VISITA A LA IGLESIA DE SANTA ISABEL DE PORTUGAL.

El 19 de abril, un grupo de Amigos del Andalán nos volvimos a encontrar en la Plaza del Justicia con el guía de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Pintre, que nos explicó las características y curiosidades de la Iglesia de Santa Isabel.

Un primer dato curioso es que es también conocida como San Cayetano, debido a que era el santo al que veneraba la orden de los Teatinos (o Cayetanos) que fueron los impulsores de la construcción de la Iglesia, aunque su advocación correcta es la de Santa Isabel de Portugal, Infanta de Aragón, nacida en Zaragoza y casada con el rey de Portugal. Por eso la figura de la Santa está flanqueada por San Cayetano y San Andrés, a los que los Teatinos profesaban gran devoción, tanto en la fachada como en el interior.

Otra peculiaridad es que este templo no está dedicado al culto, no es parroquia, ya que fue el primero de Zaragoza en pasar a ser propiedad de la Diputación Provincial en el proceso de desamortización de 1836.

Sin embargo, en su interior sí que se pueden celebrar ceremonias y es famoso sobre todo por ser el punto de partida y recogida de la mayoría de las procesiones de Semana Santa de la ciudad. También se utiliza regularmente para celebrar exposiciones, conciertos y todo tipo de actos culturales.

Desde el punto de vista arquitectónico, Santa Isabel es un ejemplo de construcción barroca, con algunos indicios del incipiente estilo churrigueresco.

Una característica de esta iglesia es que el diseño de la fachada es la réplica exacta de la configuración del interior, incorporando en ambos casos tanto estatuas de los Santos como representaciones de los símbolos del reino de Aragón: el Blasón, las cabezas de los cuatro reyes moros, las cuatro barras, el árbol del Sobrarbe… y la estatua de San Jorge.

A la izquierda del altar encontramos también una arqueta donde se conservan los restos de Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, trasladados en 1914 desde la Casa Consistorial.

Un detalle que ninguno de los del grupo conocíamos es que, en una capilla situada a la izquierda de la puerta de entrada, se exponía durante las navidades desde mediados del s.XX un curioso belén formado por autómatas que se movían al insertar una moneda.

Después de observar en detalle el impresionante retablo barroco, recorrimos el perímetro interior de la nave en forma de cruz griega, donde el guía nos explicó el significado de las diferentes capillas y nos señaló el valor artístico de las estatuas y cuadros expuestos en ellas.

Finalizamos el recorrido en la sacristía, donde destaca el mueble destinado a guardar las vestimentas y accesorios de los sacerdotes.

Una vez más, agradecemos a Miguel Ángel Pintre la erudición que destilan sus explicaciones, que a la vez resultan tan amenas por la mezcla con sus anécdotas personales y familiares relatadas con humor.