Gramática

Hemos dicho que el enfoque de este curso no es la gramática pero añadimos esta sección opcional para repasar algunos aspectos conflictivos de la gramática del español.

El acento en español

El acento es esa pequeña marca (tilde) que colocamos sobre algunas vocales para indicar cuál es la sílaba fuerte. Este es el acento ortográfico que tan poco gusta a los estudiantes de español y la verdad es que muchos hispano hablantes, sobre todo jóvenes, tampoco lo usan. Entonces, ¿para qué aprender a ponerlo? Bueno, la verdad es que la marca gráfica en el papel no es muy importante, pero lo que sí tiene importancia es pronunciar las palabras correctamente. 

Otras lenguas tienen diferentes tipos de acentos que sirven para cambiar: la cantidad (largo, normal, breve), el tono (agudo, grave, circunflejo) o la intensidad (fuerte, medio, débil) de las sílabas. 

En español solo existe el acento de intensidad (prosódico), y solo puede ser: fuerte (marcado) o débil (no marcado). Para marcarlo usamos una tilde inclinada a la derecha (´), pero solamente cuando la palabra no sigue las normas generales.

En todos los idiomas cada palabra tiene una sílaba más fuerte que las demás pero generalmente no se señala de ninguna manera, salvo en los diccionarios o en los libros para niños o para estudiantes extranjeros, para ayudarles a pronunciar correctamente las palabras. En español, sin embargo, siempre podemos saber cuál es la sílaba fuerte porque, o bien es una palabra normal que se acentúa según las normas, o de lo contrario, si no las sigue, entonces lleva la marca escrita (´). De esta forma, aunque veamos una palabra por primera vez, no tendremos ningún problema en pronunciarla si conocemos las reglas de acentuación. Si estamos escribiendo, tampoco es complicado poner las tildes, pero, como hemos dicho, lo verdaderamente importante es decirlo correctamente. Si al hablar ponemos el acento en la sílaba incorrecta, sí que podemos tener problemas de comprensión. Puede ocurrir que estemos diciendo algo que no queremos, como: tomo (volume, I take) en lugar de to (He took). La tilde no es tan importante pero la entonación correcta sí. Entonces, usemos o no usemos las tildes, lo que sí tenemos que saber es cómo pronunciar correctamente las palabras y para eso hay unas reglas muy sencillas.

Haciendo una gran simplificación podemos decir que el español es un idioma llano, lo que quiere decir que el acento cae en la penúltima sílaba, y eso es verdad para la inmensa mayoría de las palabras. Pero todos sabemos que hay palabras (como los nombres de los verbos) que terminan en consonante y la sílaba fuerte es la última (hablar, comer, vivir). Para esas palabras hay que cambiar la regla, no es la penúltima sino la última sílaba, o bien hacer un pequeño truco y añadir una "e" al final de esas palabras, con lo cual ya terminan en vocal y podemos aplicar la regla de la penúltima sílaba. Esa "e" en realidad existió en casi todas las palabras que provienen del latín, pero en español terminó perdiéndose por lo que resultan palabras terminadas en consonante, pero el acento no ha cambiado, sigue estando en la misma sílaba que ahora, al perderse la "e", es la última. En francés, por ejemplo, todavía se escribe esa "e" final en muchas palabras, pero nunca se pronuncia. En español no solo no la pronunciamos sino que tampoco la escribimos.

Pero hay dos consonantes que son especiales, la S y la N. La s se usa en español para formar el plural y no tendría ningún sentido cambiar la sílaba acentuada de las palabras cada vez que formemos el plural. Por eso la s de los plurales nuca cambia la sílaba acentuada. Por ejemplo: casa, casas, avión, aviones. Pero si una palabra termina en s, y no es un plural, entonces sí que debe ir acentuada en la última sílaba: París, parchís, compás.

Los verbos no siguen las normas generales, sino que tienen sus propias reglas de entonación para cada tiempo y según si son regulares o no. Es muy importante que aprendamos a pronunciar bien las formas verbales si no queremos tener problemas graves de comprensión.

La S y la N, son las únicas consonantes que aparecen al final de las formas verbales y hay tantos verbos y cada uno tiene tantas formas, y en la mayoría de los casos son palabras llanas, que, a fin de ahorrarnos tener que poner acento a muchas palabras, como: hablas, hablamos, hablan, hablabas, hablaban, etc., se decidió considerar la N y la S como vocales a la hora de poner las tildes.

Pero si una palabra acaba en n y no es una forma verbal (lo mismo que si acaba en s y no es un plural ni una forma verbal), sigue la norma general y es fuerte en la última sílaba: habitación, camión, canción, lo que pasa es que tenemos que poner una tilde (´) porque hemos decidido que la n y la s la ponemos en el grupo de las vocales (lo mismo que con París, parchís, compás). 

Entonces, para saber cómo pronunciar correctamente las palabras (acento prosódico), si es un verbo, hay que seguir las normas de pronunciación de cada tiempo (p. ej. el presente sigue la norma de la penúltima sílaba, pero en pretérito la sílaba fuerte es siempre la de la vocal temática que en la primera y tercera persona del singular es la última letra, salvo en los irregulares, y por tanto debe ir acentuada). Si no es un verbo ni un plural (con los plurales no contamos la s), entonces la regla es que las palabras son llanas y el acento cae en la penúltima sílaba. Si la palabra acaba en consonante (incluidas la n y la s, pero que no sean formas verbales ni plurales), entonces hay que hacer el truco de añadir una e invisible al final de la palabra o mover el acento a la última sílaba.

Para saber cómo escribir correctamente la tilde (acento ortográfico) la regla es muy sencilla: toda palabra que no siga la regla general de acentuación lleva una marca (tilde) sobre la vocal de la sílaba fuerte. Es decir, todas las palabras que acaben en vocal (o en n o s) y no sean llanas (fuerte en la penúltima sílaba) llevan tilde, lo mismo que todas las palabras que acaben en consonante (menos en n o s) y no sean agudas (fuerte en la última sílaba).

Claro que tenemos que saber cómo se forman las sílabas. Cada sílaba necesita una vocal, pero a veces pueden tener más de una vocal si estas forman un diptongo o triptongo. Recordemos que en español cada sonido requiere una vocal. Para obtener el sonido como en inglés del pronombre "I" en español necesitamos dos vocales la a y la i, pero forman una sola sílaba, un solo golpe de voz, ai. Hay una forma muy sencilla de saber cuándo dos vocales forman diptongo (una sola sílaba): si una de las dos vocales es débil (es una i o una u) forman diptongo siempre. Entonces, ai, ei, oi, ui, ia, ie, io, iu, au, eu, iu, ou, ua, ue, ui, uo, son diptongos. Algunos son frecuentes, otros no se usan apenas, pero todos forman diptongo. No olvidemos que la i y la u también pueden ser fuertes (cuando van acentuadas) y las vocales fuertes (a, e, o, í, ú) entre sí no forman diptongo. Por ejemplo, ae, aí, ao, aú, no son diptongos. Para recordarlo podemos pensar que, si una vocal es débil, entonces necesita ayuda y se une a cualquier otra que esté a su lado, pero si es fuerte no necesita ayuda y no se une nunca a su compañera. Los triptongos serían lo mismo pero con tres vocales, dos débiles con una fuerte en medio, y son mucho menos frecuentes. Si el acento cae en una sílaba con diptongo (o triptongo) hay que ponerlo siempre sobre la vocal fuerte porque si lo ponemos en la débil, entonces ya no es débil y no forma diptongo.

El acento, hemos dicho, sirve para marcar cuál es la sílaba fuerte, entonces, si una palabra tiene una sola sílaba no hace falta saber cuál es la fuerte (solo hay una) y no se pone el acento ortográfico (la tilde). Pero sabemos que algunas palabras monosílabas llevan acento, como: él, tú, mí, etc. Esos acentos no son acentos de entonación sino unas marcas diacríticas (solo que usamos la misma tilde) para distinguir dos palabras que se escriben igual. Por ejemplo: él, pronombre sujeto (He), opuesto a el, artículo (The).

También los demostrativos éste, ésta, ése, ésa, aquél y aquélla, y sus plurales, pueden escribirse con tilde cuando funcionan como pronombres (esto, eso y aquello no llevan tilde nunca, ya que no existen los adjetivos correspondientes), así como el adverbio sólo, pero es mejor ponerles acento solo cuando haya riesgo de ambigüedad, si no hay problema de confusión podemos escribirlos sin acento.

Donde sí hay que poner acento es en todas las palabras interrogativas y exclamativas: cómo, cuál, quién, qué, dónde, cuándo, cuánto, cuán... aunque no existan signos de interrogación o admiración. Si no son interrogativas o exclamativas no llevan acento aunque estén entre signos de interrogación o admiración: ¿Me llamas cuando llegues? (cuando no lleva tilde).

Vamos a hacer algunas actividades para practicar los acentos:

Bingo. Le damos a cada estudiante un cartón con 5 columnas y 10 filas con los diferentes patrones acentuales. Las dos primeras columnas son de palabras agudas (fuerte en la última sílaba) pero unas acaban en vocal-n-s y las otras en consonate. Las siguientes columnas son de palabras llanas (fuerte en la penúltima), unas acaban en vocal y otras en consonante. Y la última columna es para pabras esdrújulas (fuertes en la antepenúltima), no importa en qué acaben. Les leemos las 50 palabras (sin orden) marcando muy bién cuál es la sílaba fuerte y el primero que complete una columna debe decirlo y seguimos hasta que alguien cante Bingo. Para comprobar, proyectamos la solución en la pizarra.

Ejemplos de palabras para cada columna:

1. sillón, sofá, café, canción, marrón, jamás, viviré, descansé, allí, tendrás...

2. pensar, hablar, escribir, comedor, pared, reloj, señor, usted, calor, favor...

3. mesa, libro, silla, eran, pelo, ojo, cara, escriben, lunes, camisetas...

4. fácil, débil, útil, césped, ángel, caníbal, túnel, dócil, fósil, cónsul...

5. rápido, tímido, cómico, física, clásico, ejército, átomos, régimen, éxito, típico...

Competición. También podemos hacer una competición en grupos de 4 alumnos divididos en dos parejas. Primero les dejamos un tiempo para que cada pareja confeccione una lista de 10 palabras utilizando el diccionario y las escriban correctamente subrayando claramente la sílaba fuerte. Después le leen estas palabras (marcando bien la acentuación) a la otra pareja que intentará escribirlas correctamente. Al terminar, hace lo mismo la segunda pareja y finalmente se cuenta el número de aciertos que ha tenido cada una. Cada pareja intentará buscar palabras difíciles que la otra pareja no conozca, pero comprobarán que esto no tiene mayor relevancia si se pronuncian bien y conocemos las reglas de acentuación.

Canción sin acentos. Por último vamos a intentar poner los acentos a esta canción del cantautor español Luis Eduardo Aute

Sin tu latido

Hay algunos que dicen

que todos los caminos conducen a Roma

y es verdad porque el mio

me lleva cada noche al hueco que te nombra

y le hablo y le suelto

una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;

luego apago tus ojos

y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay, amor mio,

que terriblemente absurdo

es estar vivo

sin el alma de tu cuerpo,

sin tu latido, sin tu latido.

Que el final de esta historia,

enesima autobiografia de un fracaso,

no te sirva de ejemplo,

hay quien afirma que el amor es un milagro

que no hay mal que no cure

pero tampoco bien que le dure cien años;

eso casi lo salva,

lo malo son las noches que mojan mi mano.

Ay, amor mio...

Aunque todo ya es nada,

no se por que te escondes y huyes de mi encuentro.

Por saber de tu vida

no creo que vulnere ningun mandamiento;

tan terrible es el odio

que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,

pero no me hagas caso,

lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.

Ay, amor mio... (x3)

Primero ponemos los acentos a las palabras que conocemos y marcamos las que no conocemos. Luego escuchamos la canción fijándonos especialmente en las palabras desconocidas y marcando la sílaba tónica subrayándola.

Al final decidimos si hay que ponerles tilde o no. Volvemos a escuchar la canción repasando las respuestas. Luego podemos comparar los resultados con un compañero y discutir las posibles discrepancias que surjan. Por último proyectamos la canción con los acentos para comprobar. Puede que en algunos casos el cantante haya cambiado la entonación por motivos estéticos.

En este artículo puedes estudiar El acento en español con más detalle.