16- 01- 2025
"Huertea", el Huerto Escolar que Cobra Vida en el CEIP Nebrixa.
En el CEIP Nebrixa, el huerto escolar conocido como "Huertea" está cobrando protagonismo gracias a la dedicación y esfuerzo de todos, destacamos a Ángela, una madre muy activa y participativa que, junto con el alumnado y el profesorado participante, ha logrado transformar este espacio en un lugar de aprendizaje, diversión y naturaleza. Este huerto, que anteriormente era un simple terreno, se ha convertido en un proyecto que formará parte esencial de la vida educativa del colegio, contribuyendo al desarrollo integral de los estudiantes.
El huerto escolar está inmerso dentro del programa CIMA, Programa para la Innovación y la Mejora del Aprendizaje, Programa CIMA, una herramienta para el desarrollo del nuevo marco curricular y la integración de las prácticas educativas en el Proyecto Educativo del centro, fomentando el trabajo cooperativo y la mejora continua del aprendizaje y los conocimientos del alumnado andaluz. Además dentro de este programa se encuentra Ecoescuela , una vertientemuy potente e impactante en la educación medioambiental.
El alumnado del CEIP Nebrixa está disfrutando enormemente de esta experiencia, aprendiendo desde la base sobre las plantas, sus necesidades, su crecimiento y su ciclo de vida. Los más pequeños descubren cómo las semillas se convierten en plantas a través del riego y el cuidado constante, mientras que los estudiantes más grandes se enfrentan a tareas más complejas, como el mantenimiento del huerto, la limpieza de malas hierbas y la preparación de la tierra. Estos trabajos, aunque pueden ser los más duros, son igualmente importantes, ya que enseñan el valor del esfuerzo y la responsabilidad.
El huerto no solo nos enseña a cuidar las plantas, sino que también aprendemos sobre la paciencia, el respeto a la naturaleza y la importancia de la colaboración. Además, a medida que los niños y niñas van descubriendo el proceso de cultivo, adquieren valiosas lecciones sobre la nutrición y el origen de los alimentos que consumen, reforzando así su conexión con lo que producen y cómo se producen.
Los trabajos en el huerto incluyen una gran variedad de tareas, desde las más laboriosas, como el desbroce de las malas hierbas, hasta las más gratificantes y productivas, como el cuidado y riego de las plantas. El entusiasmo crece al pensar en los frutos que este curso podrían recoger: lechugas, brócolis, cebollas... ¡Quién sabe qué cosecha nos sorprenderá! Lo que sí es seguro es que, con la ayuda de Ángela y la implicación de los estudiantes y sus maestros/as, "Huertea" sigue creciendo y dando frutos, tanto en el terreno como en los corazones de los niños que aprenden a cuidar y valorar la naturaleza.
El proyecto, además de enriquecer el aprendizaje curricular, contribuye al desarrollo de valores como la cooperación, el respeto y la sostenibilidad, que son fundamentales para el futuro de nuestra comunidad. ¡Estamos ansiosos de ver qué cosecha nos traerá este curso y de disfrutar de los frutos del trabajo en equipo!