Pensamiento social

Hoy encontramos en el Papa Francisco, un hombre especialmente cercano con los oprimidos, los pobres, las víctimas de conflictos, que enseña y practica la misericordia divina. Es clara la proximidad que tiene el Papa Francisco con la Doctrina social de la Iglesia. En cada una de sus enseñanzas y sus actos se manifiestan el pensamiento social cristiano.

Podemos evocar algunas expresiones de su pensamiento a continuación:

Dignidad humana:

La ‘dignidad’ es la palabra clave que ha caracterizado el proceso de recuperación en la segunda postguerra. Nuestra historia reciente se distingue por la indudable centralidad de la promoción de la dignidad humana contra las múltiples violencias y discriminaciones, lo que ha dado lugar a la “importancia de los derechos humanos. ¿Qué dignidad existe cuando falta la posibilidad de expresar libremente el propio pensamiento o de profesar sin constricción la propia fe religiosa? ¿Qué dignidad puede tener un hombre o una mujer cuando es objeto de todo tipo de discriminación?, ¿qué dignidad podrá encontrar una persona que no tiene qué comer o el mínimo necesario para vivir o, todavía peor, el trabajo que le otorga la dignidad? Promover la dignidad de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún en beneficio de intereses económicos. Francisco (Ante Parlamento Europeo. 25 Nov. 14).

Solidaridad y Subsidiaridad

A menudo olvidada u omitida, porque es incomoda, la solidaridad: me gustaría hacer un llamamiento a quienes tienen más recursos, a los poderes públicos y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos en la justicia social: que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. (…) el hambre y la ausencia de satisfactores de las necesidades más elementales de los seres humanos es una injusticia social. No se trata de repartir, ni de una lucha ideológica entre los que menos y los que más tienen. Se trata de ver por el bien común y evitar esta injusticia social. Francisco (Jornada Mundial de la Juventud 2013).

Solidaridad, Subsidiaridad y Participación

En cada persona, en lo concreto, en la vida que compartimos. Y además nos decía que el amor siempre se comunica, tiende a la comunicación, nunca al aislamiento. Dos criterios que nos pueden ayudar, a mirar la sociedad con otros ojos, no solo a mirarla, a sentirla, a pensarla, a tocarla, a amasarla. A partir de este afecto, irán surgiendo gestos sencillos que refuercen los vínculos personales. En varias ocasiones me he referido a la importancia de la familia como célula de la sociedad. En el ámbito familiar, las personas reciben los valores fundamentales del amor, la fraternidad y el respeto mutuo, que se traducen en valores sociales esenciales y son: la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad. Y entonces, partiendo de este ser de casa, mirando a la familia, pensemos en la sociedad, a través de estos valores sociales que mamamos en casa, en la familia, la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad. Francisco (Encuentro con la sociedad civil 2015).

Bien común

Voy a escuchar qué dice el otro, en qué me enriquece el otro, en qué el otro me hace caer en la cuenta que yo estoy equivocado y en qué cosas le puedo dar yo al otro. Es un ida y vuelta, ida y vuelta, pero con el corazón abierto. Con presunciones de que el otro está equivocado, mejor irse a casa y no intentar un diálogo, ¿no es cierto? El diálogo es para el bien común y el bien común se busca, desde nuestras diferencias, dándole posibilidad siempre a nuevas alternativas. Es decir, busca algo nuevo. Siempre, cuando hay verdadero diálogo, (…) Dialogar no es negociar. Negociar es procurar sacar la propia tajada. A ver cómo saco la mía. No, no dialogues, no pierdas tiempo. Si vas con esa intención no pierdas tiempo. Es buscar el bien común para todos. Discutir juntos, pensar una mejor solución para todos. Muchas veces esta cultura del encuentro se ve envuelta en el conflicto. Es decir (...) Vimos un ballet precioso recién. Todo estaba coordinado y una orquesta que era una verdadera sinfonía de acordes. Francisco (Ante la Sociedad Civil de Paraguay 2015).

Justicia

Y este es el corazón de Dios, un corazón de Padre que ama y quiere que sus hijos vivan en el bien y en la justicia, y por ello vivan en plenitud y sean felices. Un corazón de Padre que va más allá de nuestro pequeño concepto de justicia para abrirnos a los horizontes ilimitados de su misericordia. Un corazón de Padre que nos trata según nuestros pecados y nos paga según nuestras culpas. Y precisamente es un corazón de Padre el que queremos encontrar cuando vamos al confesionario. Tal vez nos dirá alguna cosa para hacernos entender mejor el mal, pero en el confesionario todos vamos a encontrar un padre; un padre que nos ayude a cambiar de vida; un padre que nos de la fuerza para ir adelante; un padre que nos perdone en nombre de Dios. Y por esto ser confesores es una responsabilidad muy grande, muy grande, porque aquel hijo, aquella hija que se acerca a ti busca solamente encontrar un padre. Y tú, sacerdote, que estás ahí en el confesionario, tú estás ahí en el lugar del Padre que hace justicia con su misericordia. Francisco (Catequesis 03 Feb. 16). El 24 de Noviembre de 2013, el Papa Francisco publica la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium sobre “El Anuncio del Evangelio en el Mundo Actual”. Esta exhortación apostólica invita a anunciar “la alegría del Evangelio”. Esta alegría surge del encuentro con Jesús resucitado que es fuente de esa alegría y esperanza que por supuesto adquiere una dimensión social. En particular en el capítulo cuarto aborda “La dimensión social de la Evangelización” expresando que Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios.[1]. No podemos realizarnos ni salvarnos solos. “Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana”.[2]. Sabemos que Dios creó todas las cosas –para que las disfrutemos- (1 Tim 6,17), para que todos puedan disfrutarlas.[3]. En el documento más adelante dirá que”el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad”. Al referirse al tema de la economía señala que la inequidad es raíz de los males sociales. Se refiere también a la importancia de integrar a los diferentes y en particular a los niños y ancianos y condena la trata de personas. “El Papa Francisco ha sido y es una voz que anuncia en el medio del desierto, es viva expresión de Jesús encarnado hoy en la tierra. A través de él podemos apreciar la necesidad de mirar al otro como hermano, de detener nuestra mirada en el más pobre, en el ser agentes de unidad, el de abrir el corazón y la mente al que es distinto y por sobre todo a reconocer en el otro y los otros al mismo Jesús que camina en medio nuestro”.

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