Fecha de publicación: May 17, 2019 1:6:13 AM
La tecnología está inmersa en todos los aspectos de nuestra vida, nos acerca a los amigos, proporciona comodidad y nos abre un mundo que, años atrás, era inimaginable. Sin embargo, entre los jóvenes parece tener el efecto contrario.
Nadie duda de la importancia de las TIC en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Nadie duda por tanto, de la necesidad de la extensión de las nuevas tecnologías al ámbito escolar. Éstas pueden suministrar medios para la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje, para la gestión de los establecimientos escolares y para la comunicación con las familias. Se puede pensar que los errores en el enfoque de la cuestión parten de dos direcciones distintas: el profesorado y el alumnado. De un lado de la escasa preparación del profesorado y su resistencia a un cambio metodológico más acorde con los tiempos y por otra del hecho de que los alumnos, aunque más hábiles desde el punto de vista cibernético, identifican un computador tan sólo con el ocio, ya que lo utilizan solo jugar o chatear, y no como un instrumento de trabajo. Un mal uso de Internet en clase puede derivar en distracciones y dispersión del alumnado que a veces se dedica a jugar en vez de trabajar. Ello es debido a que la navegación por los atractivos espacios de Internet, inclina a desviarse de los objetivos de su búsqueda. Se pierde entonces mucho tiempo en realizar las tareas y se divaga. Por este motivo, para no perder tiempo el profesor ha de planificar escrupulosamente las clases: tareas, tiempos, agrupamientos, proceso de trabajo y evitar así la improvisación en el aula.