Apéndice

Jacobo Yáñez

Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, ¡es una brutalidad!, ¡es una bestialidad!

HILARION: El aceite de ricino ya no es malo de tomar.

SEBASTIÁN: ¿Pues cómo?

HILARIÓN: Se administra en pildoritas y el efecto es siempre igual.

SEBASTIÁN: Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad.

HILARIÓN: ¡Es una brutalidad!

SEBASTIÁN: ¡Es una bestialidad!

HILARIÓN: La limonada purgante no la pide nadie ya.

SEBASTIÁN: Como que esa limonada nunca sirve para na. Es lo mismo que un refresco de naranja o de cebá.

HILARIÓN: Pues por eso justamente ya no es ni chicha ni limoná.

SEBASTIÁN: Pues el agua de Loeches es un bálsamo eficaz.

HILARIÓN: Hoy la ciencia lo registra como muy perjudicial.

SEBASTIÁN: Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad.

HILARIÓN: ¡Es una brutalidad!

SEBASTIÁN: ¡Es una bestialidad!

HILARIÓN: El calor que hace esta noche sí que es una atrocidad.

SEBASTIÁN: ¡Y yo tengo a todas horas la cabeza tan sudá!

HILARIÓN: Eso es bueno y conveniente, mi señor don Sebastián.

SEBASTIÁN: Quién dirá que esta camisa me la acaban de planchar.

HILARIÓN: Esa camisa ...

SEBASTIÁN: Si señor.

HILARIÓN: No lo dirá nadie. Pero ... He leído que el que suda, vence toda enfermedad.

SEBASTIÁN: Qué me dice usted.

HILARIÓN: No hay cosa mejor.

SEBASTIÁN: Pues no lo sabía.

HILARIÓN: Si lo acaban de descubrir.

SEBASTIÁN: Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad.

HILARIÓN: ¡Es una brutalidad!

SEBASTIÁN: ¡Es una bestialidad!

Portada del libreto y cartel anunciador de la función del estreno de «La verbena de la Paloma» en el Teatro Apolo, el 17 de febrero de 1894.

(Dibujo atribuible a Eduardo Urquiola)