El lobo del Yukón (Canis lupus pambasileus) también conocido como lobo negro de Alaska es una subespecie de lobo que habita en el Yukón y alrededores. En edad adulta alcanza un peso medio de entre 45 y 54 kilos, lo que convierte a esta subespecie en una de las de mayor tamaño de lobo del mundo, siéndolo probablemente de América. Vive en manadas en torno a los 8 ejemplares, en itinerancia, en ocasiones siguiendo a sus presas habituales. Estudios recientes confirman que en algunas zonas de su hábitat está afectado por enfermedades como el moquillo o la rabia que repercute en su población.
Antes de la llegada de los europeos a Norteamérica los aborígenes cazaban a esta especie por su apreciada piel, algo que los colonizadores siguieron practicando, incluso con el fin de vender la piel a las poblaciones autóctonas, si bien más tarde ante el aumento de la población humana se sumó el envenenamiento como uso para diezmar a las poblaciones de lobos en parte por los conflictos surgidos , en parte por el estigma que esta especie suele tener. Hasta la década de los 50 del siglo XX no se realizaron censos sobre la población y estado de la especie.
En la actualidad existe cierta polémica dado que el gobierno de Alaska presidido por Sarah Palin ha incentivado la caza aérea de lobos y otras especies como osos aludiendo que es necesario controlar su población proponiendo pagos por cada ejemplar cazado, algo que finalmente no pudo aprobarse dado que las recompensas a cazadores están prohibidas desde la década de los 90 del siglo XX. Grupos ecologistas, de ciudadanos e incluso personajes famosos han protestado por tal decisión y cuestionan que estas especies presenten superabundancia. Otros alegan razones políticas a tales críticas.
Piel de lobo del Yukon. Colección Bundes-Pelzfachschule, Fráncfort del Meno, Alemania
Lobo del Yukón