CIRCULAR DE AGUILÓN A TOSOS Y EMBALSE DE LAS TORCAS.

Un total de 23 personas compuso el grupo expedicionario a los montes que se extienden por el Campo de Cariñena entre Aguilón y el Embalse de las Torcas. Partieron de Zaragoza, puerta calle de la Estación Central de Autobuses, 22 distribuidas en cinco vehículos de la forma que sigue: en el coche de Emilio, Lucía, Marcos y Pilar; en el de Luis Ángel, Mª Eugenia, Joaquín, Javier y Gabriel; en el de Alberto, Ofelia y Ricardo; en el de Cipriano (Cipi), Carmen y Fernando; y en el de Fefi, Gloria, Sezan (de 9 años), Gitanjali (de 7 años) y Pascal. Entre todos ellos, tres profesores del IES  Andalán, Luis Ángel, Mª Eugenia y Joaquín. De Calatorao, su población de origen se presentó en Aguilón, como estaba previsto, el eminente profesor de Geología de la Universidad de Zaragoza, D. Antonio Pérez García, a cuenta de quien corrió a cargo la pormenorizada exposición sobre los rasgos estratigráficos, naturaleza de las rocas y huellas fósiles a lo largo de todo el itinerario que iba de Aguilón a Tosos, a lo ancho del espectro horario que va de 9:00 a 13:30.

El grupo de 22 participantes salió a las 8:00 del punto ya indicado y llegó una hora después al comienzo del recorrido donde ya se encontraba el especialista esperando con mucha antelación. Estacionados todos los vehículos frente al Ayuntamiento de Aguilón, acudieron los interesados en el tema orográfico al lugar, a unos cientos de metros de la población, donde se encuentra el núcleo del anticlinal de una longitud de 10 Km hasta el embalse donde se extingue. Tomó la palabra, apoyado en poderosos recursos didácticos a modo de grandes cartelones plastificados, para transmitir de la forma más gráfica posible la génesis de estos plegamientos que pueden doblegarse culminando en cúpulas o haciendo vaguadas a modo de valles, es decir anticlinales o sinclinales, respectivamente. Comentó la presencia sostenida de calizas del Jurásico a lo largo de toda la Formación, la escala y gradación de las eras geológicas y sus periodos dentro de ellas mismas que pasan al Cretácico. No dejó de mostrar la presencia de fósiles y de oolitos, siendo esta zona de una prodigiosa abundancia de restos de aquellos en huecos redondeados o circulares en la propia roca.

Por la soleada ladera del monte sobre el que se encumbra la ermita subieron para obtener la panorámica del valle y del relieve explicado in situ, al lado opuesto del pueblo que abajo lucía en la radiante mañana un aspecto admirable de cuya estampa destacaba la restaurada torre mudéjar de la iglesia. Al descender del santuario salieron en los coches hacia el embalse de las Torcas por una pista polvorienta. En la presa se detuvieron, y D. Antonio se dirigió a los presentes en lo alto de la presa para hablar de los pisos y biozonas, y la capa de Arroyofrío, la fase de calizas y margas grises de la Formación Yátova de lo que fue un mar hace 180 millones de años con sedimentos alternos de fangos carbonatados y lodos detríticos, un área donde proliferaban las esponjas y los ammonites.

De éstos, los 9 senderistas (Fefi, Pilar, Emilio, Lucía Marcos, Gloria, Sezan, Gitanjali y Pascal) que cuando el científico terminó su exégesis del entorno de Tosos, decidieron realizar la travesía desde esta última localidad hasta el pantano, pudieron constatar en las rocas que flanqueaban el sendero la presencia de enormes moldes de unos 30 cm de diámetro de los mencionados gasterópodos. Pues bien, antes de todo ello por la pista que asciende desde la depresión ocupada por la reserva acuífera del Huerva, de 9 Hm cúbicos,(que fue construido en 1946) hasta la pintoresca población de Tosos, se detuvieron en un enclave intermedio para completar lo relativo a la Formación de Higuerillas, la presencia de las arcillas rojizas  y los conglomerados originados antes de que se cimentaran por los aluviones de cantos rodados y otros materiales decantados  de antes(fragmentos de mayor calibre) a después( gravas y arenas) en función de su grosor, depositándose en último término los limos.

Última estación del tramo final en Tosos y despedida del insigne maestro en rocas y estratos ante la presencia de los dos colosos. Torreones rocosos con estratos en disposición horizontal, alternando arcillas y conglomerados, estos últimos en resalte por su mayor resistencia a la erosión. El mayor y más alto de 30 m, escuela de escaladores, apellidado "Chiquita", y el segundo, "Garbanzo". La foto para el recuerdo con el erudito arropado por sus adláteres ante los ciclópeos farallones y la entrega del emblemático trofeo de adherencia a la Asociación.

La caminata se dio por terminada al regreso de Las Torcas por pista, primero, y asfalto, después, previa a la llegada a Tosos a las 16:00, no sin antes, desviándose de la ruta, acceder a la fortaleza de la legendaria Casaza que ya fue divisada en su apuesta estratégica de legendario pasado sobre los acantilados y desfiladeros del Huerva desde el sendero en hondo por la misma orilla del río atrapado por un gran bosque de ribera que aportaba sombra a los caminantes. Terminada la singular aventura científico-paisajística se inició el retorno a la ciudad media hora después de tomar bebidas frescas en la terraza del bar local