Un programa radial

Cuando el padre Rafael García Herreros llegó a Cartagena, en marzo de 1946, se encontró con una situación inesperada: el seminario había comenzado labores desde un mes atrás, las clases ya habían sido distribuidas y a él no se le había reservado ningún trabajo; empezó entonces a buscar ocupación fuera del seminario, y obtuvo algunas clases en la Escuela Normal de Señoritas.

Por esos días conoció a Rafael Fuentes, propietario de Radio Fuentes, quien lo invitó a utilizar los micrófonos de su emisora. Así surgió una Hora Católica, que por cuatro años se mantuvo en la ciudad. En ella había espacios de música, de oración y de enseñanza. Además del padre García Herreros, hablaron con frecuencia en ella el doctor Rafael Suárez y el padre Jaime Álvarez, quien luego organizaría su propia emisora en la ciudad de Pasto.

El trabajo radial de Cartagena fue origen de esfuerzos similares en otras ciudades del país: el mismo padre García Herreros, en alguna de sus vacaciones, organizó en Cúcuta una “Hora Católica”, que durante algún tiempo estuvo animando su hermana Ana Elvira, y en 1954, en Medellín, inició idéntico programa, cedido luego al padre Fernando Gómez, quien por muchísimos años hizo inmenso bien por la radio.

Simultáneamente con el programa semanal de la Hora Católica, empezó el padre Rafael, en Cartagena, el 8 de febrero de 1950, un programa matinal más corto y dinámico, llamado “El Minuto de Dios”.

La primera alusión que hemos hallado respecto al programa del Minuto de Dios aparece en una carta del padre García Herreros a su superior provincial, el 10 de febrero de 1950, y es la siguiente: “He introducido en este año El Minuto de Dios, que es una corta radiación todos los días, a las 7:30 am. Eso está grabado, de modo que no necesito ir a la emisora”.

El padre Rafael evocaría los inicios de su programa con estas palabras: “Un día se me ocurrió, y fue una intuición, que debía existir un minuto, en la Tierra, de la Divinidad, para que hubiera paz, silencio, fe y alegría en este mundo. Es sólo un momento, pero es el tiempo de la Verdad; en otras palabras, el Minuto de Dios expresa un instante de Dios en la Tierra”1.

El programa se transmitió en Cartagena durante ocho meses, se interrumpió por el viaje del padre Rafael a Europa, y se reinició el 18 de enero de 1952 en Cali.

Desde Cali, el programa alcanzó renombre nacional debido a que numerosas emisoras del país entraron en cadena para trasmitirlo por muy distintas regiones. Fueron esas emisoras: Radio Pacífico, la Voz de Cali, Radio Nueva Granada, la Voz de Armenia, la Voz de Pereira, la Voz del Norte, la Voz de Pasto, Radio Bucaramanga y Radio Boyacá, que formaban la cadena “Todelar” de Bernardo Tobón de La Roche.

Dos veces al día, a las 7:20 de la mañana y a las 7:30 de la noche, los radioescuchas recibían la invitación para pensar en Dios, en Jesucristo y en su fe cristiana, y para leer, a la luz del Evangelio, los sucesos cotidianos.