FECHA: 24/10/2025
📚✨ CEIP Nebrixa celebra el Día de las Bibliotecas con magia, cuentos y palabras que acarician
Hoy, 24 de octubre, el CEIP Nebrixa se ha llenado de magia, imaginación y palabras que transforman. Con motivo del Día de las Bibliotecas, hemos recibido la visita de un personaje muy especial, directamente llegado del mundo de Hogwarts: un miembro de la familia Potter, que ha cruzado fronteras y páginas para compartir con nuestro alumnado el poder de los cuentos y la lectura.
Desde Infantil hasta el Tercer Ciclo de Educación Primaria, cada grupo ha disfrutado de relatos breves adaptados a su edad (que podéis leer al final), cargados de fantasía, humor y enseñanzas. Los más pequeños en Infantil y el Primer Ciclo han entendido que al leer “No solo aprendían palabras nuevas, también descubrían que leer era divertido, como jugar con la magia”; el Segundo Ciclo “que los libros no solo enseñan… también te hacen sentir.” Y eso, pensó, es la mejor magia de todas; y el Tercer Ciclo ha reflexionado porque “leer no solo sirve para saber más… también para cuidar, imaginar y cambiar el mundo” reflexionando sobre el valor del buen trato y la magia que encierran las palabras cariñosas.
🪄 Porque leer no es solo aprender: es sentir, imaginar, crecer y conectar.
Las bibliotecas escolares, como la nuestra, son mucho más que estanterías: son refugios de sabiduría, espacios de encuentro, laboratorios de sueños. Hoy hemos recordado que leer por placer es tan importante como leer para aprender, y que cada cuento compartido es una semilla de empatía, respeto y creatividad.
Desde el CEIP Nebrixa, agradecemos a nuestro visitante mágico por recordarnos que las palabras tienen poder, que los libros nos transforman, y que las bibliotecas son portales hacia mundos mejores.
📖 ¡Feliz Día de las Bibliotecas a toda la comunidad educativa!
Aquí os dejamos los tres cuentos mágicos que se han leído hoy en el cole:
🧸 Infantil y 1.er ciclo
Título: “El libro que hacía cosquillas”
En la biblioteca de Hogwarts vivía un libro muy travieso. Era pequeñito, con tapas suaves y letras que bailaban. Cada vez que alguien lo abría, soltaba una risita y hacía cosquillas en los dedos.
Un día, Luna Lovegood lo encontró. “¿Qué escondes?”, le preguntó. El libro se abrió solo y le mostró un cuento sobre un unicornio que aprendía a volar leyendo palabras mágicas.
Luna se rió, leyó en voz alta, y el unicornio del cuento salió volando por la sala. Desde entonces, cada vez que alguien leía ese libro, aparecía una nueva criatura mágica.
Los niños de primer curso hacían cola para leerlo. No solo aprendían palabras nuevas, también descubrían que leer era divertido, como jugar con la magia.
Y el libro, feliz, seguía haciendo cosquillas.
📖 Segundo ciclo
Título: “La estantería que susurraba secretos”
En una esquina olvidada de la biblioteca de Hogwarts, había una estantería que susurraba. Solo los que amaban leer podían oírla.
Ginny Weasley la descubrió una tarde de lluvia. Se acercó y escuchó: “¿Quieres saber cómo se hacen las pociones invisibles? ¿O cómo se habla con los duendes del bosque?”
Cada libro tenía un secreto. Uno enseñaba a calmar dragones con canciones. Otro contaba historias de magos que resolvían problemas sin varitas, solo con ideas.
Ginny empezó a leer por curiosidad, pero pronto no podía parar. Aprendía cosas útiles, sí, pero también se reía, se emocionaba, y viajaba sin moverse.
La estantería seguía susurrando, y Ginny entendió que los libros no solo enseñan… también te hacen sentir. Y eso, pensó, es la mejor magia de todas.
🧠 Tercer ciclo
Título: “El hechizo que solo se encontraba leyendo”
Neville Longbottom tenía un problema: su planta mágica, la Mimbulus Mimbletonia, estaba triste. No crecía, no brillaba, y ni siquiera soltaba su baba apestosa.
Buscó ayuda en clase, preguntó a profesores, pero nadie sabía qué hacer. Entonces fue a la biblioteca.
Pasó horas leyendo libros de Herbología, de criaturas mágicas, incluso de cuentos antiguos. Algunos eran difíciles, otros divertidos. Aprendió sobre raíces, climas, emociones de las plantas… y también sobre sí mismo.
Al final, en un libro olvidado, encontró un hechizo suave, casi un susurro, que decía: “Las palabras que cuidan hacen florecer lo dormido”.
Neville lo probó. No era un hechizo de varita, sino de voz. Le habló a su planta con cariño, cada día, con palabras bonitas que había leído.
Y una mañana, la Mimbulus floreció.
Desde entonces, Neville supo que leer no solo sirve para saber más… también para cuidar, imaginar y cambiar el mundo.