Preámbulo

Lo que ahora viene es del 1967. Es que esta noche he soñado con Lola: que era blanda y amable conmigo. Estamos a 10 de abril de 2000, y ya en la biblioteca he escrito en mi cuartilla: "El poema 'Ved este corazón' es certerísimo: vivir enamorado es vivir a pecho abierto, ahí, exhibiendo las interioridades a vista de vedores. Y lo malo es que solo hay vedores para hacer rechifla de 'cómo bombea esto', o 'cuán obscenamente se descontractura lo otro', porque hay mirones que, como los adolescentes, siguen creyendo que los latidos sincronizan, cuando es menester, los latigazos de la eyaculación. Menesterosos.

Sin embargo, ¿qué exhibe en realidad el que 'vive enamorado'? Lo primero, la cara de incauto engañable. Lo segundo, la credulidad. Lo tercero, la miopía. Lo cuarto, la vulnerabilidad".