BRUJAS, SANADORAS Y BOTÁNICAS: LA RELACIÓN DE LA MUJER CON LAS PLANTAS.

El jueves, 23 de noviembre, a las 7 de la tarde, la profesora y doctora en Historia, Susana Lozano, dio una conferencia en la Biblioteca del Instituto Andalán.

Comienza la charla poniendo en valor el movimiento Chipko, formado por campesinas y pequeñas artesanas que se plantean la protección de las plantas y naturaleza.

Hace una breve introducción histórica del papel de la mujer como sanadora y conocedora de remedios curativos con el uso de plantas, así como generadora de vida.

En la prehistoria representan a la mujer (figurillas con vientre hinchado) como generadoras de vida. En Mesopotamia aparece la diosa Ishtar, reina del cielo y de la tierra. En Egipto está Neith, diosa de la creación, etc. es decir, se presenta a la mujer como creadora de vida y sanadora.

En la mitología griega, Higia (una de las hijas de Asclepio, dios de la Medicina) fue la diosa de la salud, limpieza e higiene.

Homero ya hace referencia a las plantas por sus cualidades sanadoras (el beleño, la adormidera, la mandrágora, etc.)

En época de Hipócrates las mujeres, con conocimientos de medicina, como Agnodice, son apartadas y denunciadas por practicar la sanación, la atención en los partos, etc.

Poco a poco la medicina se va cerrando a la mujer y pasan a ser sanadoras, brujas, curanderas, yerberas, curieras, animeras, cocineras.

¿Qué tienen en común las brujas, curanderas, sanadoras?

El conocimiento sobre las plantas y sus propiedades, la anatomía humana y la sexualidad. El servicio a la comunidad también es un objetivo común. Practican dentro de la familia, comunidades, monasterios, sin beneficio propio.

En este sentido destaca la importancia de algunas mujeres:

Trota de Salerno que fue una médica italiana que intervino en la creación de varios tratados médicos en los que ya se recogían temas como la infertilidad, anticonceptivos, los opiáceos para el dolor, los inconvenientes de la abstinencia sexual; tratados pediátricos, tratamientos de belleza, consejos de higiene corporal.

Hildegarda Von Bingen, abadesa, escribió tratados sobre teología, vidas de santos, ciencias naturales, medicina. Tenía conocimientos sobre el funcionamiento del cuerpo humano, herbología, etc.

Herrade de Lamdsberg, abadesa, escribió una enciclopedia “El jardín de las delicias”.

Pero cuando el poder, en este caso el poder de la sanación no está “controlado “, tanto en hombres como en mujeres, surge el miedo y se interviene.

En Inglaterra se prohíbe la práctica de la medicina sin licencia de la escuela de medicina.

Se empiezan a demonizar a las mujeres sanadoras y curanderas porque no tienen los conocimientos de la medicina oficial.

En el s. XVI, Damíán Carbó escribe un manual de obstetricia “Libro del arte de las comadres o madrinas y del regimiento de las preñadas y paridas y de los niños”, que puede ilustrar sobre el pensamiento de la época.

Las Comadronas-brujas poseen poderes especiales sobre la vida, procuran esterilidad o impotencia, realizan abortos (agentes de la muerte), ofrecen las criaturas al demonio (a veces daban el bautismo in extremis), evitan el dolor en los partos (la Biblia dice que la mujer parirá con dolor).

La comadrona Angeline de Condray (s. XVIII) denuncia las intromisiones de los cirujanos en el trabajo de las comadronas.

Comienza la caza de Brujas cuando aparece la profesionalización de la medicina, la expansión del poder del Estado, los discursos misóginos de la iglesia, la competencia en el desempeño y la práctica, etc. La brujería era considerada un “crimen exceptum”.

Parece que esta caza de brujas fue más intensa en Alemania, centro de Europa, Inglaterra, etc. En España el consejo supremo de la Inquisición reconoció haber cometido errores.

María Sibylla (s. XVII y XVIII) dibujaba y pintaba las plantas para hacer un catálogo de plantas. De esta manera sorteaba la censura.

Al final de la charla se abrió un turno de preguntas que resultó muy animado y participativo. Resultó un éxito de asistencia, casi cincuenta personas (46).

Damos las gracias una vez más a la Dª Susana Lozano por su colaboración con “Los Amigos del Andalán”.