CIRCULAR POR LA FOZ MAYOR DE FUENDETODOS.

Cuatro participantes, Pilar, Ricardo, Pascal que montaron en el vehículo de Ignacio, acudieron a la puerta calle de la Estación Central de Autobuses a las 7:30 para realizar la travesía anunciada. Salieron puntualmente a la A-2 y desviando oportunamente, llegaron, vía Belchite, a Fuendetodos a las 8:20, de modo que poco después de estacionar el coche en las afueras de la villa, empezaron a caminar por una pista que los llevaría a lo largo de 4 Km a la embocadura de la Foz Mayor de 1'1 Km de longitud.

Aunque cuenta este desfiladero de un dispositivo de metal escalonado para bajar al lecho tapizado de un singular manto vegetal del que sobresale el arce de Montpellier, optaron por hacerlo por el extremo opuesto. Primero subieron al mirador de la Val de Santa María que da nombre no sólo a esa atalaya, sino que denomina también al área y al camino que la vertebra desde el pueblo hasta el hocino en que se encuentra va en aquel momento la cuadrilla.

El acceso a la foz en cuestión presuponía recorrer una trocha compuesta de márgenes de campos de cereales recién nacidos y monte en parte de repoblación, acudir a la foz de Bajada con abundante monte bajo, atravesarla y embocar le Foz Mayor de imponentes flancos calizos donde rapaces y rupícolas anidan y animan la soledad de tan formidable encrucijada. La biodiversidad preside una flora rica en especies aclimatadas a un entorno umbrío y más húmedo que el que impera en el exterior de este magnífico desfiladero donde enebro y sabina negral de porte achaparrado, majuelo o espino negro, campan a sus anchas junto al arce ya mencionado cuya eximia e inmarcesible impronta llena de solemne y adusta grandeza enmarcada por un reino mineral asombroso. Los majestuosos farallones de 40 ó 50 m se alzan verticales acorralando un estrecho que no deja indiferente al visitante.

Vuelven sobre sus pasos los cuatro nómadas por la breña que alfombra el cauce de 1'1 Km sin agua para salir del inolvidable paraje y enfilar en dirección a la Foz Plana a cuatro Km de donde se encuentran bordeando sembrados, pinares y sotobosque. Este último tramo por la hoz sigue una trayectoria en suave rampa apenas encajonada entre laderas. Brezos, enebros y un manto vegetal inextinguible profuso en plantas espinosas dificultan no poco el paso de los senderistas de turno que tienen que improvisar con decisión una travesía dificultosa como aprendices de supervivencia medioambiental. Se abren paso como pueden a costa de arañazos, punzadas y aguijonazos, y nunca mejor dicho que a salto de mata sabedores que el monte, a tramos, dejado a la libre expansión de los arbustos espinosos ha de cobrarse el tributo en forma de rasguños que los exploradores, no obstante, aceptan agradecidos por los dones que reciben a cambio. Nuestra experta en peripecias eco-ambientalas, Pilar R., corrobora estos extremos: hace diez años cuando ella, por imperativos profesionales, estudió y recorrió este, entre otros cientos de ámbitos naturales más de nuestra Comunidad, el cauce de la Foz Plana, los brezos y los matojos, permitían fácil tránsito

El sol radiante y el cielo azul testigos de una jornada luminosa y de primaveral bonanza en las puertas del invierno compensan en la cuesta de dos Km que conduce a la Sierra Gorda de 790 m y su mirador abierto en redolada de 360º a todo Aragón. La transparencia de la atmósfera y su luminosidad permiten divisar en la enorme distancia los Pirineos gracias a su nívea silueta, el Moncayo más cercano y los montes de El Sillero a corta distancia.

Un rampante nido de trincheras restauradas y los vestigios de la guerra Civil parapetados en la ladera dan frente a los llanos que se extienden a sus pies. Población más próxima, la Puebla de Albortón. Antes de cerrar el circuito senderista regresando a Fuendetodos por otros 6 Km de descenso, en aquel cerro de Sierra Gorda con vistas a horizontes lejanos repararon fuerzas. El regreso motorizado desde el pueblo que fuera la cuna de Goya a las 16:00, lo realizaron regresando a Zaragoza por la carretera de Jaulín y Botorrita. Así ponían fin con esta 22ª salida, al calendario senderista del 2.023 de nuestra Asociación Amigos del Andalán que desea a todos la más Feliz Navidad.