Arde la juventud

[El poema lleva en lo alto un medio verso de Góngora:]

"Arde la juventud"

Mirad las puertas de mi corazón:

¡Tener el corazón abierto a todo!


Ved este corazón ejemplar enarbolado,

como aquel de madera en clase de Historia Natural:

abrir la portezuela del ventrículo izquierdo

¡y esa luz espectral que alumbra las aurículas!

Probad los tragaderos de mi corazón

por esos arcaduces resecos como boca de pez.

El corazón. De dulce sangre acompañado.

Para que se convierta mi maravilloso corazón,

mi virtuoso corazón.

ir y venir del arco sobre él dice que soy feliz.

Para probar que el pez todavía respira

ese aire que no es aire que fue amarnos,

plantarse en los linderos mismos de la vida.

beberse el aire como agua

de las provincias corporales donde aprendí a amarte:

¡qué flujos y reflujos! Traen mensajes

de esos jardines de la vida donde sólo hay tu amor:

y verlo florecido en la cabeza de mi corazón.

engarabitado como una clave de sol.

Un aluvión de sangre desemboca

en sus recámaras de víscera vacía

blandiendo una leyenda corta y jubilosa:

''Fuimos a los senderos de la vida y nos amamos".


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