Al formar la estructura de la organización de base comunitaria en el 2017, MiAMBIENTE caracterizó 21 "temáticas" en las que las OBC podían enfocar sus esfuerzos y actividades. Estas temáticas representan áreas de acción o intervención para las OBC en sus respectivas comunidades de trabajo, según su contexto y objetivos. En esta sección se enumeran las temáticas de MiAMBIENTE, más algunas extras que agregaron las OBC en el transcurso del Intercambio de conocimientos (indicados por un asterisco*).
El agronegocio es el conjunto de actividades económicas que se relacionan con la producción, procesamiento, transporte, distribución y comercialización de productos del campo. Las OBC que abordan el agronegocio suelen tener un enfoque sostenible, por ejemplo, de manera que proteja las riveras y su bosque, los manglares o utilizando abono orgánico; también suelen compartir productos agrícolas con su comunidad.
Las artesanías ecológicas son productos elaborados de manera artesanal utilizando materiales sostenibles y empleando prácticas respetuosas con el medio ambiente. Estas artesanías buscan generar ingresos económicos mientras fomentan la conciencia ambiental y la sostenibilidad en las comunidades, contribuyendo a la conservación de los ecosistemas.
El cambio climático se refiere a la variación del clima de la tierra debido a causas naturales, contemplando la acción humana, que se refiere a la quema de combustibles fósiles, la pérdida de bosques y otras actividades. Es uno de los más grandes retos ya que hemos tenido que adaptarnos a las condiciones e incorporar procesos que nos ayuden a mitigarla.
El desarrollo comunitario ambiental se refiere a la participación activa de las comunidades en la protección y gestión sostenible de sus recursos naturales. Este enfoque busca mejorar el bienestar de la comunidad mediante prácticas que promueven la conservación del medio ambiente y el desarrollo económico local.
El ecoturismo es una forma de turismo sostenible que se enfoca en la conexión entre los seres humanos y la naturaleza. Implica viajar a áreas naturales con el objetivo de disfrutar y aprender sobre el entorno natural y cultural, al mismo tiempo que se promueve la conservación. Los ecoturistas buscan experiencias auténticas y respetuosas con el medio ambiente, y están dispuestos a contribuir a la protección de los ecosistemas y las comunidades locales.
Según la Dirección Nacional de Educación Ambiental en Panamá, la educación ambiental abarca la concienciación y formación de una comunidad educativa, comprometida con el cuidado, conservación y protección de los recursos naturales y del ambiente, para la prevención del riesgo y la sostenibilidad del país.
Energía renovable se refiere a aquellas fuentes de energía que se regeneran de manera natural, como la solar, eólica, hidráulica y biomasa. Estas energías ofrecen una alternativa sostenible frente a los combustibles fósiles, contribuyendo a la reducción de emisiones de carbono y la protección del medioambiente.
La Gestión de Residuos Sólidos y Reciclaje implica educar y sensibilizar a las comunidades sobre la correcta separación y recolección de materiales reciclables provenientes de hogares y comercios. Estos materiales son luego transportados a centros especializados para su reutilización, transformación o conversión en nuevos productos, promoviendo un manejo sostenible de los desechos y reduciendo el impacto ambiental.
Los incendios de masas vegetales (IMAVES) son una fuente importante de emisión de carbono que contribuye al calentamiento global y además tiene repercusiones sobre la diversidad biológica y la salud humana. La gestión de riesgos y la prevención de incendios implica implementar estrategias para reducir la vulnerabilidad ante incendios forestales y urbanos, promoviendo la seguridad de la comunidad y la protección del medio ambiente. Esto incluye la educación sobre prácticas seguras, la preparación ante emergencias y la colaboración con autoridades locales para prevenir y responder a incendios.
La investigación científica implica el uso del conocimiento científico para abordar problemas locales, promover el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida en la comunidad. A través de la colaboración con científicos y la aplicación de los hallazgos que éstos encuentran, las organizaciones pueden implementar programas y estrategias efectivas.
Los emprendimientos y negocios verdes contemplan aquellas actividades económicas en las que se ofertan bienes o servicios, que generan impactos ambientales positivos y además incorporan buenas prácticas ambientales, sociales y económicas con enfoque de ciclo de vida, contribuyendo a la conservación del ambiente como capital natural que soporta el desarrollo del territorio.
La protección de la biodiversidad implica llevar a cabo acciones concretas para conservar y restaurar los ecosistemas locales, garantizando la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la comunidad. Esto abarca no solo la preservación de especies y hábitats, sino también la investigación y el fortalecimiento del conocimiento sobre la biodiversidad, así como el desarrollo de alternativas económicas sostenibles que mitiguen la presión sobre los recursos naturales y promuevan un crecimiento equilibrado y responsable.
Proteger la cuenca hídrica significa implementar acciones para conservar y restaurar los recursos de agua, vitales para la salud del ecosistema y el bienestar de la comunidad. Esto implica educar a los habitantes, fomentar la participación activa y desarrollar iniciativas sostenibles que aseguren la disponibilidad y calidad del agua para las generaciones futuras. Esta temática no deja de ser una de las más importantes ya que es sobre el cuidado de uno de los recursos más importantes para la subsistencia de todos en el planeta y poco a poco con la inconsciencia humana estamos haciendo que se agote, y debemos crear conciencia antes de que sea muy tarde.
La reforestación es crucial en la actualidad, especialmente en áreas degradadas y deforestadas, donde se busca plantar árboles nativos y maderables para revitalizar el entorno. Las organizaciones comunitarias deben realizar estudios técnicos y adoptar prácticas responsables para garantizar el éxito de la reforestación, incluyendo el cuidado de los árboles durante sus primeros años de crecimiento.
La restauración y protección de los manglares es crucial para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas costeros, actuando como barreras naturales contra la erosión y proporcionando hábitats para diversas especies. Para una organización comunitaria, esto implica llevar a cabo acciones que fortalezcan la resiliencia de estos ecosistemas y eduquen a la comunidad sobre su importancia.
Los sistemas de producción sostenibles, como la agroforestería, los huertos orgánicos, la permacultura y los sistemas silvopastoriles, promueven prácticas agrícolas que integran la producción de alimentos con la conservación del medio ambiente. Para una organización comunitaria, esto implica educar a la comunidad sobre el entorno local, fomentar la sostenibilidad y capacitar a los agricultores en técnicas que mejoren la productividad sin dañar los recursos naturales.
Un vivero es un lugar donde se cultivan y cuidan plantas jóvenes, como árboles, flores o arbustos, hasta que están listas para ser trasplantadas a su lugar definitivo. Los viveros ayudan a producir plantas más fuertes y saludables. Se usan tanto para jardinería como para agricultura.
Un zoocriadero es un lugar donde se crían animales en cautiverio, con el objetivo de conservar especies en peligro o para su comercialización. Estos animales son cuidados en un entorno controlado que simula su hábitat natural. Se crían especies como reptiles, aves, o peces.