Los últimos dias de la Puerta del CIM

Los últimos días de la puerta del CIM

Defensa agiliza con permiso de Cultura la demolición del pórtico por la escasez de dinero para integrarlo en el nuevo edificio universitario y los grupos conservacionistas se movilizan

FINA GIMÉNEZ |CARTAGENA

Jueves, 29 octubre 2009, 13:29

La puerta del antiguo Cuartel de Marina, aún en pie, contrasta con la imagen del moderno edificio de la UPCT. /ANTONIO GIL/ AGM

La que fue puerta de entrada al antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM) tiene los días contados. Pero su asegurado derribo ha levantado polémica entre colectivos y asociaciones conservacionistas de la que no se libra ni el Ministerio de Defensa, propietario del pórtico; la Universidad Politécnica de Cartagena, que ha recuperado como facultad el edificio que fue construido en el siglo XVIII como penal; y la Consejería de Cultura, que ya ha autorizado la demolición, a pesar de tener grado 2 de Protección.

La situación es curiosa. La puerta se la quedó el Ministerio de Defensa cuando cedió el edificio a la Universidad Politécnica y los espacios exteriores al Ayuntamiento para convertirlos en un jardín de expansión de la calle Real.

La Politécnica y el Ayuntamiento iniciaron en sus respectivos espacios reformas que están a punto de acabar. Sin embargo, es ahora cuando Defensa se plantea qué hacer con su única propiedad. Lo más directo es demolerla porque aseguran que está en ruinas, no tiene dinero para recuperarla y ahora es tarde para integrarla en el proyecto de la Universidad porque ésta tampoco tiene dinero.

Ante esta situación, hace meses que pidió permiso para demolería, aun estando protegida. La Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma ya ha dado el visto bueno a la demolición al considerar que se trata de una edificación de escaso valor histórico, que no tiene más de cien años de antigüedad. También alega su escaso valor artístico y el peligro de ruina, informó un portavoz oficial.

«Se puede salvar»

La Universidad Politécnica descartó ayer cualquier implicación en el tema, pues el pórtico no es suyo. Además, un cambio urgente de titularidad tampoco lo libraría de las ruinas porque el centro de estudios superiores ha agotado su presupuesto para obras.

El arquitecto que dirige la reforma del CIM, José Manuel Chacón, se pronunció ayer: «El arco quedó fuera del proyecto en todo momento. En el convenio que firmó la Politécnica con Defensa no se cedió el pórtico del CIM», insistió. Sin embargo, él no ve obstáculos para conservarlo si así se decidiera: «No habría ningún problema en adecuarlo a la fachada del nuevo edificio. Podría ser la puerta de conserjería, por ejemplo», añadió.

La última palabra sobre el derribo del pórtico la tendrá el Ayuntamiento de Cartagena. Su concejal de Urbanismo, Joaquín Segado, aseguró que Defensa todavía no le ha pedido autorización para derribarlo. Pero recordó que si llega la petición y ésta tiene la autorización de Cultura, habrá que valorarla.

Son las asociaciones de defensa del patrimonio las que con más contundencia se han manifestado ya al respecto. Juan Miguel Margalef, representante de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico (Adepa), aseguró que «no hay justificación alguna para derribar la puerta del antiguo Cuartel de Marinería».

«En el informe que la Universidad de Murcia hizo del terreno, no debió olvidarse de la puerta, que tiene un gran valor histórico, artístico y por supuesto sentimental para aquellos que hicieron el servicio militar allí», declaró.

«Por el mismo criterio que siguieron para derribar el muro que unía el arsenal y la antigua farmacia ahora lo utilizan para tirar el arco de la puerta. Si siguen así terminarán por derribar todos los edificios históricos de la ciudad al no encajar con los edificios modernos», añadió Margalef.

Puerta de Aranguren

La Plataforma Ciudadana Virgen de la Caridad también se ha movilizado ante el posible derribo de la puerta de Aranguren ya que se trata de una obra modernista del primer lustro del siglo XX y está incluida dentro del conjunto Histórico y Artístico de Cartagena desde 1981. Además es el símbolo de muchos de los militares que pasaron por primera vez bajo su arco para hacer la instrucción del ya desaparecido servicio militar.