Johann Wolfgang von Goethe

Biografía

Escritor alemán. Nacido en una familia burguesa, su padre se encargó personalmente de su educación. En 1765 inició los estudios de derecho en Leipzig, aunque una enfermedad le obligó a regresar a Frankfurt. Una vez recuperada la salud, se trasladó a Estrasburgo para proseguir sus estudios. Fue éste un período decisivo, ya que en él se produjo un cambio radical en su orientación poética.

Escribió varias obras que iniciaban una nueva poética, entre ellas Canciones de Sesenheim, poesías líricas de tono sencillo y espontáneo, y Sobre la arquitectura alemana (1773), himno en prosa dedicado al arquitecto de la catedral de Estrasburgo.

La muerte de Schiller, en 1805, y una grave enfermedad, hicieron de Goethe un personaje cada vez más encerrado en sí mismo y atento únicamente a su obra. En 1806 se casó con Christiane Vulpius. En 1808 se publicó Fausto y un año más tarde apareció Las afinidades electivas, novela psicológica sobre la vida conyugal y que se dice inspirada por su amor a Minna Herzlieb. Movido por sus recuerdos, inició su obra más autobiográfica, Poesía y verdad (1811-1831), a la que dedicó los últimos años de su vida, junto con la segunda parte de Fausto.

Obras

Fue un gran contribuyente en la literatura alemana y universal con su magisterio en todos los géneros que abordó y su anticipo de la corriente romántica, sino también en el campo científico.

El capricho del enamorado (1767)

Los cómplices (1768)

Götz von Berlichingen (1773)

Las penas del joven Werther (Die Leiden des jungen Werther, (1774).

Clavijo (1774)

Prometeo (1774)

Stella (1775)

Ifigenia en Táuride (1787)

Egmont (1788)

La selva negra (1789)

Torquato Tasso (1790)

El Gran Copto (1792)

Elegías romanas (Römische Elegien, 1795)

Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (Wilhelm Meisters Lehrjahre, 1796)

La novia de Corinto (1797)

Hermann y Dorothea (1798)

Fausto, Primera Parte, (1807)

Las afinidades electivas (Die Wahlverwandtschaften, 1809)

Poesía y verdad, Parte I (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit, 1811).

Viaje a Italia (Italienische Reise, 1816).

Diván de Oriente y Occidente (Westöstlicher Diwan, 1819)

Elegía de Marienbad (Marienbader Elegie, 1823)

Fausto, Segunda Parte (1832)

Poesía y verdad, Parte II (Aus meinem Leben: Dichtung und Wahrheit, 1833).

Comentario obras

Las penas del joven Werther

Esta novela es una de las mejores obras del autor junto a Fausto .Es un gran ejemplo del movimiento de esta época , el romanticismo. Es una obra sencilla, ingenua, atractiva, conmovedora y profunda.

Exceso de patetismo,un rasgo muy comun del romanticismo. El patetismo significa : Cualidad de patético.


Fausto

Es sin duda la obra maestra de Goethe, en ella tenemos poesía, drama, filosofía. El autor se basa en una leyenda alemana cuyo protagonista vende su alma al diablo a cambio de cumplir todos sus sueños. Es un libro con mucha imaginación , en ella, se tratan temas como el aborto; se puede ver cuando Margarita mata a su hijo, el amor; entre Fausto y Margarita, y el poder y la manipulación; representada por Mefistófeles hacia el protagonista. Otros temas son la codicia, el intento de suicidio y el deseo de ganar.



Selección de textos


Las penas del joven Werther


4 de mayo de 1771: ¡Cuánto me alegro de haber marchado! ¿Qué es, amigo mío, el corazón del hombre? ¡Dejarte, cuando tanto te amaba, cuando era tu inseparable, y hallarme bien! Sé que me perdonas. ¿No estaban preparadas por el destino esas otras amistades para atormentar mi corazón? ¡Pobre Leonor! Pero no fue mi culpa. ¿Podía pensar que mientras las graciosas travesuras de su hermana me divertían, se encendía en su pecho tan terrible pasión? Sin embargo, ¿soy inocente del todo? ¿No fomenté y entretuve sus sentimientos? ¿No me complacía en sus naturalísimos arranques que nos hacían reír a menudo por poco dignos de risa que fueran? ¿No he sido…? ¿Pero qué es el hombre para quejarse de sí? Quiero y te lo prometo, amigo mío, enmendar mi falta; no volveré, como hasta ahora, a exprimir las heces de las amarguras del destino; voy a gozar de lo actual y lo pasado como si no existiera. En verdad tienes mucha razón, querido amigo; los hombres sentirían menos sus trastornos (Dios sabrá por qué lo hizo así) de no ocupar su imaginación con tanta frecuencia y con tal esmero en recordar los males pasados, en vez de en hacer soportable lo presente. Te ruego digas a mi madre que no olvido sus encargos y que en breve te hablaré de ellos. He visto a mi tía, esa mujer que goza de tan mala reputación en casa, y está muy lejos de merecerme mal concepto: es vivaracha y apasionada, tal vez, pero de estupendo corazón. Le expliqué todo lo relacionado con la retención de la parte de herencia de mi madre y ella me externó las razones que tenía para actuar así, me dijo las condiciones por las que estaba dispuesta a entregarme no sólo lo que se le pide, sino más. En fin, por hoy no me extenderé en este tema; dile a mi madre que todo estará bien. Estoy convencido de que la negligencia y las discusiones producen en este mundo más daños y trastornos que la malicia y la maldad. Por lo menos, éstas no abundan tanto. Estoy aquí en la gloria. La soledad en este país encantador es el bálsamo perfecto para mi corazón, tan dado a las emociones fuertes; y la estación del momento, en la que todo se renueva y rejuvenece, derrama sobre él un suave calor. Cada árbol, cada seto, es un ramillete de flores; le dan a uno ganas de volverse abejorro o mariposa para sumergirse en el mar de perfume y respirar el aromático alimento. La ciudad en sí es desagradable, pero en sus cercanías, en cambio, la naturaleza hace gala y ostentación de bellezas inefables. Esto fue lo que movió al difunto conde de M*** a plantar un jardín en uno de estos oteros que con gran variedad forman los valles más deliciosos. El jardín es muy sencillo y en cuanto se entra en él, se nota que no se trazó por una mano de hábil jardinero, sino por un corazón sensible que quería deleitarse. Mucho he llorado al recordarle en las ruinas de un pabellón que era su retiro predilecto y que también se ha hecho el mío. Pronto será el dueño del jardín; estoy aquí desde hace pocos días y el jardinero siempre se muestra muy atento y afectuoso conmigo. No lo perderá.



LA TRAGEDIA

PRIMERA PARTE


DE NOCHE

(En una habitación gótica, estrecha y de altas bóvedas, FAUSTO está sentado en un sillón ante su pupitre.)

FAUSTO: Ay, he estudiado ya Filosofía, Jurisprudencia, Medicina y también, por desgracia, Teología, todo ello en profundidad extrema y con enconado esfuerzo. Y aquí me veo, pobre loco, sin saber más que al principio. Tengo los títulos de Licenciado y de Doctor y hará diez años que arrastro mis discípulos de arriba abajo, en dirección recta o curva, y veo que no sabemos nada. Esto consume mi corazón. Claro está que soy más sabio que todos esos necios doctores, licenciados, escribanos y frailes; no me atormentan ni los escrúpulos ni las dudas, ni temo al infierno ni al demonio. Pero me he visto privado de toda alegría; no creo saber nada con sentido ni me jacto de poder enseñar algo que mejore la vida de los hombres y cambie su rumbo. Tampoco tengo bienes ni dinero, ni honor, ni distinciones ante el mundo. Ni siquiera un perro querría seguir viviendo en estas circunstancias. Por eso me he entregado a la magia: para ver si por la fuerza y la palabra del espíritu me son revelados ciertos misterios; para no tener que decir con agrio sudor lo que no sé; para conseguir reconocerlo que el mundo contiene en su interior; para contemplar toda fuerza creativa y todo germen y no volver a crear confusión con las palabras.

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