...Que al son de Nuno Júdice...

Los campos de la patria son una lección retórica de austria-hungría a caballo,

una baladronada de schumann cabalgando en un leño,

una sabihondez del abate liszt,

unos ojos exoftálmicos pidiendo limosna al cielo:

la consapevolezza

del mulo que sueña

con nubarrones desde la tibieza de su cuadra

mientras pasta ante la pesebrera.

Los campos de la patria

son tener cauce y no tener río al que asomarse

cuando se es árbol de la orilla.

"...Como cae del ciclo

la luz en lamparazos misericordiosos

medidos a zancadas por los postes y sus cables métricos.

Lamparazos de luz:

explosiones radiosas a lo lejos

que no acierta la vista a distinguir

si es aguacero jubiloso y repentino (como en el porvenir de nuestras vidas)

o al cauce abandonado cumplirle la promesa

de que volverá un día a transitar henchido,

con pinos en cantiles por orillas."


Los campos de la patria son

nube rampante en ciclo de tormenta,

cañonazo estrellado en el costado mártir

del mapa en carnes vivas

sin nombrcs con los que arroparse.

Los campos de la patria son lo que resta de

un muro tembloroso de castillo

(como corazón de sandía enarbolado) en el aire de tormenta.


Los campos de la patria son un piano desmelenado cuando

empieza a llover a latigazos igual que exclamaciones

desatando el olor a pasto fresco en todas las conciencias.


(Madrid, 12-15 de mayo 2001.)


3.6 « 3.7 » 3.8