El Duque de Marlborough_Casa de Spencer-Churchill

El Duque de Marlborough_Casa de Spencer-Churchill

Duque de Marlborough (nombrado a partir de la población de Marlborough, en Wiltshire) es un título hereditario de la Nobleza de Inglaterra que se ha mantenido en la familia Churchill.

El linaje de las Casas Churchill y Spencer-Churchill, Duques de Marlborough y Pares del Reino Unido desde 1702, fue fundado por John Churchill (1650-1722), hombre de armas y político cuya vida abarcó el reinado de cinco monarcas (Carlos II, Jacobo II, Guillermo III, Ana de Gran Bretaña y Jorge I). Se distinguió como general en la Guerra de Sucesión Española. En 1689, tras la victoria de Guillermo III, fue nombrado Conde de Marlborough y consejero privado del nuevo rey. En 1702, al convertirse en reina la hija de Jacobo II, Ana de Gran Bretaña, Marlborough recibió el título de duque.

John Churchill, cuya esposa fue una de las favoritas de la reina, había sido hecho Lord Churchill de Eyemouth en la nobleza de Escocia (1682), el cual se extinguiría con su muerte y luego conde de Marlborough. La reina Ana honró a Churchill después de su liderazgo de las victorias contra los franceses el 13 de agosto 1704 cerca del pueblo de Blenheim sobre el río Danubio (Batalla de Blenheim), concediéndole la propiedad real de Woodstock y construyéndole una casa a sus propias expensas que sería llamada Blenheim. Ésta fue comenzada en 1705 y completada en 1722, año de su muerte. Blenheim Palace permanece siendo la residencia ducal de Marlborough.

El primer duque fue honrado también con títulos imperiales: José I lo creó Príncipe del Sacro Imperio Romano en 1704 y en 1705 fue creado Príncipe Imperial de Mindelheim (que una vez había sido señorío del notable soldado Georg von Frundsberg). Sin embargo, se vio obligado a entregar Mindelheim en 1714 por el Tratado de Utrecht, que volvió a Baviera. De acuerdo a algunas fuentes, recibió a cambio el principado de Mellenburg. En cualquier caso, sus títulos imperiales no pasaron a sus hijas (el Imperio operaba la Ley Sálica, impedía la sucesión femenina), por lo que se extinguieron a su muerte en 1722.

El 1r Duque de Marlborough y su familia: a su izquierda están Elizabeth, Mary, la Duquesa, Henrietta, Anne y John.

El duque de Marlborough tiene los siguientes títulos subsidiarios:

· Barón Spencer, de Wormleighton (1603)

· Conde de Sunderland (1643)

· Barón Churchill, de Sandridge (1685)

· Conde de Marlborough (1689)

· Marqués de Blandford (1702)

Todos estos títulos están en la nobleza de Inglaterra. El título de Marqués de Blandford es utilizado como título de cortesía para el hijo mayor y heredero del Duque. El hijo mayor del hijo mayor del duque puede utilizar el título de cortesía de Conde de Sunderlan

Sarah Churchill (nacida Jennings), consorte del 1r Duque

Los posteriores Duques de Marlborough descienden del primer duque pero no en línea masculina. Dado que el primer duque no tuvo hijos supervivientes, una especial Ley del Parlamento (1706) le autorizó que el título pasara a su hija mayor –Lady Henrietta Churchill- por propio derecho. Una hija más joven, Lady Anne Churchill, casó con Charles Spencer, 3r Conde de Sunderland (1674-1722), Caballero de la Jarretera, Lord Tesorero de Gran-Bretaña e Irlanda. De este matrimonio descienden los actuales duques de Marlborough que, por ende, originalmente llevaban el apellido Spencer.

Sin embargo, George Spencer, 5º duque de Marlborough, obtuvo una Licencia Real en 1817 para asumir el apellido “Churchill” y añadirlo después del suyo para conservar y transmitir a sus descendientes la memoria de su antepasado John Churchill, 1er duque de Marlborough. El apellido compuesto así, Spencer-Churchill, ha permanecido en la familia hasta hoy, aunque algunos de sus más famosos miembros han preferido ser llamados con el simple “Churchill”, como el Primer Ministro Sir Winston Churchill (nacido en Blenheim Palace el 30 de noviembre 1874).

George Spencer-Churchill, 5º Duque de Marlborough

El título de Conde de Marlborough, que fue creado para Churchill en 1689, se había creado un tiempo antes en la historia británica, para James Ley, en 1626. Este título se había extinguido en 1679.

Sucesión

El Ducado de Marlborough es el único ducado en el Reino Unido que aún puede ser pasado a una mujer y a través de una mujer. Sin embargo, no sigue una línea de primogenitura de preferencia masculina como la mayoría de los otros títulos que permiten la sucesión por mujeres y descendientes cognados. En realidad, sigue una especie de Ley semi-Sálica. La sucesión para el ducado es la siguiente:

Los herederos masculinos del engendrados legalmente desde 1r duque;

su hija mayor y los herederos masculinos legalmente engendrados de ella;

sus segunda y otras hijas, en orden de edad, y los herederos masculinos legalmente engendrados de ellas;

la hija mayor de su hija mayor y los herederos masculinos legalmente engendrados de ella;

todas las otras hijas de sus hijas y los herederos masculinos legalmente engendrados de ellas;

y otros descendientes en considerados en el futuro con la intención de que el título Marlborough nunca se extinga.

Grabado del siglo XVIII que muestra el gran patio y la fachada norte de Blenheim Palace, la única residencia campestre no episcopal de Inglaterra en recibir el título de “palacio”.

Sin embargo, es muy poco probable actualmente que el ducado pase a una mujer o a través de una mujer, ya que todos los herederos agnados de Anne Spencer, Condesa de Sunderland - incluyendo la línea de los Condes Spencer así como la familia Spencer-Churchill - habrían de extinguirse. Si eso llegara a suceder, los títulos Churchill pasarían al actual Conde de Jersey, el heredero masculino de Anne Villiers, Condesa de Jersey, hija de Elizabeth Egerton, duquesa de Bridgwater, hija menor del 1r Duque.

El lema español

El significado del lema "Fiel pero desdichado" puede aludir a la pérdida del primer duque de su casa y sus tierras como consecuencia de su lealtad al rey. Excepcionalmente, se encuentra en lengua española en lugar del latín clásico, posiblemente debido a que el primer duque fue honrado después de la Batalla de Blenheim, una gran victoria que ayudó a la posición del reclamante austríaco en la Guerra de Sucesión española.

Condes de Marlborough, segunda creación (1689)

Otros títulos: Lord Churchill de Eyemouth, en el condado de Berwick (1682) y Barón Churchill de Sandridge, en el condado de Hertford (1685)

John Churchill, 1r Conde de Marlborough (1650-1722), se convirtió en duque de Marlborough en 1702

Duques de Marlborough (1702)

Otros títulos: Marqués de Blandford (1702), Conde de Marlborough, en el condado de Wiltshire (1689) y Barón Churchill de Sandridge , en el condado de Hertford (1685)

Otros títulos (1r Duque): Lord Churchill de Eyemouth, en el condado de Berwick (1682)

Sir John Churchill, 1r Conde y 1r Duque de Marlborough, Par del Reino Unido (1650-1722)

Henrietta Churchill, 2ª Condesa y Duquesa de Marlborough (1681-1733)

Henrietta Godolphin (nacida Churchill), 2ª Duquesa de Marlborough

Otros títulos (a partir del 3r Duque): Conde de Sunderland (1643) y Barón Spencer de Wormleighton (1729)

Charles Spencer, 3r Duque de Marlborough (1706-1758)

George Spencer, 4º Duque de Marlborough (1739-1817)

George Spencer-Churchill, 5º Duque de Marlborough (1766-1840)

George Spencer-Churchill, 6º Duque de Marlborough (1793-1857)

John Winston Spencer-Churchill, 7º duque de Marlborough (1822-1883)

George Charles Spencer-Churchill, 8º duque de Marlborough (1844-1892)

Charles Richard John Spencer-Churchill, 9º Duque de Marlborough (1871-1934)

John Spencer-Churchill, 10º Duque de Marlborough (1897–1972)

John Spencer-Churchill, 11º Duque de Marlborough (n. 1926)

Heredero aparente: Jamie Spencer-Churchill, Marqués de Blandford (n. 1955), hijo mayor sobreviviente del 11º Duque

Heredero de Lord Blandford: George Spencer-Churchill, Conde de Sunderland (n. 1992), su hijo mayor

El actual Duque de Marlborough (John Spencer-Churchill)

La Duquesa de Marlborough

Consuelo Vanderbilt (1877-1964) era una de las más ricas herederas de la ciudad de Nueva York –la fortuna Vanderbilt era astronómica- y fue forzada por su madre, Alva, a casarse a los 19 años con Charles Spencer-Churchill, 9º Duque de Marlborough, sobrino de una coterránea suya, Jennie Jerome, y primo hermano de Sir Winston Churchill. La joven no estaba interesada en lo más mínimo en este matrimonio pues ya estaba comprometida en secreto con Winthrop Rutherford.

Consuelo, Duquesa de Marlborough (1899)

Pero su madre empleó toda clase de argucias para doblegar la voluntad de Consuelo, intentó imponer su autoridad materna, la encerró bajo llave y finalmente se fingió enferma hasta que logró su objetivo: emparentar con la más rancia nobleza inglesa. A la joven le quedó muy claro cuál era su lugar en el cuadro: su dote salvaría a un duque arruinado –vivir en un palacio como Blenheim con la pompa y circunstancia que él consideraba esenciales exigía grandes sumas de dinero-; a su vez, él daría a Consuelo el título de duquesa, precisamente lo que Alva ansiaba.

El Palacio de Blenheim, en Oxfordshire

William K. Vanderbilt pagó más de 2.5 millones de dólares en bonos ferroviarios, cien mil dólares anuales vitalicios al duque y una dote de 15 millones de dólares por la pobre Consuelo, quien sería terriblemente infeliz con su marido forzoso. Apenas salieron de la ceremonia nupcial Consuelo y Sunny –“Alegre”-, como le llamaban, no porque tuviese una inclinación benévola y amable, sino más bien porque uno de sus títulos era el de conde de Sunderland, la flamante duquesa comprendió que había pasado de la condición de peón en el juego de su madre a lo que su marido llamaba “un eslabón en la cadena”, refiriéndose a la importancia de asegurar la supervivencia de la familia. La pareja acabó divorciándose en 1921 tras un infierno de riñas y disputas y dos hijos en común: el primógenito William, futuro duque de Malborough –décimo en su nombre- y Lord Ivor.

Su Gracia, El Duque de Marlborough

La duquesa aparecía apartada de las preocupaciones de la moda y era sin embargo mucho más elegante que la mayoría de las bellezas heroicas de apogeo eduardiano. Aunque inmensamente alta y excesivamente delgada, con un cuello de caña y una cintura de avispa, nunca tuvo nada de esbelta, de mimbreña podríamos decir, ni siquiera en su primera juventud. Resultaba rígida de cuerpo y de cara como un ídolo cretense. Con sus contornos desvanecidos aunque compactos, sus movimientos eran ceremoniosos y parecían pasarse la vida simplificando su propia silueta.

Consuelo con su primo político, Winston Churchill, en Blenheim Palace (1902)

Desde el tiempo en que Consuelo llevaba su famoso petillo de diamantes y sobrepujó la esencial fealdad del vestuario de esposa de Par en la ceremonia de la coronación de Eduardo VII, pasando luego por el período de los canotier y los sombreros de campana, hasta que llegó a ser una dama de pelo blanco con su trilby victoriano de violetas de Parma, mantuvo siempre un estilo que podía ser fácilmente reconocido a primera vista. La cara menuda y simétrica, la sonrisa fruncida y la nariz arremangada fueron captadas por Hellen, por Sargent (que hizo un épico retrato de familia para ser colgado en Blenheim Palace) y, más que ninguno, por el gran pintor de la elegancia, Giovanni Boldini.

Consuelo, Madame Balsan (1963)

Consuelo Vanderbilt nació en marzo de 1877, era hija de William Kissam Vanderbilt y Alva Erskine Smith. Casó primero con el 9º Duque de Marlborough en 1896 en la ciudad de Nueva York y por segunda vez con el Teniente coronel Louis-Jacques Balsan en julio de 1921 en Londres. Murió el 6 de diciembre de 1964 a los 87 años.

La Duquesa de Marlborough

Lillian Warren Price (1854-1909) era hija del Comodoro Cicero Price. Casó primero con Louis Carré Hammersley y, al enviudar, contrajo matrimonio con George Charles Spencer-Churchill, 8º duque de Marlborough, hijo de Sir John Winston Spencer-Churchill, 7º duque de Marlborough y de Lady Frances Anne Emily Vane, el 29 de junio de 1888 en la ciudad de New York.

Lillian Warren Price Hammersley

George Spencer Churchill, conocido como Blandford, era hermano de lord Randolph Churchill y tomó nota del matrimonio de éste con una heredera, cruzando el Atlántico para encontrar una para sí. La prensa norteamericana no estaba impresionada: “Todo lo que Su Gracia de Marlborough trajo estaba limpio, excepto su reputación”. De hecho, él era desde siempre un “chico malo", como lo llamó el Príncipe de Gales. Le había sido infiel a su primera esposa y, peor aún, sus affaires adúlteros se hicieron públicos. Fue condenado al ostracismo por la Familia real y, en consecuencia, por el resto de la sociedad.

Lily Hammersley no era solo rica –su primer marido le dejó sus millones-, era amable, gentil y una mujer de raza para calmar el ego de un hombre. Probablemente cometió el error de pensar que podía cambiar a su esposo y llegar a ser una duquesa. Lo que supo demasiado tarde era cuán hueco fue tal título. Las puertas de la sociedad le fueron cerradas debido a la mala reputación de su marido. También por esa época, las madres aristocráticas de Inglaterra estaban realmente cansadas de ver evaporadas las perspectivas maritales de sus hijas con cada novia nueva que llegaba de América.

El 8º Duque de Marlborough

Una crónica de la prensa londinense en agosto de 1888 cuenta que “la nueva Duquesa de Marlborough se ha convertido en una figura de la sociedad de Londres. El Duque y la Duquesa viven actualmente con la Duquesa viuda de Marlborough, que ha tenido la amabilidad de acoger bajo su seno a su "rica nuera". La cuenta de cheques de la nueva duquesa ha permitido al duque comprar la mansión de Lord Brownlow en Carlton House Terrace, donde la joven pareja ducal mantendrá su “cuartel general” la próxima temporada social. Planean volver a Blenheim, la antigua gloria que ha de ser revivida por el talismán del dólar americano. La ex Sra. Hammersley de Troy, NY, ha heredado 6 millones de dólares después de la muerte de su primer marido”.

Lillian, Duquesa de Marlborough

Los ácidos diarios neoyorquinos, sin embargo, describían a la viuda de Hammersley como “una mujer de aspecto vulgar, mal vestida, con bigote”, cuya fortuna había sido saqueada por el octavo duque de Marlborough para instalar calefacción central y luz eléctrica en el palacio de Blenheim. Desde los tiempos del primer duque, Blenheim había sido una carga imposible. La primera duquesa de Marlborough había comentado desalentada que Blenheim era “un lugar tan vasto que uno se fatiga casi hasta la muerte cuidándolo y manteniéndolo en orden”. Con el correr de las generaciones se habían vendido los ejemplares de la biblioteca, la colección de maestros antiguos y la porcelana china para mantener el mantenimiento esencial.

Más allá de que Blenheim no era confortable como hogar, Blandford también la afectó profundamente al continuar con su vida escandalosa. Incluso trajo a una amante como invitada a su hogar. A pesar de todo, Lily lo lloraba cuando él murió de un ataque al corazón. Tal era su generosa y dulce personalidad, que la familia del duque la consideraron como una de ellos por el resto de su vida. El matrimonio no tuvo hijos pero Lily fue amante y maternal con su hijastro, Charles Spencer-Churchill, el siguiente duque de Marlborough conocido como Sunny.

El Gran Puente y el lago de Blenheim Palace, en Oxfordshire

El segundo matrimonio de lady Spencer-Churchill no duraría diez años. Luego de su divorcio, Lillian casó en terceras nupcias, esta vez con el Teniente Coronel Lord William Leslie de la Poer Beresford, V.C., hijo del 4º Marqués de Waterford, en 1895.

Murió el 11 de enero de 1909 en Deepdene, Dorking, Surrey, de un ataque al corazón, siendo enterrada en Woodstock, Oxfordshire. Su fortuna era de 176,000 libras esterlinas.

Lady Churchill

Jennie Jerome (1854-1921) era hija del financiero norteamericano Leonard Jerome y su esposa, Clarissa Hall. Luego de su primer matrimonio, pasó a la posteridad como Lady Randolph Churchill, madre del primer ministro británico Winston Churchill, uno de los más brillantes estadistas de todos los tiempos.

Notable belleza -un admirador dijo de ella que tenía “más de pantera que de mujer en su apariencia”- Jennie trabajó en su juventud como editora de una revista. Casó por primera vez en 1874, pese a su origen plebeyo, con lord Randolph Churchill (1849-1895), segundo hijo de John Winston Spencer-Churchill, 7º duque de Marlborough. La boda se celebró en la embajada británica en París.

Jennie Jerome en la época de su primer matrimonio

Tuvieron dos hijos: Winston Churchill (1874-1965) nacido antes que se cumplieran 8 meses de la boda y John Strange Churchill (1880-1947). Como era costumbre en la época, cumplió un rol limitado en la educación de los niños, relegando ese papel a las institutrices. Winston adoraba a su madre y le escribía numerosas cartas desde el internado, esperando que ella lo visitara, cosa que ella raramente hizo. Sin embargo, siendo Winston un adulto, él y su madre se volvieron buenos amigos y fuertes aliados, al punto que llegó a considerarla una mentora en política, más como una hermana que como una madre.

Dueña de una fuerte personalidad, Jennie era muy respetada en la elitista sociedad británica y en los círculos políticos. Era inteligente, letrada y de risa fácil. La reina Alejandra especialmente disfrutaba su compañía, pese al hecho de que Jennie se había envuelto en un affaire con el rey Eduardo, hecho conocido por Alejandra. A través de sus contactos familiares y sus relaciones extramaritales, Jennie prestó una ayuda importante a la incipiente carrera política de lord Randolph tanto como a la de su hijo primogénito.

Lord Randolph Churchill, hijo del 7º Duque de Marlborough

Se rumoreaba extensamente que su segundo hijo, moreno y apuesto, John (Jack) Churchill, no era hijo de su esposo sino del noble irlandés John Strange Jocelyn, 5º conde de Roden, con quien había tenido un affaire. De todas maneras, Jennie tuvo numerosos amantes durante su matrimonio, incluyendo el conde Charles Kinsky, el rey Eduardo VII y el rey Milan de Serbia, lo cual era del pleno conocimiento de su esposo.

Cinco años después de la muerte de lord Randolph a los 45 años, el 28 de julio de 1900, Jennie casó con George Cornwallis-West, un capitán de los Scots Guards que tenía la misma edad que su hijo mayor. Se separaron en 1912 y se divorciaron en 1914.

Jennie caracterizada de Teodora de Bizancio en el baile de disfraces de la Duquesa de Devonshire en homenaje al Jubileo de Diamante de la reina Victoria

Su tercer matrimonio fue con Montague Phippen Porch, un miembro del Servicio Civil británcio en Nigeria, que era tres años más joven que Winston. Al final de la Gran Guerra, Porch renunció al servicio y partió a África a encontrar fortuna.

A través de su vida y sus tres matrimonios, Jennie mantuvo affaires extramaritales, inicialmente para reforzar la vida política y social de su primer esposo. Ella apoyó sus causas y logró considerable poder detrás de escena, incluso escribiendo muchos de sus discursos. Nunca mostró esa devoción para sus subsecuentes esposos, quienes, juntos, eran 20 años más jóvenes. Incluso después de la muerte de lord Randolph y a pesar de sus matrimonios posteriores, Jennie prefirió ser conocida como “Lady Randolph Churchill”.

La señora Jennie Cornwallis-West

En 1921, mientras su esposo estaba en África, Jennie, de 67 años, cayó por unas escaleras mientras visitaba amigos en Somerset, fracturándose un tobillo. La gangrena se instaló y su pierna izquierda debió ser amputada. Una hemorragia en una arteria, resultado de la amputación, provocó su muerte mientras se encontraba en su casa londinense. Fue enterrada en el panteón de la familia Churchill en Bladon, Oxfordshire, cerca de su primer esposo e hijos.

Lady Churchill en su madurez con su nieto Peregrine Churchill

Honores

· Orden de la Corona de la India (CI)

· Venerable Orden de San Juan (DSJ)

NOBLEZA COMPRADA: De cómo todo título tiene precio

Hubo una época en que las grandes fortunas, mayormente norteamericanas, salieron a comprar títulos nobiliarios por doquier. A diferencia de William Waldorf Astor y John Jacob Astor IV, quienes obtuvieron vizcondado y baronía, respectivamente, por mérito propio, otros magnates enviaron a sus hijas y herederas como señuelo para adquirir el lustre de la vieja nobleza. Y en el siglo XX vinieron las figuras femeninas del espectáculo, quienes con su riqueza propia y su fama adquirida en el cine o el teatro, quisieron agregar otra conquista por la vía más fácil: casarse con un noble para ascender a la nobleza.

Un duque real con vestimenta de coronación de Par del Reino (Su Alteza Real El Duque de Clarence en la coronación de George IV del Reino Unido, 1821)

En la Inglaterra victoriana se dio una curiosa corriente de ida y vuelta: las familias de rancio abolengo adolecían de maltrechas arcas y los acaudalados comerciantes o terratenientes del Nuevo Mundo disponían de floreciente dinero, contante y sonante. Las necesidades de uno se cubrían con las disponibilidades del otro, así que las matemáticas funcionaron bien y la familia Churchill, una de las más linajudas de Gran Bretaña, inauguró la importación de herederas norteamericanas al Viejo Continente.

Lord Randolph Spencer-Churchill (1849-1895) casó con Jennie Jerome, hija del magnate Leonard Jerome. George Charles Spencer-Churchill, hermano del anterior y 8º duque de Marlborough (1844 – 1892) casó con Lilian Price, hija de Cicero Price (quien conservó el título luego de haber quedado viuda del duque). Charles Richard John Spencer-Churchill (1871-1934), hijo del anterior y 9º duque, Secretario de Estado de 1903 a 1905, casó con Consuelo Vanderbilt en 1895 y luego de divorciarse de ella se casó con Gladys Deacon, hija de Edward Parker Deacon. Por último y ya a mediados del siglo XX, John George Vanderbilt Spencer-Churchill (1926 - ), 11º duque y actual jefe de la Casa, casó en segundas nupcias –cuando todavía era marqués de Blandford- con la millonaria Athina Livanos, de la familia de navieros griegos, recientemente divorciada de Aristóteles Onassis.

Blasones de los Churchill

Los nobles franceses fueron los siguientes en la lista de admiradores de las anglosajonas ricas, luego los apátridas, rusos principalmente, pero también polacos y alemanes. Algunas ambicionaban algo más que pertenecer a la nobleza por matrimonio y, a fuerza de encanto o de dólares, lograron acercarse a las gradas de un trono inmemorial, lo cual estaba bien, y sentarse con plenos derechos en otro –aunque fuera de un reino liliputiense-, que era mucho mejor.

En Europa, las alianzas entre nobleza y fortuna también es cosa corriente, ya que los altos niveles sociales generan ese “beau monde” del que habla la prensa especializada con una mixtura de millonarios, celebridades del espectáculo, realeza y aristócratas de vieja prosapia que se encuentran en fiestas de todo tipo en el círculo New York-Londres-París-Roma-Venecia. Tanto encuentro social abre las puertas a infinidad de relaciones y el matrimonio –aunque fuera por interés- es una de ellas.

Compromiso de Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller (9 de enero de 1995)

Veinticinco alianzas notables entre riqueza y nobleza fueron:

CATHERINE WILLIS GRAY con el príncipe Aquiles Murat (1826)

JENNIE JEROME con lord Randolph Churchill (1874)

ALICE HEINE con el duque de Richelieu (1875) y el príncipe Alberto I de Mónaco (1889)

CONSUELO YZNAGA DEL VALLE con el 8º duque de Manchester (1876)

LILIAN PRICE con el 8º duque de Marlborough (1888)

CLARA WARD con el príncipe de Caraman-Chimay (1890)

WINNARETTA SINGER con el príncipe Edmond de Polignac (1893)

CONSUELO VANDERBILT con el 9º duque de Marlborough (1895)

ANNA GOULD con el conde Boni de Castellane (1895) y el marqués de Talleyrand-Perigord (1908)

POLA NEGRI con el conde Domiski (1919) y el príncipe Serge Mdivani (1927)

PIEDAD ITURBE Y SCHOLTZ con el príncipe Maximilian von Hohenlohe-Langenburg (1921)

GLORIA SWANSON con el marqués Henri de la Falaise (1924)

MAE MURRAY con el príncipe David Mdivani (1926)

THELMA MORGAN con el Vizconde Furness (1926)

BARBARA HUTTON con el príncipe Alexis Mdivani (1933), el conde von Reventlow (1935), el barón von Cramm (1947), el príncipe Trubetzkoy (1955) y el príncipe Doan (1964)

WALLIS SIMPSON con el príncipe Eduardo de Gales (1937)

MARY FAHRNEY con el conde Oleg Cassini Loiewski (1938)

CLARA AGNELLI con el príncipe Tassilo Von Fürstenberg (1938)

CECIL AMELIA BLAFFER con el príncipe Tassilo von Fürstenberg (1947)

MONA TRAVIS STRADER con el conde Albreth von Bismarck-Schönhausen (1954)

GRACE KELLY con el príncipe Rainiero de Mónaco (1956)

MARTHA CRAWFORD con el príncipe Alfred de Auersperg (1957) y con Claus von Bülow (1966)

LEE BOUVIER con el príncipe Stanislas Radziwill (1959)

MARIE-CHANTAL MILLER con el príncipe Pavlos de Grecia (1995)

ALEXANDRA MILLER con el príncipe Alexandre von Fürstenberg (1995)

Una de las alianzas más célebres, la de los Duques de Windsor (3 de junio de 1937: de izq a der, Herman Rogers, Wallis Simpson, el Duque de Windsor y Major Metcalfe)

En noviembre de 1895, luego de la boda de Consuelo Vanderbilt y el duque de Marlborough, el New York World publicó los nombres del total de veintisiete duques ingleses subrayando a los que todavía eran “elegibles”. “Atención, herederas norteamericanas”, decía el epígrafe, “¿qué ofrecerá cada una?”

La Nobleza: Títulos sustantivos

Un título sustantivo es aquel sostenido por una persona (normalmente un solo titular) que lo obtuvo ya fuere por otorgamiento personal o por herencia, en oposición a uno dado como título de cortesía u obtenido a través de matrimonio.

La nobleza británica y algunas otras de Europa confieren títulos solo a individuos, como el Duque de Leinster, lo que constituye un título sustantivo. Sin embargo, en la nobleza y realeza del continente –para diferenciarla de las islas Británicas-, algunos títulos pueden ser usados por un número de individuos de una misma familia, por ejemplo, príncipes y princesas de Liechtenstein, de Suecia, de Prusia o duques y duquesas en Sajonia; éstos son usualmente considerados como títulos no-sustantivos (con la excepción de algunos casos para el jefe de la Casa).

James FitzGerald, 1º Duque de Leinster, 20ª Conde de Kildare (1722-1773)

Títulos otorgados a miembros menores de familias reales son considerados sustantivos, como el Conde de Wessex (en el Reino Unido), el Príncipe de Orange (en los Países Bajos), el Duque de Brabante (en Bélgica), el Duque de Orléans (en Francia), etc. También los títulos de los herederos aparentes de una monarquía son tratados como sustantivos, por ejemplo, el español Príncipe de Asturias o el británico Príncipe de Gales. Títulos comunes a miembros menores de una familia real o de la nobleza no son títulos sustantivos.

Cuatro generaciones de Príncipes de Orange (Casa de Orange-Nassau):

Guillermo I, Maurice y Federico Enrique, Guillermo II, Guillermo III (1662)

En la nobleza británica:

Pares sustantivos son tratados como The Marquess of Winchester (El Marqués de Winchester), The Earl of Derby (El Conde de Derby), etc., incluyendo el artículo definitorio precedente The (El).

Pares de cortesía son nombrados sin el artículo precedente, por ejemplo, Marquess of Blandford (Marqués de Blandford), Earl of Sunderland (Conde de Sunderland), etc.

El Duque de Marlborough

Sir John Churchill, 2º Barón Churchill de Sandridge y 1er Barón de Aymouth, 1er Conde de Marlborough (1689), 1er Duque de Marlborough y Par del Reino Unido (1702), Marqués de Blandford, Príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico, de Mindelheim y de Nellenburg, Caballero de la Orden de la Jarretera (1650-1722)

Entre la nobleza alemana, la diferencia entre el titular de un título sustantivo y un título de cortesía no es fácilmente determinable en tanto que algunas familias usan el mismo título para todos los miembros. A veces, la cabeza de una familia condal puede ser tratada como “El Conde de X” o “NN, Conde de X”; mientras que otros miembros de esa familia son titulados como “Conde –o Condesa- de X”. No todas las familias usan el mismo título para el jefe y los miembros menores.

Chlodwig Carl Viktor, Fürst zu Hohenlohe-Schillingsfürst

(1819 –1901)

El Duque Alexander de Württemberg y Nassau-Weilburg (1804-1885)