CIRCULAR DE DAROCA Y VAL DE SAN MARTÍN.

Un grupo de cinco senderistas acudieron a las 7:00 al punto de encuentro en la puerta calle de la Estación Central de Autobuses para salir puntuales en el coche de Emilio con Diego, Mª Luz, Pilar y Pascal con destino Daroca. Llegaron a las 8:20 con tiempo para tomar el café. Después se dirigieron al inicio de la Ruta de las Murallas con casi cuatro Km de largo al que se suman tres castillos, más de cien torreones y varias puertas, algunas de ellas monumentales. Este recinto amurallado se construyó en diferentes épocas y por eso se edificó mediante diferentes tipos de materiales por lo que encontramos paños de muralla en tapial, en ladrillo y en piedra.

Comenzamos la visita en la Puerta Alta que nos llevó hasta el Castillo Mayor, el Cerro de San Cristóbal, con su fortificación, desde donde descenderíamos hacia la Puerta del Arrabal y terminar en la Puerta Baja. Llamó no poco la atención de los concurrentes la presencia de cabras montesas que por laderas y cresteríos adoptaban encuadres realmente llamativos si bien cuando pastaban en la maleza con la que se mimetizaban apenas se diferenciaban del entorno. Un aljibe de grandes proporciones se abría en uno de los espacios que se descubren hacia el final del itinerario. Para llegar a la ermita de Nazaret excavada en la roca hay que descender a un rellano. Este santuario se cobija en el interior rocoso del farallón que la protege.

A partir de este místico rincón, el grupo salió por la esplanada del castillo en dirección al bosque de pinos de repoblación que se creó con el fin de amortiguar las grandes inundaciones que antaño amenazaban a la ciudad. Parte del trazado sigue una pista denominada Camino Azul.  Para evitar el curso de una vía demasiado ancha, los senderistas optaron por introducirse en la arboleda e improvisar un recorrido forestal libre por el que descenderían a la carretera por la cual volverían a encontrarse con Daroca, pasando algunos minutos de las 11 de la mañana. Llegaron a la Oficina de Turismo de la Calle Mayor donde departieron con Maru, la guía con la que se había acordado días atrás, efectuar el recorrido cultural.

Los agrupados decidieron realizar la visita autoguiada después de asistir a la proyección de un video en la sala de actos. Empezaron el itinerario histórico- artístico por la basílica de Santa María, fechada en su origen románico del siglo XII y su evolución por etapas y estilos hasta el XVI. Atesora la capilla de los Corporales, el órgano gótico y el baldaquino barroco del Altar Mayor. De allí por callejuelas, rincones y plazuelas de indudable encanto fueron a la iglesia de San Juan iniciada en estilo románico del siglo XII y concluida en el XIII con técnicas mudéjares mezclando la piedra sillar con el ladrillo. En el templo de San Miguel con sólidos muros de sillería y un interior de su bellísimo ábside con pinturas góticas del siglo XIV, es admirable la arquitectura con columnas y arcos lombardos de gran altura. La torre de Santo Domingo es la primera edificación mudéjar de Aragón.

El resto del paseo cultural lo constituyó el paso por la judería, las Puertas Alta y Baja de la Calle Mayor, la de Valencia, la Piedra, circular, del Ruejo que impactó contra el portón que cedió a la inundación de la ciudad. A las 13:35 en el parque de los plataneros hermanados se detuvieron para comer y completaron el periplo visitando el túnel de desagüe de 600 m del siglo XV excavado en la roca en el siglo XV.

Completaron el programa previsto desplazándose con el coche por la carretera a la Val de San Martín para realizar el circuito a pie por la ruta, en parte Camino del Cid, y en parte pista forestal y de caza local que se abría paso por un abigarrado y uniforme monte bajo de carrasca. A las 16:15 terminaron de dar la vuelta que llegaba a la localidad habitada por sólo dos vecinos. Retomaron la carretera para volver a Zaragoza y a las 17:40 llegaban a casa con la misión cumplida de esta primera salida senderista y cultural del año 2.024.