1.- Introducción

El término robot proviene de la palabra checa robota, que significa "siervo". Fue utilizada en 1923 por el escritor checo Karel Capek en su obra teatral “Los robots universales de Rossum”, en la que se denominaba "robot" a una máquina construida por Rossum, que era capaz de hacer todas las tareas que realiza un hombre. Sin embargo, un colega de Rossum dota de emociones a los robots, y éstos, al reconocerse como esclavos de los humanos, se rebelan y terminan con todos ellos.

Actualmente se considera robot, por definición, a toda máquina capaz de realizar tareas repetitivas de acuerdo con las órdenes que tenga en cada momento. Dentro de este término se pueden englobar las lavadoras de ropa, el lavadero automático de coches, los robots de fabricación de vehículos, juguetes, ...

Los robots son capaces de funcionar en diferentes entornos, con un elevado grado de autonomía que depende de su programación, es decir, que no necesitan de la atención continuada de un operador humano. Dependiendo de su grado de "inteligencia", son capaces de reaccionar ante eventos anómalos en el proceso que realizan, corrigiéndolos, o simplemente detectándolos, para luego avisar a los controladores humanos de los errores que se producen.

En España, uno de nuestros más famosos ingenieros, Leonardo Torres Quevedo (1852 - 1936) está considerado como el precursor de la Informática y de la Cibernética. En 1912 construyó un autómata al que bautizó como “el ajedrecista”. Y en 1913, Torres Quevedo realizaba un análisis exhaustivo de lo que en la actualidad se denomina "robot" y de sus posibilidades de aplicación. Pero orientó su trabajo a proyectar máquinas y dispositivos necesarios para solucionar problemas de su época como el mando a distancia, globos dirigibles, máquinas de calcular, etc.