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Abdellah Taïa, entrevista en el magazín gay marroquí ASWAT

Traducción al castellano de la entrevista de Abdellah Taïa en el magazine marroquí gay ASWAT

Abdellah Taïa (Salé, 1973) es un escritor y periodista marroquí abiertamente homosexual, que desde 1998 vive en París en un autoexilio. Estudió Literatura francesa en Rabat y a mediados de la década de los 90 se trasladó a Ginebra para continuar sus estudios, que acabaría en la Sorbona, París. En la actualidad trabaja como periodista para Le Monde.1- Hablenos de su novela “El Día Del Rey” (“Le jour du roi”, editions du Seuil, Prix de Flore 2010)

El Dia del Rey vió la luz en 2010. En 2011, esta novela fue traducida al árabe por la editora libanesa DAR AL-ADAB. Ha sido la primera vez que uno de mis libros ha sido traducido a la lengua árabe. Es muy importante para mi. Incluso si escribo en francés, el árabe domina todo en mi, en mi corazón y en mi estilo. El Día del Rey, como mis otros libros, muestran hasta que punto el árabe influencia enormemente el ritmo de mis frases cortas y escritas en francés, hasta que punto el imaginario árabe es visible por todas partes en mis historias. No busca nunca deshacerme de esta influencia mayor. Yo soy primero y ante todo un hombre árabe. El Día del Rey transcurre en junio de 1987, en Salé. Presenta la amistad fuerte y ambigua de dos adolescentes marroquís: Omar, el pobre, y Khalid, el rico. Este último es escogido para participar en una ceremonia organizada por el Rey Hassan II. Khalid no le dice nada a Omar.

Cuando aquel descubre la mentira, es la guerra. Una guerra de identidades demasiado apresadas en Marruecos. Una guerra justa e injusta. Una guerra donde el amor entre Omar y Khalid se revelará cada vez más en el interior del bosque de Mamora. Al final del libro, un nuevo personaje aparece. Se trata de Hadda, la negra. Es ella quien llevará la revolución hasta el final, Sola y contra todos. En Rabat, en Touarga…

2- ¿De donde el viene el valor para defender, desde hace muchos años, las libertades individuales para todos los Árabes y sobretodo para los homosexuales árabes y musulmanes?

No soy valeroso hoy en día. Tengo los libros para defenderme, para darme una legitimidad que los otros (incluso aquellos que no me dan su reconocimiento) no pueden quitarme. Tengo lectores que me siguen. Amigos fieles. No estoy solo en la lucha por que las libertades individuales sean garantizadas por fin en las leyes de Marruecos. La libertad para los homosexuales como para los heterosexuales… era mucho más combativo cuando era un chaval, un adolescente. El mundo (también mi familia) no quería que viviera como yo soy. Era necesario cambiar, agachar la cabeza. Renegar de mi mismo. Sino: la muerte. Estaba obligado a hacer lo que esperaban de mi aunque solo fuera aparentemente. En el fondo de mi mismo, yo resistía, no renunciaba. En ese momento hacia falta ser muy valiente para seguir convencido de que yo era una buena persona, no una inmundicia, y que un día tendría mi libertad completa. Hacia falta valor para no deprimirse todo el rato, para no llorar sin descanso, no renunciar a un sueño (el del cine), engancharse para simplemente respirar, continuar viviendo… el mundo no ha hecho nada por hacerme las cosas más sencillas, ayudarme… no guardo odio en mi. Hoy he perdonado a el mundo, pero los mecanismos, producto de las humillaciones continuas durante muchos años están todavía allí. No son los libros quienes me ayudarán a salir de estas neurosis y de ese miedo que tengo pegado a la piel. Hoy en día peleo. Hablo. Escribo. Pero para ser sincero, no estoy todavía completamente libre de mis traumas de infancia.

3- ¿Qué obstáculos encuentra debido a la libertad que expresa en sus libros, entrevistas, tomas de posición políticas?

En la actualidad no veo obstáculos. Están en todas partes, en Marruecos y en Francia. Pero no renuncio. Me he convertido con el paso de los años en alguien muy testarudo. En eso me parezco a mi madre M’Barka… estoy convencido de los que digo y de lo que hago. Sé porque hablo y porque debo continuar haciéndolo. Por mi, por los otros, los homsexuales y no solamente… la mirada castradora de la familia, de la sociedad, de aquellos que quieren imponer su visión obtusa del Islam, del mundo, la mirada reprobadora de los amigos, de los más cercanos, de todo eso de lo que me he deshecho hace ya años. No espero que nadie me diga que tengo razón, que bendigan lo que hago, he tomado la costumbre de funcionar en soledad, solo ante el mundo. El mundo no puede resumirse a la familia y al Iman. Cada uno tiene el derecho a inventarse algo único en esta tierra, dejar un legado, crear un enlace nuevo con el cielo. Es necesario intentar ir donde queramos alla donde queramos a pesar de los demás. Es importante que este mensaje se repita una y otra vez, sobretodo en Marruecos donde el grupo y las costumbres aplastan todo y a todos. ¡Estoy harto de tener que aparentar! Tenemos que existir de ahora en adelante por nosotros mismos, primero y sobretodo por nosotros mismos…

4- Ahora que los islamistas están a punto de ganar las elecciones en numerosos países árabes, ¿piensa usted que un día se podrán obtener derechos para los homosexuales árabes?

La Primavera Árabe ha aportado algo de esencial: La caída del muro del miedo en el corazón de los árabes. Ya no es necesario tener miedo. Es necesario que cada uno, a su manera, se adscriba, se libere y esté en el corazón del mundo. Hacer algo valioso. Avanzar. Avanzar. Los derechos para los gays árabes y musulmanes, estoy convencido que acabaremos por obtenerlos, por conquistarlos en todas las sociedades árabes. Claro que siempre existirán personas que querrán impedir nuestra liberación, que nos maldecirán y nos insultaran. No es grave. Es necesario no desviarse de lo esencial: cambiar el punto de vista de los otros sobre la homosexualidad en general y sobre las libertades individuales en particular. Los árabes han comprendido que no son nuestros gobiernos, sean islamistas o no, los que nos van a dar nuestra libertad. Hay que tirar hacia adelante sin ellos. Disponemos de internet hoy en día para hacernos eco de nuestra lucha. Hay periodistas valerosos que nos apoyan en esta batalla por el derecho y la dignidad. Cuando veo lo que el extraordinario movimiento del 20 de Febrero ha conseguido en Marruecos, me crea esperanzas. Me agarro a esta esperanza. Debemos todos agarrarnos a esta esperanza. Es fuerte. Fuerte y verdadero.

5- Cuándo miro sus entrevistas en youtube, nos sorprende su gran afinidad con Marruecos…

Soy marroquí, nací en Marruecos. Estoy ligado al cielo y a la tierra que he conocido en Salé y en Rabat. Ligado a Hay Salam. Al rio Bouregreg. A la Universidad Mohamed V. A los santos de Salé: Sidi Ben Acher y Sidi Abdellah Ben Hassoum. Mi imaginario viene de ahí. Mi capacidad de resistencia, de rebelarme, viene de ese mundo donde he visto a mi madre M’Barka pelear sin parar… esta ligazón visceral no me impide tener una perspectiva crítica sobre Marruecos, su sociedad, sus incapacidades, su poder, sus tradiciones asfixiantes, sus numerosos bloqueos. Amar a Marruecos, no consiste en repetir día y noche que lo amas, que lo veneras. Amar a Marruecos es amar la libertad real y asumida por todos los ciudadanos de ese país… Nos faltan modelos a seguir en Marruecos para que esta libertad sea aceptada y compartida por todos, para que salgamos por fin de la hipocresía y de la corrupción que ahogan nuestras vidas marroquís.

6- Hablenos de su infancia…

¿Mi infancia? Pobre. Desnuda. Formidable. Dura. Jugaba mucho en las calles. Hacía unas travesuras terribles: he matado gatos y pájaros. Tuve sexo inocente con un monton de compañeros. Caía enfermo con mucha frecuencia. Era afeminado. La gente me insultaba. Pero yo continuaba saliendo a la calle. Quería estar en el mundo, vivo, en la lucha y en la transgresión. En el ruido. Yo no me daba completamente cuenta hasta que punto el mundo me rechazaba y me iba a rechazar aún mucho más. Guardo un fuerte sentimiento por esta infancia y un cierto gusto de libertad a pesar de todo. La sensación del hambre. Tenía siempre hambre y no siempre había comida en casa. Era muy duro. Y al mismo tiempo no era importante. Me sigo viendo en la habitación donde vivíamos todos juntos: mi madre, mi hermano pequeño, mis seis hermanas y yo. Esa habitación resume y simboliza muchas de las cosas de mi vida y mi escritura. La encontramos por otro lado en mi última novela, “Infidèles”, que acaba de salir y que habla de una madre marroquí prostituta, Slima, y de su hijo Jallal… La infancia, todo viene de la infancia. En la adolescencia me pidieron que me hiciera hombre: No fui capaz. Para el homsexual marroquí que yo soy, los verdaderos problemas comenzaron en la adolescencia.

7- Una última palabra…

Quiero enviar un cariñoso saludo a todos vuestros lectores y, a través vuestro a todos los y las homosexuales marroquís, árabes, musulmanes (o no). Decirles también que relean a los autores árabes Al-Jahiz, Omar Khayyam, Abou Nouass, Jallal Dine Rûmi: En estos escritores, que escribieron libremente hace ya siglos sobre la homosexualidad, encontrareis la inspiración que a veces nos falta en el mundo árabe actual. ¡Valor para todos nosotros! La batalla no ha hecho nada más que empezar…

Enlace a la notica original en árabe: ASWAT

Fuente: http://baxtalo.wordpress.com/2012/10/30/abdellah-taia-entrevista-en-el-magazin-gay-marroqui-aswat/