Petersburgo. Muy pronto, establecieron un gobierno.

Nicolás fue el último Zar de Rusia, siendo destronado por la revolución de febrero, producida en el marco de la Primera Guerra Mundial. Después de la revolución de Octubre, los bolcheviques asesinaron a la familia real en Ekaterinburgo en 1918.

Después del asesinato de Miguel IV en Perm y de Nicolás II y su hijo Alexis Nicoláyevich en Ekaterinburgo se inicia un gran conflicto familiar por establecer a quien corresponden los derechos de sucesión al trono de Rusia. El primo de Nicolás II, el Gran Duque Cirilo Vladimirovich (1876-1938) se convirtió en el varón agnado de la dinastía y pretendiente al trono. En 1924, en el exilio, se proclamó Zar de todas las Rusias. Su único hijo varón, el Príncipe Vladimir Kirilovich de Rusia, murió en Miami en 1991. La hija de éste, María Vladimirovna, retomó sus derechos. Los demás descendientes varones de la dinastía están congregados en una Asociación de la Familia Romanov, cuyo jefe es el Príncipe Nicolás Romanovich, nacido en 1922 y residente en Suiza.

S.A.I Gran Duquesa María Vladimirovna Románova

Monarcas de la Casa Romanov

Miguel I Fiódorovich (1613-1645)

Alexis I Mijaílovich el Pacífico (1645-1676), hijo de Miguel III

Fiódor III Alekséyevich (1676-1682), Teodoro III de Rusia, hijo de Alexis I

Iván V Alekséyevich (1682-1696), hermano de Teodoro III,

Pedro I Alekséyevich el Grande (1682-1725), hermano de Teodoro III,

Catalina I Alekséyevna (1725-1727), viuda de Pedro I, de soltera Marta Skavronska

Pedro II Alekséyevich (1727-1730), hijo de Alexis Petrovich, primogénito de Pedro I

Ana Ivánovna (1730-1740), hija de Iván V

Iván VI Antónovich (1740-1741), hijo de Ana Leopoldovna,

Isabel I Pétrovna la Clemente (1741-1762), hija de Pedro I y Catalina I

Pedro III Fiódorovich (1762), hijo de Ana Pétrovna, hija de Pedro I

Catalina II Alekséyevna la Grande (1762-1796), viuda de Pedro III, de solteraSofía de Anhalt-Zerbst

Pablo I Pétrovich (1796-1801), hijo de Pedro III y Catalina II

Alejandro I Pávlovich (1801-1825), hijo de Pablo I

Nicolás I Pávlovich (1825-1855), hermano de Alejandro I

Alejandro II Nikoláyevich (1855-1881), hijo de Nicolás I

Alejandro III Aleksándrovich (1881-1894), hijo de Alejandro II

Nicolás II Aleksándrovich (1894-1917), hijo de Alejandro III

Miguel Aleksándrovich, Miguel IV de Rusia (1917), hermano de Nicolás II