Fue en octubre de 2016 cuando le propuse a mi jefe, y sin embargo amigo, Javier Mendicute, la idea de formar un tándem con Fernando González del Valle para dar forma y editar esta Monografía SECOIR 2017. La inicial responsabilidad sobre la propuesta fue dando paso con los meses a un gran reto cuando los coautores de los capítulos fueron materializando los mismos. En las últimas fases del proyecto, cuando ya parecía que todo podía ser llevado a buen puerto, comenzó a aflorar una gratitud por la confianza que se me concedió para tal tarea, que me gustaría materializar en primer lugar en Javier, como mentor y persona sobre la que aún no alcanzo a ver bien los motivos de esta confianza sobre mi para este tipo de singladuras. Sólo podría explicarse desde la generosidad que le caracteriza.
Por extensión, a la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cirugía Implanto-Refractiva, mi gratitud por el reconocimiento que me han dispensado con este encargo. Aunque me considero un retinólogo, más bien quirúrgico que médico, siempre me ha interesado el campo de la transversalidad segmento anterior y retina, y junto con Javier hemos compartido bastantes jornadas quirúrgicas con luxaciones, casos pediátricos, traumas y otros que requerían la asistencia de dos cirujanos en los que he tenido oportunidades de oro para aprender secretos de las técnicas de segmento anterior de uno de los mejores cirujanos que he visto. Fruto de estas colaboraciones, hace muchos años pertenezco al SECOIR y acudo a su Congreso siempre que me es posible.
Un tercer agradecimiento dedicado a Fernando González del Valle… ¡qué fácil es trabajar contigo, Fernando! A pesar de la distancia que hay de Alcázar de San Juan a San Sebastián, el ciberespacio ha hecho posible una fluida comunicación, enormemente facilitada por la personalidad de Fernando, con una coordinación a veces en jornadas contrarreloj, que en última instancia terminaba felizmente. Quiero destacar sobre su capacidad de trabajo, bonhomía y flexibilidad de adaptación a las circunstancias, su especial sensibilidad para conjugar un libro que en una primera aproximación pudiera entenderse como técnico, con la maravillosa relación de obras de arte que en él aparecen, dándole sentido a una comunión arte-ciencia, que sin su buen hacer no hubiera podido ser conducida con tal acierto.
Quiero expresar también mi gratitud a la persona encargada de la edición digital, Jacobo Yañez Martínez, quien con su entusiasmo contagioso ha hecho (y seguirá haciéndolo, pues la edición digital está viva) que nuestros miedos por los pantanosos terrenos digitales se hayan mitigado sensiblemente.
Esta obra es de todos sus autores, y constituye un gran esfuerzo coral de todos ellos. El encargo de capítulos a muy diversas personas expertas en cada campo siempre ha sido recibido con la mejor de las disposiciones, así como las diversas correcciones solicitadas y otras peticiones hechas. Un sentido reconocimiento para todos ellos, decir simplemente que sin su colaboración esta Monografía no hubiera sido posible.
En el terreno más personal, debo lo que soy como oftalmólogo retinólogo en primer lugar, a mi formación como residente en mi ciudad natal de Burgos, con un conjunto de profesionales que, haciendo del rigor su quehacer diario, consiguieron transmitirme un modo de hacer las cosas y de querer a esta disciplina, que en el momento de mi residencia comenzaba su exponencial desarrollo…gracias de corazón a José Luis Pérez Salvador, Ricardo Merino, mis profes de retina Lourdes Macías y Rosa Piñón y el resto del staff de aquellos tiempos burgaleses. Continúa mi experiencia en retina en San Sebastián, donde va para 20 años ya, un Servicio completísimo que ha ido creciendo conmigo, con Javier al frente, y unos compañeros maravillosos sobre los que sólo tengo palabras de gratitud por ser como son.
Por último, agradecerle, como tantas veces, el tiempo robado a Raquel, mi mujer, no encontraría las palabras exactas para definírselo, como tantas veces. Mi dedicatoria por esta obra va para ella y nuestros hijos, Pablo y Jaime.
San Sebastián, 23 de abril de 2017
Miguel Ruiz Miguel