El cerebro es tu jefe
Mientras haces un examen importante de matemáticas, sabes que tu cerebro está trabajando muy duro. Pero tu cerebro hace mucho más que limitarse a recordar fórmulas. ¿Te empiezan a sudar las manos mientras te reparten el examen? Es porque tu cerebro está funcionando. ¿Sientes un gran alivio cuando te das cuenta de que sabes la respuesta a una pregunta? Ese también es tu cerebro. Y sí, también es tu cerebro el responsable de que sueñes despierto con la gran fiesta a la que irás el próximo viernes por la noche.
El cerebro y el sistema nervioso
El cerebro es como una computadora que controla las funciones del organismo y el sistema nervioso es como una red que envía mensajes a las partes del cuerpo.
El cerebro es el órgano más mandón de todo el cuerpo: da órdenes prácticamente a todas las demás partes del cuerpo indicándoles qué tienen qué hacer, constantemente, independientemente de que tú seas consciente de ello o no. No solo controla lo que piensas y sientes, cómo aprendes cosas y las recuerdas y la forma en que te mueves, sino también muchas cosas de las que te das menos cuenta, como el latido del corazón, tener sueño o estar despierto.
El cerebro y el sistema nervioso en el día a día
Si te imaginas el cerebro como una computadora central que controla todas las funciones del organismo, entonces el sistema nerviosovendría a ser una red o entramado que envía mensajes en ambas direcciones entre el cerebro y las distintas partes del cuerpo. Lo hace a través de la médula espinal, la cual, partiendo del cerebro, desciende por la espalda y contiene nervios en forma de filamentos que se ramifican hacia los demás órganos y partes del cuerpo.
Cuando llega un mensaje al cerebro procedente de cualquier parte del cuerpo, el cerebro le indica al cuerpo cómo reaccionar. Por ejemplo, si tocas accidentalmente un horno caliente, los nervios de tu piel enviarán un mensaje de dolor a tu cerebro. El cerebro responde enviando un mensaje a los músculos de tu mano para que la retires. ¡Afortunadamente, esta carrera de relevos neurológicos dura mucho menos que el tiempo que se tarda en leer su descripción!
La manera en que funciona el cerebro
Teniendo en cuenta todo lo que hace, el cerebro humano es increíblemente compacto, pesando solo unas 3 libras (1.360 g). De todos modos, tiene multitud de pliegues y surcos, que le proporcionan la superficie adicional necesaria para almacenar toda la información importante sobre el cuerpo.
La médula espinal, por su parte, es un largo amasijo de tejido nervioso de unas 18 pulgadas (45 cm.) de largo y poco menos de ¾ pulgadas (2 cm.) de grosor. Se extiende desde la parte inferior del cerebro hasta el extremo inferior de la columna vertebral. A lo largo de todo su recorrido, diversos nervios se van ramificando hacia el resto del cuerpo. Éstos conforman el sistema nervioso periférico.
Tanto el cerebro como la médula espinal están protegidos por huesos; el cerebro por los huesos del cráneo, y la médula espinal, por una serie de huesos entrelazados en forma de anillo denominados vértebras que conforman la columna vertebral. Ambos están protegidos y amortiguados por capas de membranas denominadas meninges, así como por un líquido especial denominado líquido cefalorraquídeo. Este líquido ayuda a proteger al tejido nervioso, a mantenerlo sano y a eliminar sus productos de desecho.
El cerebro está compuesto por tres partes principales: el prosencéfalo (cerebro anterior), el mesencéfalo (cerebro medio) y el rombencéfalo (cerebro posterior).
El prosencéfalo - El cerebro anterior
El prosencéfalo (cerebro anterior) es la parte más voluminosa y compleja del cerebro humano está formado por el telencéfalo. El área con todos los pliegues y surcos que se reproduce típicamente y las ilustraciones sobre el cerebro así como en otras estructuras subyacentes.
El telencéfalo contiene la información que sencillamente nos convierten en lo que son la inteligencia y la memoria la personalidad la emoción el habla y la capacidad de sentir y movernos.
Áreas específicas del telencefalo se encargan de procesar diferentes tipos de información se denominan lóbulos, y el cerebro puesto de cuatro lóbulos: frontal parietal temporal y occipital.
El telencéfalo se divide en dos mitades, denominadas hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, que están conectadas por la parte central mediante un haz de fibras nerviosas (el cuerpo calloso) que les permite intercambiar información. Aunque a simple vista ambas mitades pueden parecer como una imagen y su reflejo, muchos científicos creen que tienen funciones diferentes. El hemisferio izquierdo se considera la mitad lógica, analítica y objetiva, mientras que el derecho se considera más intuitivo, creativo y subjetivo. O sea que cuando usted hace balance de gastos, utiliza el hemisferio izquierdo; mientras que, cuando escucha música, utiliza el derecho. Se cree que en algunas personas predomina el hemisferio izquierdo, mientras que en otras lo hace el derecho y en otras no predomina ningún hemisferio sino que utilizan ambos hemisferios en la misma medida.
La capa más externa del telencéfalo se denomina cortex o corteza cerebral (también conocida cómo "materia gris").
La información recogida por los cinco sentidos llega a la corteza cerebral a través de la médula espinal. Seguidamente esta información es enviada a otras partes del sistema nervioso para su ulterior procesamiento. Por ejemplo, cuando usted toca un horno caliente esa información no solo es procesada por el sistema nervioso para que usted mueva la mano, sino que también va a otras partes del cerebro para ayudarle a recordar que no debe volver a tocar un horno caliente en el futuro.
En la parte interna del cerebro anterior se encuentra el tálamo, el hipotálamo y la hipófisis. El tálamo viene a ser una "estación de relevo" encargada de enviar los mensajes procedentes de los órganos sensoriales, como los ojos, las orejas y los dedos al Cortex. El hipotálamo controla el pulso, la sed, el hambre, los patrones del sueño y otros procesos corporales que ocurren en el organismo automáticamente. También controla la hipófisis una glándula que fabrica hormonas las cuales controlan el crecimiento, el metabolismo, la digestión, la maduración sexual y la respuesta al estrés.
El mesencéfalo - El cerebro medio
El cerebro medio o mesencéfalo, está situado debajo de la parte central del cerebro anterior. Actúa como un maestro de ceremonias, coordinando todos los mensajes que llegan al cerebro procedentes de la médula espinal y los que salen de él.
El rombencéfalo - El cerebro posterior
El rombencéfalo (cerebro la protuberancia), se encuentra debajo de la parte posterior del telencéfalo y engloba el cerebelo y la médula. El cerebelo — también denominado "pequeño cerebro", porque parece una versión a pequeña escala del cerebro, controla el equilibrio, el movimiento y la coordinación. El puente y la médula, junto con el mesencéfalo, integran el denominado tronco encefálico. El tronco encefálico recibe, envía y coordina todos los mensajes cerebrales. También controla muchas de las funciones que el cuerpo realiza automáticamente, como la respiración, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el tragar, la digestión y el parpadeo.
¿Cómo funciona el sistema nervioso?
El funcionamiento básico del sistema nervioso depende en gran medida de multitud. de células diminutas denominadas neuronas. El cerebro tiene millones de esas células, que están especializadas en muchos tipos distintos de funciones. Por ejemplo, las neuronas sensoriales captan información de los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel y la envían al cerebro. Las neuronas motoras reciben información procedente del cerebro e indica las distintas partes del cuerpo cuando deben moverse. Todas las neuronas del cuerpo transmiten informacion entre sí a traves de complejos procesos electroquimicos, estableciendo conexiones entre sí que afectan a la forma en que pensamos, aprendemos, nos movemos y nos comportamos.
Inteligencia, aprendizaje y memoria, en el momento del nacimiento, nuestro sistema nervioso contiene la máxima cantidad de neuronas que tendremos en nuestra vida, pero muchas de ellas no estarán conectadas entre sí. A medida que crecemos y aprendemos cosas, la información se transmite de una neurona a otra, una y otra vez creando conexiones y vías nerviosas en el cerebro. Por eso el hecho de conducir requería toda su concentración cuando sacó el carnet de conducir, pero ahora lo tiene automatizado la conexión ya está establecida.
En los niños pequeños el cerebro es sumamente adaptable y flexible; de hecho, cuando una parte del cerebro de un niño se lesiona, a menudo otra parte pasa desempeñar, por mecanismos compensatorios, partes de las funciones perdidas. Pero, a medida que nos hacemos mayores, al cerebro cada vez le cuesta más establecer nuevas conexiones o redes neuronales, lo que determina que nos resulte más difícil aprender tareas nuevas o cambiar las pautas de conducta establecidas. Por eso muchos científicos consideran que es importante seguir planteándole retos a nuestro cerebro, proponiendonos nuevos aprendizajes y estableciendo nuevas conexiones, pues es la mejor forma de mantener activo el cerebro durante todo el ciclo vital. La memoria es otra función compleja del cerebro. Las cosas que hemos hecho, aprendido y visto se procesan primero en la corteza y luego, si esa información es lo suficientemente importante para recordarla permanentemente, se envía a otras partes del cerebro (como el hipocampo y la amígdala) para retenerla en la memoria a largo plazo. Conforme estos mensajes viajan por el cerebro, también crean conexiones y redes neuronales que actúan como base de la memoria.
Movimiento.
Distintas partes del telencéfalo se encargan de mover distintas partes del cuerpo. El hemisferio cerebral izquierdo controla los movimientos del lado derecho del cuerpo, y viceversa. Cuando usted aprieta el acelerador de su coche con el pie derecho, por ejemplo, es el hemisferio cerebral izquierdo lo que está enviando el mensaje que le permite hacerlo.
Funciones corporales básicas.
Una parte del sistema nervioso periférico denominada sistema nervioso autónomo, es la que se encarga de controlar muchos de los procesos corporales en los que casi nunca necesitamos pensar como la respiración, la digestión, la transpiración y el escalofrío. El sistema nervioso autónomo está compuesto de dos subsistemas: del sistema nervioso simpático y el parasimpático.
El sistema nervioso simpático prepara al organismo para las respuestas rápidas en situaciones de estrés, como cuando una persona presencia un atraco a mano armada. Cuándo ocurre algo que entraña un peligro, el sistema nervioso simpático hace que el corazón bombee más deprisa para que envíe más sangre a las distintas partes del cuerpo que podrían necesitarla. También provoca que las glándulas suprarrenales, que deben su nombre a que están encima de los riñones, liberen adrenalina una hormona que ayuda a proporcionar una fuerza adicional a los músculos para una vida rápida. Este proceso se denomina respuesta de "lucha o huida".
El sistema nervioso parasimpático hace justamente lo contrario: prepara el cuerpo para el descanso. Tambien desencadena en el sistema digestivo los movimientos necesarios para digerir la comida a fin de que nuestro organismo pueda asimilar eficazmente los nutrientes que contienen los alimentos que ingerimos.
Los sentidos.
Ver el rostro de su pareja al final de un día ajetreado puede ser un gran alivio para sus cansados ojos -pero, si no tuviera cerebro, usted ni siquiera reconocería ese rostro. La pizza primavera que se comerá a la hora de la cena, seguro que estará deliciosa -pero, si no tuviera cerebro, sus papilas gustativas no le podrían indicar si se está comiendo una pizza o la caja de cartón que la contiene. Ningún órgano sensorial tendría utilidad sin en el procesamiento de la información sensorial que tiene lugar en el cerebro.
Vista. Probablemente la vista nos dice muchas más cosas sobre el mundo que cualquier otro sentido. La luz que entra en el ojo proyecta una imagen invertida en la retina. La retina transforma la luz en señales nerviosas y las envía cerebro, el cual invierte la imagen que la veamos del derecho y nos dice qué es lo que estamos viendo.
Oído. Todos los sonidos que oimos son el resultado de ondas sonoras que nos entran por los oídos y nos provocan vibraciones en el tímpano. Esas vibraciones son transferidas a lo largo de la cadena de huesecillos del oido medio y transformadas en señales nerviosas. Seguidamente la corteza cerebral procesa esas señales y nos dice qué estamos oyendo.
Gusto. La lengua contiene grupos de células sensoriales denominadas papilas gustativas que reaccionan las sustancias químicas que hay en los alimentos. Las papilas gustativas reaccionan a los sabores dulce, ácido, salado y amargo. Las papilas gustativas envían mensajes a las áreas de la corteza cerebral encargadas de procesar el sabor.
Olfato. Las celulas olfativas de las mucosas que recubren el interior de las ventanas nasales reaccionan a las sustancias químicas que inhalamos y envían mensajes al cerebro a través de nervios específicos. Según los expertos, el cerebro es capaz de distinguir entre más de 10000 olores diferentes. Con una sensibilidad tan desarrollada, no es de extrañar que los investigadores sugieran que los olores están íntimamente ligados a los recuerdos.
Tacto. La piel contiene más de cuatro millones de receptores sensoriales -mayoritariamente concentrados en los dedos, la lengua y los labios- que recogen información relacionada con el tacto, la presión, la temperatura y el dolor, y la envían al cerebro para que la procese y reaccione en consonancia
Problemas que pueden surgir en el cerebro
Puesto que el cerebro lo controla todo, cuando hay algún problema en el cerebro suele ser grave y puede afectar a muchas partes diferentes del cuerpo. Las enfermedades hereditarias, los trastornos cerebrales asociados a enfermedades mentales y los traumatismos craneoencefálicos pueden afectar al modo en que funciona el cerebro y alterar las actividades diarias de las demás partes del cuerpo. Los problemas que pueden afectar al cerebro incluyen:
Tumores cerebrales
Un tumor es una masa provocada por un crecimiento anómalo de tejido. Un tumor cerebral puede crecer muy lentamente produciendo muy pocos síntomas hasta alcanzar un tamaño considerable, o puede crecer y extenderse rápidamente, provocando síntomas graves y un rápido empeoramiento. Los tumores cerebrales pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos generalmente se limitan áreas muy concretas del cerebro y se pueden curar mediante una intervención quirúrgica si estan ubicados en lugares donde pueden extirparse sin dañar los tejidos adyacentes. Un tumor maligno es canceroso y tiene más probabilidades de crecer y extenderse.
Parálisis cerebral
La parálisis cerebral es el resultado de un defecto en el desarrollo o de una lesión cerebral previa al nacimiento o qué se produce durante el parto. Afecta las áreas motoras del cerebro. Una persona con parálisis cerebral puede tener una inteligencia normal o presentar graves retrasos del desarrollo o una deficiencia mental. La parálisis cerebral puede afectar a los movimientos corporales de muchas maneras diferentes. En los casos más leves, solo se asocia a una leve debilidad de los músculos en las extremidades. En otros casos, puede haber mayor deterioro motor -un niño puede tener problemas para hablar y para realizar movimientos básicos, como andar.
Epilepsia
Esta afección engloba un amplio abanico de trastornos convulsivos. Las convulsiones parciales solo afectan a áreas específicas del cerebro, y los síntomas varían dependiendo de la ubicación del foco epiléptico. Otras convulsiones, denominadas, crisis generalizadas, afectan a una parte más extensa del cerebro, y cuando ocurren, generalmente provocan movimientos descontrolados de todo el cuerpo y pérdida de conciencia. Aunque muchos casos se desconoce la causa especifica la epilepsia puede asociarse a lesiones, tumores o infecciones cerebrales. La tendencia a desarrollar epilepsia puede estar acentuada en ciertas familias.
Dolor de cabeza.
De los muchos tipos de dolor de cabeza existentes, los más frecuentes son la cefalea tensional (el más común de todos), provocada por la tensión muscular acumulada en la cabeza, el cuello y los hombros; la migraña, un dolor de cabeza fuerte y recurrente de causa poco clara; y la cefalea en brotes, que algunos consideran un subtipo de migraña. Las migrañas aparecen con o sin previo aviso y pueden durar varias horas o días. Parece haber una predisposición hereditaria a padecer migraña así como ciertos desencadenantes que la pueden provocar. Las personas que tienen migrañas pueden experimentar mareos, entumecimiento, sensibilidad a la luz (fotofobía) y náuseas así como ver líneas zigzagueantes.
Meningitis y encefalitis.
Generalmente se trata de infecciones que afectan al cerebro y a la médula espinal provocadas por bacterias o virus. La meningitis es una inflamación de las capas que recubren el cerebro y la médula espinal y la encefalitis, una inflamación del tejido cerebral. Ambos trastornos pueden provocar lesiones permanentes en el cerebro.
Enfermedad mental.
Las enfermedades mentales tiene una naturaleza tanto psicológica como conductual, e incluyen una amplia variedad de problemas en el pensamiento y en la función. Actualmente se sabe que algunas enfermedades mentales se asocian anomalías estructurales o disfunciones química cerebrales. Algunas enfermedades mentales se heredan, pero a menudo se desconoce su causa. Las lesiones cerebrales y el abuso de las drogas y el alcohol también puede desencadenar algunas enfermedades mentales. Los síntomas de las enfermedades mentales crónicas, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, pueden empezar a manifestarse durante la infancia. Las enfermedades mentales que se pueden diagnosticar en la población infantil incluyen la depresión, los trastornos de apetito como la bulimia y la anorexia nerviosa, el trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias.
Traumatismos craneoencefálicos.
Los traumatismos craneoencefálicos se dividen en dos categorías: externos (generalmente afectan al cuero cabelludo,) e internos. Los traumatismos craneoencefálicos internos pueden afectar el cráneo los vasos sanguíneos que hay en su interior o el tejido cerebral propiamente dicho. Afortunadamente, la mayoría de los niños que sufren caídas o se dan golpes en la cabeza solamente se lesionan el cuero cabelludo, lo que suele ser más aparatoso que peligroso. Un traumatismo craneoencefálico interno puede tener implicaciones más graves porque el craneo que actúa a modo de casco protector del delicado tejido cerebral.
Las conmociones cerebrales también son un tipo de traumatismo craneoencefálico interno. Consisten en la pérdida temporal de la función cerebral a consecuencia de un traumatismo. Las conmociones cerebrales repetidas pueden acabar provocando lesiones permanentes en el cerebro. uno de los contextos en que los niños sufren más conmociones cerebrales es el deporte, de modo que es importante asegurarse que su hijo lleva la indumentaria y protecciones apropiadas cuando practique deporte, y que abandone el partido cuando sufra un traumatismo craneoencefálico.