RUESTA - CASTILLO DE JAVIER - YESA - MONASTERIO DE LEIRE.

Al lugar de encuentro situado en la puerta calle de la estación Central de Autobuses acudieron nueve participantes en la travesía por la provincia de Navarra propuesta al efecto para salir a las 6;30. Se acomodaron en los tres vehículos disponibles de forma que Pilar y Gabriel subieron al coche conducido por Eduardo, Mª Luz, Ricardo y Pascal montaron en el coche de Diego, y Martín y Marcos, padre e hijo respectivamente irían en el suyo propio. 

Con 15 minutos de demora, salieron hacia Alagón, Tauste, Sos  y Sangüesa. Llegaron a Yesa, después de rodar 150 Km en dos horas y cinco minutos, es decir a las 8:50, en cuya plaza aparcaron. Empezaron a caminar a las 9:00 por el camino de la balconada que se abre entre una masa ingente de bojes y monte bajo entre los que se podían distinguir algunos madroños en fruto, que conducía al mirador del embalse. El segundo tramo se interna en un bosque de pinos. Y el tercero incluye una parte de carretera y la llegada al Monasterio a las 10:20 desde donde se podían disfrutar de amplias panorámicas sobre el embalse de Yesa que en el 90 % de su extensión pertenece a Aragón.
 

Siguieron los nueve emprendedores cuesta arriba en busca de la Fuente de San Virila, el nombre del monje que divagando en torno al concepto de eternidad que quedó subsumido durante 300 años al escuchar el gorjeo de un ruiseñor. Regresaron al santuario una hora después para asistir a los oficios religiosos de las 11:30 que se abrieron de forma solemne mediante la irrupción de sacros acordes del grandioso órgano reconstruido utilizando piezas del histórico inaugurado en 2.014. Empezada la santa misa pudo apreciarse el milenario canto gregoriano que algunos de los 20 monjes de la comunidad benedictina interpretaron. Esta práctica orante forma parte del Patrimonio inmaterial de la Humanidad, de tradición medieval. 

Los actos continuaron mientras los amigos del senderismo visitaron la cripta por 4 euros que daba derecho a la llave para entrar en el monumento pionero del románico hispánico, junto con la de la catedral de Palencia. Su función principal es la de sostener la cabecera de la iglesia del siglo XII que se levanta encima. Dispone de tres ábsides que coinciden con los de la iglesia. Impresiona el conjunto de arcos, columnas y enormes capiteles que soportan todo el peso de la cabecera del templo. 

A las 12:30 desanduvieron el camino de vuelta hacia Yesa y siguieron por carretera, a falta de sendero en montuosa orografía, 4'8 Km hasta e Castillo de Javier, donde nació el 7 de Abril de  1506 que por 3'5 euros podían visitar tranquilamente siguiendo un guion que pasaba por el zaguán, las caballerizas, la sala de los escudos, la sala grande, el camino de ronda, la estancia del santo, la terraza almenada de la torre de San Miguel, el vestíbulo y la capilla del Santo Cristo, y el patio de armas. 

El titular de esta fortaleza, movido por su fe en 1541 emprendió un viaje de 11 años que le llevó a India y el Extremo Oriente, Indonesia, Japón y China, frente a cuya costa muere en 1552. Sus restos descansan en Goa India. 

El museo contiene una colección de obras pictóricas de gran valor, y entre ellas destacan autores tan importantes como Sorolla y Madrazo. Cabe destacar la capilla en que se encuentra representada la singularísima Danza de la Muerte, única en nuestro suelo hispano, presidida por un escultórico Cristo que estando crucificado no le impide mostrar una leve sonrisa. 

Los visitantes, terminado el itinerario histórico artístico, y recuperados mediante las viandas que tomaron en los bancos del patio exterior, regresaron andando por la carretera cerrando una jornada de radiante sol y calma atmosférica. Abordaron los vehículos estacionados en Yesa a las 17:30 para llegar a casa dos horas y diez minutos después poniendo fin a esta plácida e ilustrada 20ª salida senderista y cultural del año 2023.