¡De Castellote! (Teruel)

Las castañuelas,

recién despiertas,

abrían y cerraban las pestañas

con gachoneo cafre,

en el punto y sazón en que el bolero

se convertía en jota desquiciada.


¡Resulta que había una versión anterior! Y no tiene nada que ver con la de aquí:

Fandango furioso ma non troppo


Y así las castañuelas (ojos o corcheas)

se desmayaban en el ay glissando

y bajaba el color, mástil abajo,

no más que al ademán del navajazo.

Pero vedlas aquí que resucitan

y cómo gachonean,

incomparables celos por parejas.


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