PRÓLOGO
Ramón Lorente Moore
Ramón Lorente Moore
TAN LEJOS, TAN CERCA
Es la primera vez que la SECOIR realiza una monografía sobre dos patologías que tradicionalmente han estado muy alejadas la una de la otra, tanto anatómicamente (polo anterior – polo posterior) como por propia mentalidad de los oftalmólogos. Sin embargo a lo largo de los últimos años las cosas han cambiado y existe una relación intensa y necesaria entre cirugía de cataratas y retina.
Dos avances han propiciado este acercamiento, por un lado la consolidación de la facoemulsificación como técnica estándar de cirugía de cataratas, protocolizada y “sencilla”, que facilitó a los retinólogos su incursión en esta práctica hasta dominarla, ya que les ofrecía la posibilidad de hacer faco-vitrectomías de una manera rutinaria. Por otro lado, el desarrollo de la OCT nos permite a los cirujanos de catarata valorar con detalle de una manera rápida, incruenta y objetiva el estado del área macular.
La cirugía de cataratas es una cirugía refractiva en la que el objetivo del paciente es ver bien sin necesidad de utilizar gafas, y en ella los resultados son óptimos y las expectativas del paciente muy altas. Sin embargo, una buena cirugía no tendrá un resultado satisfactorio si hay una afectación macular. Un buen diagnóstico previo no solo puede hacernos cambiar las expectativas de la cirugía y por tanto el consentimiento informado, sino también modificar el “timing” quirúrgico, realizar algún tipo de profilaxis o combinar la cirugía con inyecciones intravítreas o incluso asociadas a vitrectomías. Para evitar sorpresas desagradables considero “casi” indispensable realizar una OCT a todo paciente que va a ser intervenido de cataratas. La OCT se ha convertido en un instrumento indispensable en la consulta de un cirujano de cataratas. Tan cerca...
Por estos motivos me parece un gran acierto por parte de la SECOIR realizar esta monografía, especialmente con sus directores: Fernando González del Valle y Miguel Ruiz Miguel así como los numerosos autores de reconocido prestigio que colaboran en cada capítulo. Es para mí un honor que Fernando González del Valle me haya pedido que hiciera el prólogo, sin duda por amistad. Fernando y yo siempre hemos tenido una relación muy especial cuyo nexo de unión era nuestro querido amigo Fernando Martínez Sanz, que realmente sería quien debería estar prologando este libro pero, la vida es así…
Hiciste el MIR a principios de los 90 y como buen residente del Hospital Universitario de la Paz saliste especializado en retina, retina pediátrica y oftalmología infantil con José Manuel Abelairas Gómez y los últimos avances en retina de la mano de Agustín Fonseca Sandomingo y de Fernando Martínez Sanz, que no sólo habían aprendido retina sino también cataratas en el Instituto Oftálmico, de donde provenían, con el Profesor Alfredo Domínguez de maestro. Eran de los pocos en España que dominaban catarata y retina. Era la época que la retina estaba “tan lejos”.
Además de tu inteligencia, es la generosidad lo que te caracteriza, cosa poco frecuente en nuestros días. Esta anécdota lo ejemplifica: cuando llegaste al hospital de Alcázar de San Juan te ofrecieron la Jefatura de Servicio y tú mismo convenciste al Director de que había otra persona más cualificada para ese puesto, Fernando Martínez, y acertaste plenamente porque con él organizasteis un servicio que hoy en día es, sin duda, uno de los mejores de España y referente de Castilla-La Mancha. Un servicio cuya marca de identidad es la camaradería, capacidad docente, juventud y empuje. Enseguida empezasteis con la facoemulsificación y recuerdo con cariño que a mediados de los noventa organizasteis en Alcázar un curso sobre facoemulsificación con cirugía en directo, donde un joven oftalmólogo con gran interés por aprender, me ayudó en mi cirugía. Ese joven por supuesto eras tú. Rápidamente aprendiste y te convertiste en otro de los pocos que en aquella época dominaban la catarata y la retina. Solo así se pueden lograr tantos premios nacionales y extranjeros, especialmente en Estados Unidos, como habéis recibido gracias a vuestros espectaculares videos quirúrgicos y, por supuesto, con la foto de todo el Servicio siempre en primer plano. Sigue así.
LA OBRA
El libro está perfectamente estructurado según la patología retiniana: comienza con catarata y patología de la interfase vítreo-retiniana, catarata y DMAE, y catarata en pacientes diabéticos. Posiblemente estos primeros apartados son con los que más frecuentemente nos encontramos y en los que es muy importante tener un diagnóstico certero antes de la cirugía. Después de la clasificación de las lesiones retinianas periféricas y su profilaxis (aunque en determinadas cataratas será difícil de visualizar) pasamos a patologías inflamatorias y tumorales del segmento posterior. El libro acaba con los dos capítulos más “entretenidos”. Complicaciones vítreo-retinianas de la cirugía de la catarata, es decir, qué hacer con toda la “basura” que se cae al vítreo durante o después de la cirugía: fragmentos nucleares, núcleos enteros, que nuestro amigo llamaba “submarinos”, anillos, lentes intraoculares o incluso saco + LIO, etc.
Está claro que sin tener cerca un buen vítreo-retinólogo, la cirugía de cataratas sería una temeridad.
El libro termina con un apartado sobre cómo realizar bien cirugías de cataratas en casos especiales como: catarata en el ojo vitrectomizado, en traumatismos oculares, con presencia de aceite de silicona y otros. Y un último capítulo donde los autores nos enseñan algunos trucos de cirujano posterior para cirujanos de catarata.
Debo recalcar que además del libro en papel que estoy prologando, por primera vez en la historia de la oftalmología española, una obra de estas características se ha realizado en paralelo en su versión digital. Desde la Junta Directiva de la SECOIR queremos impulsar la formación de los más jóvenes. Este año ha sido el primero que ha acogido al congreso SECOIR Formación en Toledo. Tenemos una buena Medicina y una buena Oftalmología en España. Es nuestro deber que los más jóvenes reciban la mejor formación posible y en el lenguaje más moderno posible, con las nuevas tecnologías con las que han nacido y a las que están acostumbrados. Nuestra vocación son los jóvenes especialistas y ellos, que serán el futuro de nuestra profesión, son los que marcan todas nuestras actuaciones, todas las ilusiones de la nueva Junta Directivo que tengo la suerte de presidir
Pero además la monografía Catarata y Retina tiene algo novedoso todavía por ofrecer. Desde el principio cada capítulo está presentado por una de las obras más conocidas de nuestro museo nacional del Prado. Sí, queremos que los jóvenes sean los que tengan protagonismo ahora y en el futuro de nuestra gran sociedad, pero queremos que no olviden los valores que han regido la historia de la Medicina, los principios humanistas que en muchas ocasiones ahora añoran médicos y sobre todo pacientes. Estoy seguro de que la forma de presentar la nueva monografía supondrá un antes y un después en la historia de entender nuestras comunicaciones, que no perderán peso científico y ganaran valor humanista. Le agradezco personalmente al museo del Prado, una institución de la que estar orgulloso en España, que haya colaborado con la SECOIR y con la oftalmología española, de la que tenemos que estar muy orgullosos también, para fomentar el humanismo de nuestra milenaria profesión.
Los cirujanos de catarata necesitábamos una monografía como esta, que seguro que se convertirá en un libro de obligada consulta.
Gracias Fernando, gracias Miguel y enhorabuena.
Fernando, siento como tú que nuestro íntimo amigo no sea el autor de este prólogo.
Ramón Lorente Moore
Presidente SECOIR
La Toja 10 de Abril 2017