El complejo de Víctima y el demonio Absalón:
La mentalidad de Víctima transforma héroes en villanos.
No es lo mismo ser una víctima, que sentirse una víctima.
Quien se siente víctima e interiorisa esa mentalidad, ha iniciado su proceso de autodestrucción y en el camino destruirá todo lo que esté a su paso.
El complejo de Víctima te hace sentir que tienes derecho a vengarte y hacer justicia por tu propia mano, porque nadie te ha hecho justicia.
Absalón fué hijo del David. Amnón, hijo mayor de David violó a la hermana menor de Absalón, Tamar. Nadie hizo nada. El rey David no se pronunció ni hizo justicia.
Absalón entonces esperó el momento y en un tiempo mató al violador Amnón. Luego se reveló contra su padre el rey David y violó a 10 concubinas del rey en la terrasa del palacio.
Absalón quizo hacer justicia por su hermana Tamar, pero en el proceso se convirtió en asesino y violador, él mismo. Además, dividió al pueblo y murió ahorcado por su propia cabellera en el bosque.
Esta historia se repite en muchas familias, empresas he iglesias. Te sientes víctima y empiezas a fraguar un pensamiento, un hábito, un plan, no sabiendo que en lugar de héroe serás un villano 10 veces peor y el demonio Absalón se apodera de ti, para matarte.
Teológicamente no sé si exista un demonio de nombre Absalón. El nombre correcto sería "Venganza". Pero existe un demonio llamado Jezabel, por la historia de Jezabel. Entonces estoy bastante seguro que demonio "Absalón" es un nombre para "Venganza" y su estratégia es la "Mentalidad de Víctima", para sacar el héroe que hay en tí y hacerlo villano.
Debemos recordar que sí existe un Dios, y que el perdón es más poderoso. Es necesario que se haga justicia, por medio de autoridades y procesos legales, pero es necesario también eliminar del corazón el rencor, porque justicia con rencor es venganza, no justicia.
.
.
.
19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. (Santiago 1:19-20)
Ver más sobre el Espíritu de Absalón